Estrenada en el 2018, fue nominada al Oscar de mejor animación ese año y perdió contra “Coco”. La cinta tiene una duración de 93 minutos y contó con la producción de nada mas y nada menos que la actriz, directora y producto Angelina Jolie.
Es un drama bélico ambientado en el Afganistán bajo el régimen talibán y cuenta la historia de Parvana, una chica de once años que vive en la capital, Kabul, durante el periodo de dominio de los extremistas. Al ser su padre detenido, los miembros de la familia se quedan sin recursos y, debido a que las mujeres tienen prohibido ganar dinero, deciden transformar a Parvana en un chico para poder trabajar.
Ya hablando de la película, nos encontramos en la música con el trabajo de Jeff Danna y Mychael Danna, quienes, acompañados de una animación perfecta, funcionan muy bien en el aspecto creativo y emocional por su impecable tratamiento de la forma y su sobria narrativa en su radical y consecuente apuesta por un tratamiento poético de las imágenes.
El guion de Anita Doron y Deborah Ellis, describe minuciosamente (quizá con menos agilidad narrativa de la necesaria) las miserias y penurias de una familia afgana durante el régimen talibán. Muy dura, pero, sobre todo, muy fuerte y necesaria, más aun con la actualidad que vive dicho país.
La trama trabaja sus temas con sensibilidad y respeto, convirtiendo una historia sobre el papel de la mujer en una sociedad machista y patriarcal en un film tan enriquecedor como divulgativo, e incluso lúdico, tiene potencial para superar la prueba del tiempo y convertirse en un pequeño clásico a reivindicar.
La dirección de Nora Twomey es un concienzudo trabajo con el dibujo, unos personajes repletos de aristas, nos habla de los derechos de las mujeres, pero también, y sobre todo, de la solidaridad. Brillantísima y dolorosa. Una historia que es tan vibrante como desgarradora. Y con momentos agradables de humor confronta directamente la misoginia y el chovinismo del Afganistán contemporáneo, sugiriendo con fuerza que las historias pueden servir para salir adelante y para lograr el cambio.
Bonita, sensible y muy triste, “El Pan de la Guerra”, es una excelente opción para disfrutar sola o en compañía de la familia, aprovechando su disposición en la plataforma de Netflix.