Inicio¿Política?Participación ciudadana es clave para lograr una renegociación justa de Itaipú

Participación ciudadana es clave para lograr una renegociación justa de Itaipú

La charla con el tema: “Itaipu 2023: escenarios y perspectivas”, se desarrolló en modo virtual este sábado y fue organizada en el marco de la Especialización en Integración Paraguay-Brasil, de la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA) de Foz de Yguazú.

Los panelistas fueron el Prof. Igor Fuser, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de ABC de San Pablo, Brasil; la Prof. Cecilia Vuyk, docente, politóloga e investigadora, especialista en desarrollo latinoamericano, integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e; y Robson Sebastián Formica, historiador, especialista en Estudios Latinoamericanos y en Energía y Sociedad, miembro de la Coordinación Nacional del Movimento dos Atingidos por Barranges, de Brasil. La charla estuvo moderada por el Prof. Fernando Romero, docente de la UNILA y coordinador del GIEPTALC.

La conversación comenzó con el Prof. Igor Fuser, quien apuntó que “la discusión sobre energía e integración regional estuvo ausente en el debate electoral de Brasil”. Agregó que “el 2023 es un escenario clave para que las relaciones bilaterales sean cooperativas y se avance en la seguridad energética de ambos países”.

Sin embargo, trajo a colación la característica del Tratado de Itaipú, al que incluyó entre los “tratados desiguales”, como los de la época colonial y afirmó que se trata de “una injusticia histórica”.

“Es una muestra de subimperalismo. (…) Una situación de despojo a través de un instrumento jurídico. Consagra jurídicamente la apropiación en términos contrarios a la ética y la moral de las relaciones internacionales, la apropiación de la riqueza paraguaya a través de Itaipú. Itaipu garantizó la seguridad energética de Brasil sin preocupaciones por las condiciones de Paraguay y eso fue facilitado por las condiciones de la época, de gobiernos dictatoriales”, expresó.

Seguidamente, Robson Formica habló desde una perspectiva de los movimientos sociales: “Hay una oportunidad histórica de revisión y posicionamiento de conceptos. Podemos contribuir una perspectiva de solidaridad, de hermandad, de alianza de los pueblos para garantizar sus intereses, a partir de aquello que nos pertenece”.

Luego agregó: “Itaipú es un elemento que nos permite debatir desarrollo, desarrollo para qué y para quién. Ahí también está involucrado el tema energético”.

El docente y coordinador del MAB indicó que “Itaipú es señalado como territorio del capital. Un caso emblemático. Y que el caso Leros (el acta secreta), fue un caso de intento de apropiación durante el gobierno de Bolsonaro. Intentaron comercializar los excedentes a través de empresas privadas vinculadas a Bolsonaro y al gobierno paraguayo”.

Posteriormente, la politóloga Cecilia Vuyk, planteó ampliar la mirada para dimensionar lo que significa revisar el tratado de Itaipú para el pueblo paraguayo y brasileño: “Cuando el tema se aborda en Brasil, se aborda como un caso paraguayo, de solidaridad. Sin embargo, quien viene pagando gran parte de esa corrupción, vienen siendo las familias brasileñas que están pagando la deuda, con el aumento de sus servicios de energía. Más del 90 % ha salido de trabajadores del campo y la ciudad de Brasil, no es un problema solo paraguayo”.

Resaltó que el tratado: “Ha sido una herramienta de los grupos de poder de Brasil y Paraguay”. Instaló la pregunta: “¿Dónde queremos estar en el 2073? 2023 es mañana, es hoy. Nos estamos jugando 50 años el futuro de Itaipú, que es el futuro de nuestros países”.

Vuyk fue contundente al señalar que hasta la fecha, la represa ha sido útil para el enriquecimiento de los grandes grupos de poder. “Tenemos esta ventana de oportunidad, para plantear puntos centrales y revertir esta situación”, expresó.

