Verónica Inés Lambaré Fernández tiene 22 años y aunque está en etapa de tesis de la carrera de Ingeniería Civil, tiene tiempo para dedicarse a la apicultura, que según comenta, es una herencia familiar que le apasiona. “Nació muchas generaciones atrás, ante la necesidad de autoabastecerse, ya que la miel además de ser un endulzante natural tiene otras múltiples aplicaciones”, cuenta.
Dice que le inspiró la pasión y dedicación que sus padres le ponen al oficio. “Desde pequeña ellos siempre me explicaron la importante función de estos seres en la naturaleza y fue así que nació en mí el deseo que ser partícipe de esta inigualable tradición familiar. Ser apicultora me da una satisfacción enorme, ha cambiado mi modo de vivir y me hace muy feliz contribuir desde este modo con el cuidado del medioambiente”, agrega.
Apicultura familiar, desde hace 30 años
“Al comprar la propiedad, mis padres ya destinaron un sector para las abejas instalando un par de cajas y luego con el paso de los años, el apiario fue creciendo”, relata Verónica Lambaré.
Ella se involucró desde muy pequeña, cuando tenía 6 años de edad. “Prácticamente crecí con ellas”, recuerda. Actualmente, son 6 personas en la familia quienes se dedican a la apicultura y exclusivamente producen miel.
“Puede ser muy rentable si el apicultor elabora y aplica una metodología adecuada. La apicultura es una preciosa actividad, pero para dar los primeros pasos necesitás ayuda y conocimientos, porque las abejas pueden ser muy peligrosas cuando no sabes lo que estás haciendo”, explica.
Verónica Lambaré considera que desde el Estado, deberían existir políticas públicas para promover la apicultura a nivel nacional. “Atendiendo a que la demanda de consumo nacional es de 3.000 toneladas, pero en nuestro país se producen solamente 1.000”, comenta.
Sobre los estudios científicos que advierten sobre peligro de extinción que corren las abejas, debido al avance del agronegocio y los monocultivos en Paraguay, reflexiona: “Lastimosamente muchas personas no dimensionan la importancia real de las abejas. Urge analizar y adoptar estrategias de producción comercial sustentables con técnicas agroecológicas así como las implementadas en Europa, por ejemplo. También es muy importante que se regule estrictamente el uso de agroquímicos en nuestro país. Del mismo modo es importante que cada persona sea consciente de que desde el lugar donde esté puede realizar acciones para proteger a las abejas”.
Las personas interesadas en probar la miel que producen, pueden hacer sus pedidos al (0991) 451-079 o visitar la Granja Santa Elena, ubicada en el Km.7 sobre la Avda. Perú en Ciudad del Este.
