El éxito de esta versión 2023 de Super Mario es arrollador. Menos de 10 días tras su estreno oficial, la cinta ha sobrepasado holgadamente los 400 millones de dólares de recaudación, contra 100 de presupuesto de la película. Este triunfo de Nintendo sin duda tiene su cuota de historia y de aprendizaje.
Treinta años atrás, salía la primera peli de Mario Bros. (¿alguien la recuerda?), histórica por ser el primer largometraje live action basado en el universo de un videojuego. La cinta fue un rotundo fracaso, tanto de público como de crítica. Estos últimos cuestionaron principalmente el poco apego del film a referenciar el videojuego original: su carácter era mucho más libre, más adulto, e incluso algo experimental.
Este fiasco llevó a Nintendo a dudar en volver a utilizar a su personaje más famoso en una película, por muchos años. “Super Mario Bros. La Película” (2023) rompe con esta maldición de varias décadas haciendo todo lo opuesto a aquél primer largometraje: desde un comienzo la cinta bombardea con referencias que son un constante guiño a la memoria afectiva del público.
Mario y Luigi, plomeros inmigrantes de Nueva York
La trama inicia en el “mundo real”, mostrando a Mario y a Luigi de una forma muy humana, como hermanos de ascendencia italiana que se dedican al noble oficio de la plomería en la caótica ciudad de Nueva York. Particularmente interesantes y cálidas son las escenas en donde se muestra a la numerosa familia de ambos, sin duda merecedora de algún tipo de spin off en algún momento.
La acción arranca cuando ambos son llevados accidentalmente por una tubería a planos muy distintos: Mario aterriza en Reino Champiñón, gobernado por la Princesa Peach, mientras que su hermano Luigi cae en las Tierras Oscuras, donde se hace prisionero del villano Bowser.
La consigna es, pues, rescatar a Luigi y a la vez refrenar las ambiciones de Bowser, quien desea casarse con la Princesa Peach y amenaza con destruir Reino Champiñón si ella se niega. Empieza así un viaje plagado de referencias al videojuego, en donde hacen su aparición tanto los clásicos coadyuvantes de Mario como sus antagonistas.
Se destacan la superior calidad gráfica y la agradable paleta de colores, así como los diseños de los personajes, sencillos pero a la vez respetando detalles que le dan cierta profundidad. El soundtrack también usa y abusa de la clásica “Ground Theme” de Super Mario, además de otras canciones del videojuego, algunas insertadas de forma sorpresiva (no te lo vamos a spoilear).
Una trama sencilla pero efectiva
Si podemos buscar algún pero en este “Super Mario Bros. La Película”, sin duda estaría en la trama. Los videojuegos tienen su propia lógica y su propio lenguaje, diferente al lenguaje cinematográfico, y al intentar insertar éstos de forma casi literal en una película, inevitablemente se crean inconsistencias.
La acción de la película es rápida y a menudo no hay mucha explicación, o encuadre lógico dentro de ciertas situaciones. Por ejemplo, la Princesa Peach inmediatamente acepta que Mario le acompañe en su misión, a pesar de que ella es una Princesa y él un completo desconocido para ella, sin ninguna experiencia para la tarea que deben realizar. Lo mismo pasa con Toad, que cae casi del cielo: los personajes aparecen, la aventura se desenvuelve y ya, así como no siempre en el Nintendo te explicaban por que de repente tenias que estar bajo el agua, o en una tubería, o entre las nubes volando (y si había explicación, te salía en japonés…).
Esto por momentos disminuye un poco la emoción que pueda llegar a transmitir la historia. No obstante, la rápida acción, los buenos diálogos y la diversidad de los escenarios lo compensan y de buena manera, creando una cinta ligera y entretenida para fans de todas las edades.