Cuando la empresa del ratón Mickey adquirió a Pixar Animation Studios en 2006, realizó una de las mejores inversiones en su historia. No es para menos, pues los largometrajes presentados por este estudio se han convertido en una pieza más de la cultura popular. Si pudiéramos sintetizar qué elementos claves tienen en común la gran parte de sus obras, podríamos citar: la capacidad de emocionar a la audiencia hasta lo más profundo, innovación en el aspecto técnico con la animación por ordenador y los mensajes y/o enseñanzas de cada filme.
Si bien en los últimos años el estudio venía apostando por lo seguro con las secuelas de sus trabajos anteriores, desde el estreno también en este año de Onward (titulada como “Unidos” en Hispanoamérica) la compañía ha querido retornar a sus raíces y volver a realizar lo que mejor sabía hacer: crear grandes historias y personajes. Y aunque la pandemia de COVID-19 puso en la cuerda floja a sus producciones por el cierre de cines a lo largo del mundo, Disney tenía un az bajo la manga: su servicio de streaming, Disney +
Es por esta vía que la compañía presentó su nueva cinta: Soul (titulada como “Alma” en esta región). Desde ya vale decir que cada nuevo estreno de Pixar deja el listón bien alto para lo que uno como audiencia puede esperar, y en este caso no fue una decepción. Soul es una obra excelsa en varios aspectos: desde la parte técnica con cada estilo de animación utilizado en la cinta, hasta en el aspecto de lo que intenta comunicar.
Pero no nos apresuremos y veamos la sinopsis.
Soul nos cuenta la historia de Joe Gardner, un profesor de música en un instituto de Nueva York, gran fanático del jazz, que no ha tenido mucho suceso en la vida. Frustrado, desde lo profesional hasta lo personal, por no haber podido realizarse como músico profesional de jazz y por no contar con mucho apoyo de su familia. Pero un día la suerte le sonríe y le ofrecen una oportunidad única: tocar junto a la gran saxofonista Dorothea Williams. Significaba el primer paso para cumplir su sueño… hasta que, por cosas del destino, sufre un accidente que lo lleva al otro plano de la existencia. Y es acá en donde empieza la gran aventura del filme, en donde de rebote y tras unos giros tiene que ayudar a un alma, llamada 22, a encontrar su propósito para que pueda ir a vivir en nuestro planeta.
UNA PELÍCULA EXISTENCIALISTA
Si leiste toda la sinopsis, probablemente estés pensando que no es una película dirigida específicamente a un público infantil. Vamos a aclarar lo siguiente: Gran parte de las películas de Pixar nacen de un drama, pasan por un camino de aprendizaje con unos toques de comedia de por medio para dejarnos con un final emocionante. Soul no escapa de ello, pero cuenta con una diferencia que la aparta del resto de las otras películas, y es el mensaje.
Un mensaje dirigido quizás no para los más chicos, sino que apunta a un público más adolescente y de más edad. Iría dirigido para, como dirían algunos, los millennials y la generación Z. Ojo, con esto no digo que los niños no puedan apreciar el filme, ya que es visualmente esplendorosa, con la paleta de colores y el diseño para los escenarios más abstractos junto al humor en las escenas justas. Ya tocaremos más adelante el aspecto técnico, pero volviendo al punto, muy probablemente esta película sea mejor entendida en personas que hayan pasado ya alguna crisis. La de encontrar nuestro propósito en la vida, para qué somos buenos, si valieron la pena las elecciones que tomamos a lo largo de nuestra existencia. Eso y mucho más toca la cinta de una manera imaginativa y eficaz.
A lo largo de una hora y cuarenta minutos, la película toca aspectos como el propósito de cada uno, la depresión, la vida y la muerte, hasta se toma la libertad de mostrarnos lo que hay en la mitad de ello y antes de todo, en los planos del “Más allá” y “Más acá”. Es para aplaudir la imaginación de las personas detrás de este proyecto, pues llevar esos conceptos en el aspecto creativo no es tarea fácil, sobre todo si tenemos en cuenta que la casa de animación está orientada a presentar películas para toda la familia.
En la introducción a esta nota cite tres películas conocidas de Pixar y no fue al azar. El director y guionista de Soul es Pete Docter, quien también ayudó en el guión de Toy Story (1995) y dirigió tanto “Monsters Inc” (2001), “Up” (2009), entre otras grandes películas de la casa. Sin dudas una pieza clave dentro de Pixar. En el trabajo actual, se vuelve a presenciar su genialidad creativa, aunque con el interesante detalle de no llevar la historia hacia un terreno lacrimógeno, es decir, no busca conmovernos hasta las lágrimas, sino que por encima de ello intenta llamar a la reflexión interna del espectador respecto a la vida llevada de cada uno.
COMO PRODUCTO AUDIOVISUAL, LA EXCELENCIA DE LA CASA
Tanto en el mundo “real” de la película como en los planos abstractos nos encontramos con un deleite visual único. Más allá de los personajes y las personas que aparecen en el filme, es increíble pensar que los ambientes que vemos en donde transcurre la película, la misma ciudad de Nueva York y cada detalle de ese mundo fue realizado desde un computador. Por otro lado, cuando estamos en el otro mundo, vemos el sello característico del estudio, con sus creativos exponiendo lo mejor de sí.
La paleta de colores según qué escena, si es un recuerdo o si es un momento alegre o triste en el filme… como audiencia uno lo percibe y entiende bien, puesto que todo está bien pensado y aprovechado en ese aspecto. Como también en el audio. Una banda sonora excelente, que combina el mejor jazz de Jon Batiste con dos de los grandes compositores de la actualidad, Trent Reznor y Atticus Ross, ex integrantes de Nine Inch Nails, que ya demostraron su talento en la película Social Network (2010).
CARPE DIEM
Ésta locución latina, cuya traducción habla de aprovechar el día, aprovechar nuestro tiempo que podría acabar antes de lo pensado, podría resumir el gran mensaje detrás de Soul, una película que ojalá fuera bien disfrutada desde las salas de cine en todo el mundo, ya que una experiencia inmersiva con este filme sería un disfrute sin igual. Una muy buena propuesta de Pixar, que nos invita a la reflexión de nuestras vidas, sobre todo para aprovecharlas de una mejor manera.
