Nomadland es una de esas películas cautivantes y tranquilas, que siempre aparecen para acaparar nominaciones, cosa que justamente lo está haciendo sin ningún problemas.
La sinopsis nos habla de una mujer que después de perderlo todo durante la recesión, se embarca en un viaje hacia el Oeste americano viviendo como una nómada en una caravana. Tras el colapso económico que afectó también a su ciudad en la zona rural de Nevada, Fern toma su camioneta y se pone en camino para explorar una vida fuera de la sociedad convencional como nómada.
Por minutos la cinta se concentra en mostrarnos eso, cómo es vivir en un vehículo, los problemas que eso conlleva operativamente y hasta socialmente, además hay que agregar el punto económico, si en latinoamérica tenemos los asentamiento sociales, en Estados Unidos tienen a los nómadas, personas de escasos recursos que no tienen otra salida que salir de ciudad en ciudad realizando trabajos informales.
Con la música de Ludovico Einaudi y la fotografía de Joshua James Richards esta obra llega a un nivel contemplativo, de una forma tranquila y bella, con atardeceres increíbles, aprovechando cada paisaje que ofrece cada localidad.
La dirección y guión de la estadounidense de origen china Chloé Zhao nos muestra la tercera edad en una situación vulnerable de una forma diferente, llegando a una etapa donde avanzar y hasta crear lazos sentimentales se hacen más difíciles.
Con un reparto sólido integrado por David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier y sobre todo Frances McDormand, Nomadland se convierte en un retrato duro de la desigualdad que reina en el país del norte pero que también se puede sentirse identificada en otras partes del mundo.
Zhao y Frances McDormand, en la cumbre de su arte, construyen un reflejo ficcional cargado de entereza y sensibilidad, presentan una vida nómada pero no una película nómada ya que nunca pierden el norte.