Denunció que hasta la fecha, el Gobierno de Mario Abdo Benítez, no cuenta con una estrategia pública nacional para la renegociación de Itaipu. “Paraguay está con su quinto canciller en este gobierno, reflejando la debilidad de este gobierno en su política exterior.  Hay sí una estrategia de los grupos de poder. Una política de hechos consumados”, afirmó.

Aportó los siguientes elementos para la reflexión: “Amortización de la deuda, revisión del anexo C, instalación de agenda ciudadana, política y académica del tema de Itaipu, considerar las teorías de negociación internacionales y asimétricas, tener una movilización ciudadana es central para tener una buena respuesta”.  

Recordó que es clave plantear la libre disponibildiad de energía y que  no se puede debatir el marco jurídico sin mirar el contexto político.

El manejo del poder: integración para quién, Itaipú para quién

Imagen de la Campaña “Itaipu Ñane Mba’e”.

La investigadora paraguaya, Cecilia Vuyk, fue contundente al señalar que “no existe un tratado similar al de Itaipú, es un invento jurídico de las dictaduras para dar un blindaje para las grandes empresas asentadas en Brasil, la binacionalidad implica como carácter jurídico un blindaje, la información es binacional, pero no de los estados partes”.

Indicó que esta situación está normalizada, pero que es un invento que debe ser revertido. “Se debe anular el tratado y construir un manual de manejo nuevo. Actualmente no es manejado por el presupuesto general de cada país y no puede ser auditado. Hay un interés de los gobiernos de ambos países de que esto diga así”, denunció.

Planteó que recuperar el manejo político y la dirección de Itaipu, es recuperar la llave del desarrollo y que eso requiere, un nuevo esquema del manejo de Itaipu.

Al momento de ubicar la renegociación de Itaipú en el contexto electoral brasileño, el Prof. Igor Fuser, indicó que en Brasil: “Se tiende a postergar indefinidamente la cuestión, a mantener las cosas como están. Habrá esa tendencia de los sectores que más se benefician de esta situación”.

Luego agregó: “Con estas elecciones, Brasil tiene el congreso más reaccionario y conservador de nuestra historia. La izquierda tiene menos de un tercio del congreso. Caso Lula gane en la segunda vuelta, Lula tendrá que negociar en condiciones difíciles para conseguir un mínimo de gobernabilidad. No se puede esperar de esa mayoría de dos tercios tenga una actitud colaborativa y compatible con la búsqueda de una integración regional, justa y equitativa. La manera en que la cuestión de Itaipu es tratada es con un abordaje chauvinista, un nacionalismo tosco, bruto y desconectado de la realidad latinoamericana”.

Afirmó además: “Sectores hegemónicos del debate de Brasil, no ven la integración como vemos los profesores de las universidades brasileñas o los movimientos sociales. Esos sectores se expresan en la prensa. Cuando Lula y Lugo firmaron el acuerdo (en 2009), Lula sufrió críticas muy pesadas en Brasil por las pequeñas concesiones y pequeños ajustes en ese sentido. La prensa brasileña atacó como si él estuviese actuando contra el interés nacional brasileño”.

Considerando este contexto político, el Prof. Igor Fuser apuntó: “La participación de sociedad civil, de los movimientos sociales será decisiva. El medio académico que acompaña la cuestión también será muy importante. Pero es necesario llevar en cuenta que tenemos del otro lado, adversarios duros, un hueso duro de roer, debemos estar preparados para enfrentar todo tipo de argumentos falsos, sofismos y chauvinismos”.

Recordó que en paralelo, existe en Brasil un proceso de privatización de Electrobras, impulsado por sectores privados que tendrán interés en apropiarse en la diferencia de tarifa.

Finalizando, Cecilia Vuyk, referente de la Campaña Itaipu Ñane Mba’e, indicó que es el momento en que los pueblos organizados construyan una agenda popular de desarrollo integral para Brasil y Paraguay, para incidir en los gobiernos de ambos países”.

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