Con 156 minutos, se puede disfrutar de este musical romántico con toque de drama, ubicado en el medio de una sinopsis entre pandillas callejeras, odio racial en la adolescencia vivida en los años 50´s. Los adolescentes Tony y María, a pesar de tener afiliaciones con pandillas callejeras rivales, los Jets y los Sharks, se enamoran en la ciudad de Nueva York en la década mencionada.
La tierra de las oportunidades, con todos sus obstáculos es bien presentada con la poderosa y contagiante música de Leonard Bernstein y una atrevida y dinámica fotografía de Janusz Kaminski que solo logran sacar lo mejor de la coreografía de Jerome Robbins.
El guión de Tony Kushner nos presenta un amor que realmente faltará el respeto a todo lo impuesto por la sociedad, con un elenco maduro integrado por los fantásticos Rachel Zegler y Ansel Elgort, quienes fueron apoyados por David Alvarez, Ariana DeBose, Rita Moreno, Mike Faist, Josh Andrés Rivera, Corey Stoll, Brian d’Arcy James, Maddie Ziegler, Ana Isabelle, Reginald L. Barnes y Jamila Velazquez.
La dirección de Steven Spielberg quien lo hace por primera vez con un musical entrega una obra maestra de la repetición de 1960, consiguiendo un destaque idéntico y completamente diferente a la vez para verlo todo por primera vez.
En la puesta en escena brillan todos los años de oficio de Spielberg, sin dejar de hablar de los números musicales pero también del uso de los colores y los elementos del decorado para entregar un magnífico diseño de producción.
Esta versión aporta ahora muchas ganas y una factura impecable, que ha logrado crear un gran espectáculo en busca de la resurrección de las salas de cine.
Así como lo hizo hace 62 años, “Amor Sin Barreras”, logra instalar un tema delicado como la xenofobia desde un musical alegre, real e infelizmente con un tema tan vigente como nunca, mostrando como reflexión que el odio y la violencia solo trae mas de eso, además de marcar la pauta de que esta generación es el resultado de la generación que estuvo antes.
