Este drama de época nos presenta a Anne Shirley, una niña huérfana adoptada por dos hermanos que viven en un pequeño pueblo pesquero a principios del siglo XX.
Derechos Humanos
Con una premisa super sencilla, los responsables de adaptar el guion: Moira Walley-Beckett, Kathryn Borel, Naledi Jackson y Shernold Edwards, desarrollan temas sensibles, como la convivencia en comunidad, la bondad con el prójimo y la humildad, además de tomar puntos más delicados como principalmente el feminismo, la esperanza, el racismo, la familia y la masculinidad toxica.
Y una de las cosas más destacada es la manera con que desglosa cada uno de estos puntos, ya que no lo hace de forma de reclamo ni nada parecido, solo te presenta de forma sutil y deja que la conclusión lo tenga el público, confía en la capacidad de este y eso siempre es admirable.
Desafío de vivir en una sociedad diversa
Con un reparto encabezado por Amybeth McNulty y completado por Geraldine James, R.H. Thomson, Dalila Bela, Lucas Jade Zumann, Aymeric Jett Montaz, Helen Johns, Christian Martyn, Kyla Matthews, Corrine Koslo, Ryan Kiera Armstrong, Ella Jonas Farlinger y Stephen Tracey. Nos obsequian una trama que tiene como base la diversidad y el desafío que esto trae para sus personajes.
Sin villanos, ni héroes muy marcados, la trama nos muestra personajes muy complejos, haciendo entender que la escala de grises es muy variada y que siempre hay espacio para la transgresión ante un sistema que estuvo, esta y estará desfasado para una realidad que fue, es y siempre será.
Cuestiones técnicas
Por su parte, la música de Ari Posner y Amin Bhatia, con la fotografía de Bobby Shore, Jackson Parrell y Catherine Lutes realmente nos integran en los paisajes y los sonidos que son parte del mundo de Anne y el resto de sus personajes.
Mención de honor para el trabajo realizado en lo que se refiere a vestuario, escenografía y locaciones, que prácticamente son perfectos en cada centímetro expresado y recuerdan los mejores trabajos realizados en clásicos del western.
“Anne with an E”, nos recuerda la importancia y belleza de las palabras, todo acompañado con mucha imaginación. Nunca dejando de ser atrevida y divertida. Una historia segura y vibrante de lo que busca y consigue maravillosamente dar vida y añadir profundidad a una historia relativamente simple.
Te hará reír y llorar en cada uno de sus 27 episodios de una hora de duración de sus 3 temporadas y totalmente disponibles en la plataforma de Netflix.