La organización del encuentro estuvo a cargo de la Coordinación Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores – CONNATs Paraguay y la Asociación Callescuela.
El tradicional encuentro empezó en la mañana del sábado 13 de agosto con un emotivo acto de apertura, en el Sitio de la Memoria y Centro Cultural 1-A, situado en el barrio Santísima Trinidad. A su vez, los y las educadores que acompañan a las organizaciones de niños, niñas y adolescentes participaron del Encuentro Pedagógico con la temática: Las Infancias: Trabajo, salud y educación en la post pandemia “Las miradas presentes y futuras desde la organización, la solidaridad y la dignidad”.
Informaron que ambas actividades las hicieron en memoria y homenaje a los niños y niñas; y a los adolescentes trabajadores fallecidos, desaparecidos y sobrevivientes del incendio ocurrido en el ex Supermercado Ycuá Bolaños el 1 de agosto del 2004 y a los niños trabajadores que desde la calle abrieron puertas en las paredes para salvar vidas; también a los miembros de su organización y educadores que ya no están físicamente, por su entrega, constancia, dedicación y compromiso hacia la infancia trabajadora.
Luego, las niñas, niños y adolescentes del Bañado Sur, del campo, indígenas, y niñas, niños y adolescentes que trabajan en los mercados, en las calles, en sus casas o en casa de terceros se reunieron para revisar la situación en la que se encuentran en relación a la crisis económica, las políticas públicas, la violencia y sobre el derecho al acceso a la tierra, la vivienda, al trabajo en buenas condiciones, a la educación, a la salud y a la ternura.
También reflexionaron acerca de lo que significa ser niña y ser niño en un mundo pos-Covid. Esta reflexión se realizó a través de juegos, dinámicas, plenarias y exposiciones participativas en Don Bosco Róga, Asunción. Así, construyeron un pronunciamiento que compartieron este lunes con toda la ciudadanía, expresando sus conclusiones, sus sentires y sus sueños.
Parte del pronunciamiento expresa lo siguiente: “Nosotros resistimos al hambre y la ausencia del Estado con las ollas populares y comunitarias, con la producción y la entrega solidaria de alimentos, donde nuestras familias y nuestras comunidades fueron claves. Pudimos cumplir con las tareas escolares, porque nos organizamos con las fotocopias y así pudimos presentarlas. Nos organizamos y resistimos a la pandemia, a través de la organización, la articulación y el protagonismo de los NNATs de la ciudad, del campo y de los indígenas”.