De la generación de los médicos que lucharon en el Hospital de Clínicas contra dictadura de Stroessner, Esperanza Martínez recuerda aquellos años con un fervor y compromiso de cambio que la mueve hasta hoy. Actualmente es senadora de la Nación, forma parte del Frente Guazu y fue ministra de Salud durante el Gobierno de Fernando Lugo. Ahora está inmersa en un proceso político que busca la unidad de la izquierda y propone su candidatura a la Presidencia de la República.
“No creo en un mesías ni en una súper mujer. Creo en los equipos, en los grupos y en la organización de la gente. Que mucha gente unida vamos a hacer las transformaciones necesarias”, comenta.
Esperanza Martínez llegó este jueves a Ciudad del Este y se reunió con miembros de su partido Participación Ciudadana y referentes de sectores sociales que apoyan su precandidatura. Organizan un “Encuentro con Esperanza” a realizarse este viernes a las 18:30 en el Centro de Eventos Kampay, ubicado en el kilómetro 5 y medio La Blanca.
“Lo que vamos a vivir mañana va a ser un momento de encuentro. Esta es una opción de vida. Hoy soy senadora, mañana puedo ser presidenta y luego puedo ser nada y voy a seguir trabajando”, comenta al invitar a la gente a participar del evento.
¿Por qué quiere ser presidenta?
“Por muchas razones. Porque creo que tengo la capacidad para hacerlo. Pero no solo por capacidad intelectual, sino por vocación de servicio público. Porque tengo habilidades para el trabajo colectivo y el relacionamiento democrático”, responde.
Y agrega: “No basta saber lo que hay que hacer sino cómo hacerlo y eso hay que hacerlo como un proceso. Es momento de apostar a los cambios”.
En este contexto en que Paraguay es escenarios de megaoperativos antidrogas con la incursión de organismos internacionales, la senadora analiza: “Es como ver Narcos Paraguay por Netflix. Todo lo que parece una película de ciencia ficción es una realidad. Vemos que tenemos un país con tanta riqueza pero lleno de bandidos, ladrones y mentirosos. No hay otra manera de cambiar que confrontarlos”.
Esperanza Martínez, más allá de las elecciones plantea la importancia del proceso de participación ciudadana. “Quiero ser presidenta y voy a hacer mi mayor esfuerzo para llegar. Pero me interesa el proceso, eso que está haciendo que la gente se acerque y un programa progresista”, expone.
Incluso realiza una crítica a lo que fue el Gobierno de Fernando Lugo, donde asumió el Ministerio de Salud Púbica. “Llegamos y no sabíamos que íbamos a hacer. Ahora tenemos 2 años para debatir con la gente y tener una hoja de ruta con al menos 3 o 5 transformaciones que queremos hacer”, expresa.
Agregó que un objetivo no menor es el valor de su candidatura como mujer a la Presidencia del Paraguay. “Es un valor importante para las feministas y qué bueno que haya mujeres. Nosotras las compañeras tenemos una tarea fuerte de instalar la igualdad y el empoderamiento. Cuando las mujeres podamos ser capaces de convivir y crear relaciones y no ser instrumentadas, o la designada para hacer lo que otros no quieren hacer, las cosas van a cambiar”, afirma.
Con relación al proceso de diálogo que apunta a la construcción de la unidad de la oposición, Esperanza Martínez es bastante clara: “Sabemos que apuntamos a una unidad que no va a ser granítica. Hay gente de la oposición que no es oposición y eso lo sabemos. Hay gente que no es colorada pero su misión es reforzar este modelo de corrupción y exclusión. No queremos ser alternancia sino una alternativa diferente”.