Con la denominación de operativo “Turf” se busca desmantelar una red internacional que traficaba cocaína desde el Brasil a Europa. En ese contexto, las autoridades paraguayas trabajan en conjunto con la Policía Federal del Brasil.
Una intervención se realizó en una fábrica de Ciudad del Este y la otra en el conocido barrio privado Paraná Country Club, en Hernandarias, Alto Paraná. Los fiscales antidrogas Manuel Rojas y Elvio Aguilera lideraron los dos allanamientos.
Precisamente en Hernandarias se presume que estuvo Lindomar Furtado, presunto narcotraficante quien residía el Paraná Country Club y cuya casa fue allanada. Sin embargo, logró huir en un vehículo de la marca Toyota, modelo Hilux, de color azul, conducido por su pareja Gladys Duarte, mientras que la comitiva fiscal y de la Senad era retenida en la portería del PCC.
Aparentemente, los guardias del Country no dejaron que los agentes ingresen rápidamente, y se presume que eso le dio tiempo a Furtado para escapar. Por tal motivo, fueron detenidos 20 agentes de seguridad del lugar.
Uno de los aspectos que más llama la atención de este caso es que el presunto narco contaba con orden para circular libremente en Paraguay, a pesar de sus 67 causas en Brasil. Según mencionó la Interpol, en Paraguay no contaba con orden de captura.
Lindomar Furtado fue beneficiado con un habeas corpus para circular libremente y no ser aprehendido. Dicho documento firmado por un juez penal de Garantías prohibió a los miembros de la fuerza pública ejercer la aprehensión del mismo a menos que sea en flagrancia de un crimen o delito.
Carlos Vera Ruíz, juez firmante, argumentó que otorgó el hábeas corpus al brasileño debido a que, supuestamente, era extorsionado por policías y que su determinación se basó en un informe de Interpol donde no existe orden de captura contra el mismo.
Furtado era una persona muy importante en este esquema delictivo que hace dos años la Policía Federal investiga con ayuda de la DEA de los Estados Unidos y la colaboración de fuerzas de seguridad de Francia, Marruecos, Bélgica y España.
El otro allanamiento se llevó a cabo en una fábrica de blindajes “Black Eagle”, ubicada en el parque empresarial San Juan, bloque B, del barrio San Juan de Ciudad del Este. La empresa pertenecería al investigado.
Uno de los objetivos logró ser detenido en Brasil: Marcus Espínola Marques de Padua, según informó el fiscal Doldán. El procedimiento cuenta con la cooperación de fuerzas internacionales de Paraguay, España y Emiratos Árabes Unidos (Dubai).
La Operación Turf se realiza luego de más de 18 meses de investigación, con un despliegue de 200 policías federales, para cumplir 20 órdenes de captura y 30 allanamientos dispuestos por los juzgados de Río de Janeiro, Sao Paulo, Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso.
