InicioReseña"Eami" desafía al público y ofrece una verdadera poesía audiovisual

“Eami” desafía al público y ofrece una verdadera poesía audiovisual

Lo primero al destacar es el reparto, integrado en gran parte por integrantes de la comunidad indígena protagonista y también por actores profesionales, el grupo es conformado por Anel Picanerai, Curia Chiquejno Etacoro, Ducubaide Chiquenoi, Basui Picanerai Etacore, Lucas Etacori, Guesa Picanerai, Lazaro Dosapei Cutamijo entre otros.

Este drama ecológico con rasgos sociales nos presenta a Eami que significa ‘bosque’ en ayoreo y también significa ‘mundo’. El pueblo indígena ayoreo-totobiegosode no hace distinción: los árboles, los animales y las plantas que los han rodeado durante siglos son todo lo que conocen y ahora viven en un área que experimenta la deforestación más rápida del planeta.

La música de Joraine Picanerai y Fernando Velázquez Vezzetti es algo ausente como tal pero muy presente en los diferentes sonidos, que por segundos expresan la vida de la selva y como esta es invadida y violada por el hombre blanco,

La fotografía de Guillermo Saposnik no desperdicia ningún segundo en escena, mostrando los colores, los tamaños y los diferentes estados de la materia en que la naturaleza se presenta en ese ambiente, un montaje nada convencional para una película totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados.

Pero esa costumbre comercial que nos lleva a consumir película se encuentra con algo particular, que es la dirección y el guion de Paz Encina, una cineasta paraguaya que nos tiene bien servidos en cuanto a un muy peculiar, algo ya visto en sus otros trabajos.

Mucho simbolismo, mensajes ocultos que obligan a la reflexión de lo que esta sucediendo en nuestro país con la explotación de recursos y con la falta de respeto que tienen nuestras autoridades y nosotros como sociedad con los pueblos originarios.

 Sin embargo, la película tiene sus obstáculos, como la lentitud y la carga grande de detalles que el espectador común no podrá digerir con facilidad, ya que casi todo lo que reproduce la cinta esta relacionado con la cultura de los ayoreo-totobiegosode.

Pero superado todo eso, igualmente “EAMI” es una cita obligatoria con la poesía audiovisual, que como todo buen libro exige mucho de su público, pero hace valer la pena cada momento en la sala de cine, una obra que deja al espectador pensando y analizándose su papel en una de las tantas problemáticas nacionales. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Must Read

spot_img