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La extrema derecha y su reproducción a nivel local: entrevista al filósofo Virgilio Antonio Cantero

¿Qué es la extrema derecha? ¿Es real?

La extrema derecha es un conjunto de ideas conservadoras basadas en posturas nacionalista de fuerte cuño racista y etnocentrica que se expresa en la xenofobia, la antiglobalización, el anticomunismo y una amalgamas de ideas, muchas de las cuales son falacias para justificar las posturas asumidas tendientes a la naturalización y legalización de una jerarquía que permiten el disfrute de privilegios a costa de la exclusión de otros, justificado muchas veces en la ley natural, la economía o la “naturaleza humana”

Podemos decir que la extrema derecha es un fenómeno que se consolida durante el siglo XX por la crisis de los sistemas liberales, teniendo como referencia más cercana el totalitarismo de carácter fascista y nacionalsocialista, siendo aún patente y dolorosos los estragos que han causado a mediado del siglo pasado y cuyos resabios siguen llegando a nosotros e inclusive parece actualizarse en el rechazo de principios democráticos y un discurso de odio con motivación diversa. Generalmente, desde algunos gobiernos hay un guiño hacia este sector, de manera abierta lo vimos con Trump o Bolsonaro.

Bolsonaro y Trump tratan medidas para "cortar todo apoyo financiero" a  Maduro | .::Agencia IP::.
Foto: C. Barria/reuters

¿Cómo se manifiesta esta corriente?

Podríamos decir que el factor común es el conservadurismo y tradicionalismo raso, es decir sin mayor cuestionamiento de los principios asumidos, el rechazo de sistemas políticos democráticos por ende de principios liberales sumado a un nacionalismo de carácter chauvinista además de anticomunista. También resalta en esta tendencia un marcado machismo y por ende un antifeminismo.  En estos últimos tiempos y más que nada en el contexto de la pandemia hubo una degradación extrema expresada en movimientos negacionistas, anti vacunas y terraplanistas, una especie de emporio de la ignorancia y estupidez humana. 

¿Cuáles pueden ser sus consecuencias?

Una sociedad violenta, injusta y por sobre toda las cosa distópica, lo que es terrible desde una perspectiva existencialista pues la existencia no es posible sin que en su horizonte exista una posibilidad de utopía.

A nivel local, ¿cómo se reproduce el mensaje de la extrema derecha?

Los partidos tradicionales y centenarios del Paraguay (y partidos satélites), a pesar de sus diferencias ideológicas desde la conducción comparten principios conservadores por lo que es normal ver de tanto en tanto en el seno de estos entes reproducirse discursos de extrema derecha, lo vimos mucho en el periodo posterior al golpe parlamentario del 2012, (que de hecho se encuadra muy bien a los mecanismos que utiliza la extrema derecha para hacerse con el poder.)

Por otro lado y como consecuencia directa de lo que fue la campaña anticomunista de la dictadura stronista, se reproduce con mucha frecuencia un discurso de odio, rechazo hacia “lo zurdo” como causante de los males del Paraguay, aunque, paradójicamente nunca tuvimos gobiernos o programas de gobiernos claramente de izquierda, esto se reproduce en el marco de la casi nula conciencia de clase de un amplio sector de la población paraguaya, producto a su vez de un profundo adoctrinamiento operado durante el gobierno de Stroessner.  

A nivel de CDE con mayor claridad se puede distinguir esta postura en el discurso de “Juancito” Pereira quien asume básicamente muchos de los presupuestos comentado más arriba También se ve en cierto sector de la Iglesia Católica donde al conservadurismo tradicional se suma el  conservadurismo teológico y litúrgico preconciliar (perimido) con una postura muy cercana al Lefevrianismo, que bien podría ser cuestiones internas de una institución, si es que esa institución no tuviese una adscripción masiva y por ende reforzando principio conservadores, llegando a ocupar espacios en una universidad pública bajo una denominación que recuerda a la criminal Liga Patriótica de la Argentina.

Últimamente hemos visto también una especie de “lobo solitario” apelando a un nuevo patriotismo sui generis, unificando símbolos patrios y extranjeros con una divisa en inglés, podríamos decir que este hecho ilustra muy bien la confusión intelectual de los portavoces de esta corriente.  Finalmente, un fenómeno jocoso es esa especie de culto hacia la música “13 Tuyuti” en el ámbito de la sociedad conservadora paraguaya aunque llamativamente no existe interpelación o compromiso con el presente a partir de los hechos históricos ahí narrados, así, en el presente el chaco es casi exclusivamente propiedad extranjera y unos de los lugares más deforestados en el mundo. Nada de eso interpela pero la música “le eriza la piel, boludo”. 

¿Cuáles pueden ser sus efectos a nivel local?

El conservadurismo siendo unos de los pilares de la extrema derecha ayuda a mantener el statu quo por lo que hace difícil aspirar a una sociedad más justa, a un verdadero estado de derecho y por sobre todo a la justicia social

 ¿Tanto la extrema derecha como la extrema izquierda son dañinas?

Todo extremo es dañino aunque en el caso de la llamada extrema izquierda habría que ver desde donde se gesta esa denominación, porque la izquierda en general surge como reacción a posturas de derecha por lo que las denominaciones y etiquetaciones en su entorno vienen con sesgos.

Virgilio Antonio Cantero, docente, formado en humanidades, ética y filosofía por el Instituto Superior de Estudios Humanísticos y Filosóficos de la Compañía de Jesús en Paraguay (ISEHF)

¿Qué hacemos como sociedad frente a esas ideas?

La respuesta es casi un cliché pero válida, apostar por la educación en clave de liberación popular, además de fortalecer los principios de la democracia, de la libertad, promover la participación ciudadana en el marco del diálogo a partir de puntos mínimos de convergencia por sobre todo en la clase popular.   En toda esta tarea la prensa es fundamental y más aún la alternativa, la que no se ve constreñida por intereses corporativos

En el contexto de la segunda Guerra mundial se repetía con bastante frecuencia que con el fascismo no se dialoga sino que se combate y el combate era real, tal es así que matar un fascista (Nazi por sobre todo) era un imperativo que no planteaba mayores dilemas morales o éticos. En la actualidad sigue siendo válida la idea del combate, un combate desde la razón, desde las humanidades por sobre todo como colectivo social comprometido con una mejor sociedad, con una utopía esperanzadora en su horizonte de aspiraciones.

Ya cada vez más cerca de las elecciones municipales, en dicha campaña reina mucho el mal uso de elementos patrióticos, casi siempre sin ninguna relación directa y válida con las funciones a que aspiran los candidatos a la intendencia o concejalía municipal respectivamente. 

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