Ada Isabel Rolón González, Psicóloga Clínica, explora esa práctica y nos explica cuáles serían las motivaciones que llevan a eso y si realmente puede llegar a ser un problema de comportamiento.
La profesional comentó que los principales motivos para utilizar estos materiales es la búsqueda constante por un poco de emoción y una mal llamada tradición. “Hay varios factores, uno de ellos es el cultural, donde desde pequeños incitan a la tradición de las bombas en estas fechas. El segundo factor es el placer, generado por el peligro. libera adrenalina que luego de ciertas descargas producen placer, excitación”, expresó.
Sobre las causas Rolón dijo que todo es resultado de un proceso que comienza desde muy temprana edad y se va adquiriendo con los ejemplos vistos. “Podemos observar que al principio se presenta el miedo (niños pequeños), sin embargo por la insistencia de los más grandes o los adultos esta conducta es continua y va produciendo cada vez más placer”, comentó.
La entrevistada destacó que el uso de la pirotecnia puede llegar a casos extremos tanto para los usuarios como para las personas de su entorno. ”Claro. Toda conducta puede presentar los extremos. Se puede desarrollar conductas adictivas a los fuegos artificiales, a las bombas, al fuego, etc. Como así también se puede desarrollar aversión, fobias o en el caso de las personas con hipersensibilidad sensorial (por ejemplo las personas dentro del espectro autista) pueden responder a ese estímulo auditivo con crisis a veces muy severas”, aseguró.
En la ocasión la profesional dijo que los casos extremos pueden ser tratados pero todo comienza con aceptar que existe un problema con esas personas que usan mucho los citados materiales. “Toda conducta inadecuada puede ser modificada. A veces basta con la decisión de la persona y en otras situaciones extremas se necesita intervención profesional como psicólogos y/o psiquiatras. Pero el principal componente para superar cualquier situación siempre será la decisión”, añadió.
“En síntesis, son adultos inconscientes que inducen a algo que después es un problema, se gasta dinero, se pone en peligro, se agrede la naturaleza y a las personas y animales hipersensibles”, finalizó.
