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Si le permiten jurar, Kimberly Ayala podría ser la primera abogada trans en Paraguay

“En todos los ámbitos de la vida en sociedad ser mujer trans es una batalla, porque estamos expuestas a comentarios irrespetuosos y a ser vistas como peligrosas, no somos peligrosas el mundo es peligroso para nosotras”, dice Kimberly.

A sus 29 años de edad, ella cuenta que empezó su transición hasta identificarse como Kimberly cuando inició sus estudios en la facultad y culminó la carrera como mujer trans. Actualmente, tiene una buena relación con su familia. “Me dan su amor y apoyo incondicional en todo momento y estoy muy agradecida por eso”, expresa.

Sin embargo, su paso por las instituciones educativas no fue fácil. “Sufrí discriminación en todos los ámbitos ya sea escolar o universitario”, comenta.

Actualmente, pese a que egresó de la carrera de Derecho de la UNE como parte del Cuadro de Honor, no puede ejercer su profesión y trabaja en una peluquería. Este lunes, con el respaldo y acompañamiento de referentes de varias organizaciones, presentará nuevamente su pedido de juramento ante la Corte Suprema de Justicia en Asunción.

El pedido será acompañado por abogados/as y referentes de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), Amnistía Internacional, Diversxs, la Red Paraguaya de la Diversidad Sexual (REPADIS),  Coalición TLGBI, Its Gets Better Paraguay y la Red Contra Toda Forma de Discriminación.

Discriminación y derechos negados  

Kimberly vestida con su toga, el día de su acto de graduación como abogada de la UNE. (Foto: Gentileza)

A 5 años de haber culminado la carrera, no tiene matrícula de abogada y por lo tanto no puede ejercer su profesión. Intentó jurar varias veces, pero sólo encontró rechazo en la máxima instancia judicial. “El único argumento que se dignaron en dar fue que mi imagen no correspondía con mi nombre masculino, porque ni siquiera dieron una explicación concreta de por qué me lo estaban negando”, cuenta.

Julia Cabello, abogada que trabaja con CODEHUPY y Amnistía Internacional, asegura que “en términos jurídicos, Kimberly cumplió con absolutamente todos los requisitos para lograr su juramento y matriculación como profesional del derecho”.

Ya presentó todos los documentos habilitantes solicitados por el Poder Judicial. La abogada aclaró que Kimberly, en este acto concreto de solicitud de juramento y matriculación, no pide el cambio de nombre, sino simplemente que su imagen actual esté reflejada en su documento habilitante de profesional del derecho.

La defensora comentó que el propio Departamento de Identificaciones expidió la cédula de identidad con el nombre legal y su imagen actual. “Mal podría la Corte Suprema de Justicia, entidad que debe garantizar los derechos por excelencia, ser la que deniegue los que corresponden a Kimberly. Y además, sería absurdo consignar una fotografía en sus documentos que no correspondan a su imagen actual”, afirma.

El reclamo de Kimberly Ayala está fundamentado en los artículos  25, 33, 35, 40, 46, 47, 86, 88 y 107 de la Constitución Nacional. Estos artículos refieren al derecho a la libertad de expresión de la personalidad, a la intimidad, a los documentos identificatorios, a peticionar ante las autoridades, a la igualdad de las personas y las garantías de la igualdad, al derecho al trabajo, a la no discriminación y a la libertad de concurrencia.

El deber del Estado

La abogada Julia Cabello señala que el Estado debe dar este paso “para realmente hacerse eco de su disposición constitucional de no discriminación, de conceder a las personas igualdad en dignidad y derechos”.

“Las personas trans fueron y son históricamente discriminadas y violentadas. Se necesita acompañar los derechos de este colectivo desde todos los frentes, desde lo jurídico, social e institucional. Todo debe ir construyéndose en paralelo. Y sobre todo, el Estado debe tener acciones concretas que la Constitución impone respecto a remover todos los obstáculos que propicien o mantengan la discriminación”, indica.

Paraguay no cuenta con una ley de identidad de género y tampoco existe una ley contra toda forma de discriminación. “Somos el único país de la región que no cuenta con una ley de este tipo. La sola reacción, tan virulenta, de tanta gente que expone prejuicios ante justas reivindicaciones como las de Kimberly es la sola muestra de que una ley contra toda forma de discriminación es necesaria, porque desde lo institucional también se puede construir, desde pautas claras respecto a la concienciación, al trabajo conjunto”, dice Julia Cabello. 

Actualmente, dos mujeres trans han solicitado cambio de nombre y sus casos fueron judicializados. Ambos se encuentran en entendimiento de la Corte Suprema de Justicia.

“Necesitamos una ley contra toda forma de discriminación, esta ley es muy importante porque no solo vale para la comunidad LGBTI sino para indígenas, campesinos, y toda persona que se sienta discriminada en cualquier aspecto de su vida”, finaliza Kimberly.

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