Eran mediados de los 80 en la entonces aún llamada Ciudad Presidente Stroessner, cuyos habitantes ignoraban que solo le quedarían un par de años más con ese nombre. Entre orquestas bailables y la música latina que empezaba a despegar, se destacaba una banda de chicos apenas adolescentes, aún en época de colegio, que evocaban las guitarras arpegiadas y las voces melódicas de bandas como The Smiths, Joy Division y U2.
El conductor de nuestra historia es Sergio “Banana” Pereira, figura consagrada en la escena asuncena por haber sido vocalista de La Secreta y también por su proyecto solista, Banana Pereira y La República. Sin embargo, no todos saben que Sergio se crió en Ciudad del Este: estudió en el Colegio Area 1 y allí conoció a varios de sus compañeros que formarían parte de Octubre Rojo, en donde “Banana” se inició en la música, no como vocalista, sino como baterista.
Sergio viene de una familia con gran tradición musical. Es sobrino del famoso compositor paraguayo Juan Carlos Moreno González (autor de “La Chiperita”) y primo del guitarrista José “Polla” Taboada (Revolber, Vecindad Autopsia, Stógeno), a quién “Banana” no pierde la oportunidad de elogiar: “es uno de los mejores guitarristas que tenemos acá, un genio”. A los catorce años, el joven Sergio recibió una batería como regalo de cumpleaños, cosa que terminaría marcando su destino.
“No nos dimos cuenta de lo que hacíamos, lo hacíamos nomás”
Octubre Rojo se forma en 1986, entre compañeros del colegio Área 1. Los fundadores fueron Alejandro Rubín (apodado “Plaga”) en la guitarra y Sergio Pereira en la batería. “’Plaga’ es un compositor de la gran puta, un guitarrista muy bueno también. Con el empezamos todo”, relata Pereira. “Tuvimos varias facetas. Empezamos primero yo, él y amigos de colegio. Después cuando se hizo más oficial, le invitamos a que entre como vocalista a Hugo Solís, que era de Área 4, y era muy buen compositor también. Con él hicimos cosas muy buenas. Grabamos por ejemplo la canción ‘Reina del Cielo’, que es alucinante”.
“Era un grupo bastante interesante, porque no había otra banda con ese estilo en ese entonces. Teníamos una influencia muy loca, de Legião Urbana mezclada con U2, con The Smiths, toda la onda que se escuchaba en aquella época, y con nuestras canciones. Mostrábamos eso en canciones propias”, explica “Banana”, al tiempo que también comenta que la etiqueta ‘post-punk’ se desconocía en aquel entonces. “Agarramos varios estilos, pero al final se quedó con esa etiqueta, un post-punk muy loco. Que nosotros en el momento no nos dimos cuenta de que hacíamos, nosotros hacíamos nomás. Sin querer salía eso, y salía algo de la gran puta, bastante único”.
En su momento, la banda contó con buena aceptación de público dentro de la escena rockera esteña de entonces. “Octubre Rojo era bastante interesante para la gente, porque no había otros con ese estilo en aquel momento”, cuenta Sergio. “Tocamos en varios festivales, estuvimos por ejemplo en un concierto junto a RH Positivo en una radio ahí en Km 10. Y reventamos”.
Esta formación del grupo, con Hugo Solís en la voz, llegó a grabar un demo de 8 temas en Paraguay Musical, histórico estudio ubicado en el Mercado de Abasto de Ciudad del Este. Este registro actualmente se encuentra perdido, aunque Pereira tiene esperanza de recuperarlo y remasterizarlo para una futura reedición.
“El ultimo show de Octubre Rojo terminó en un moquete Ciudad de Este vs. Asunción”
En 1991, tras varios años de actividad musical, el guitarrista Alejandro Rubín se muda a Asunción, y con ello, la banda entra en pausa. Hasta que en el 93, Sergio Pereira se muda también a Asunción y se vuelve a juntar con Alejandro para revivir Octubre Rojo, esta vez afincados en la capital del país.
Pero aparte de la mudanza de ciudad, la agrupación tendría otro cambio, aún mayor: “Banana” Pereira pasaba de ser baterista a ser el vocalista de la banda. “Acá en Asunción yo empecé a cantar con Octubre Rojo. Y ahí fue otra faceta totalmente. Empecé a descubrir el lado vocal de mi onda. Y en ese momento fue que dije ‘yo voy a ser vocalista, que puta’”, cuenta Pereira.
“Hicimos varios shows en Asunción con esa formación. Eramos ‘Plaga’ en la guitarra, Robert Rubín (hermano de ‘Plaga’) en la otra guitarra, ‘Tujá’ Telesca (uno de los dueños de Zona Urbana) en el bajo y yo en la voz. Todos eran de Ciudad del Este, eso era muy loco, todos los que formábamos parte de Octubre Rojo acá en Asunción, éramos de CDE. Y fue alucinante. Esa creo que fue la mejor época del grupo”.
En esta etapa, la banda también grabó varias canciones en estudio, que llegaron a pasarse por la radio, aunque nunca fueron publicadas de manera oficial. “Eran otras épocas. No había los recursos ni la difusión que hay ahora. Era más a pulmón. No te daban espacio en las radios, no te daban bola. La única radio que se fijó en nosotros fue la Rock & Pop. Ellos nos hicieron el aguante mucho tiempo. Hicimos varios shows acústicos ahí en la Rock & Pop que estuvieron muy buenos”, cuenta “Banana”.
“Hasta que en 1996 Alejandro se hizo cónsul y se terminó el grupo. Alejandro me rompió el corazón (risas), porque él era mi mano derecha. Hicimos el último show de Octubre Rojo acá en Asunción, en un boliche, ese año. ¡Y reventamos! Tocamos con Gaudí me acuerdo, y fue alucinante. Los de Gaudí se volvieron locos, se subieron a tocar con nosotros, quilombo armamos. Y al final se armó un moquete, un cago de risa fue. Se armó un moquete Ciudad del Este contra Asunción ahí en el boliche. Icónico fue, los perros de CDE rompieron todo el local, desastre hicieron. Y ese fue nuestro último show (risas)”.
Post-Octubre Rojo: Enemy Sucsex, Repúblika y La Secreta
Tras la disolución de Octubre Rojo, “Banana” Pereira siguió muy activo en la escena musical: fundó la recordada revista Repúblika, la única revista exclusivamente de rock en el medio paraguayo, que fue de 1999 a 2001 y tuvo 12 números. A la par, siguió tocando batería en Enemy Sucsex y luego fundó la Secreta, en donde además de cantar, también tocó batería – dato poco conocido – en el primer disco, “Gratis es más rico”. Lo más reciente fueron sus 2 álbumes como solista con Banana Pereira y La República, “Manifiesto” (2014) y “Surfista de Raudal” (2018).
Octubre Rojo, por su parte, volvió a reunirse hace algunos años, en un encuentro de amigos en Asunción, con la formación “asuncena” de la banda. “Hasta que volvimos a encontrarnos acá, y nos juntamos para tocar en el encuentro éste de amigos. Bastante notorio fue. Yo con Octubre Rojo crecí, empecé a descubrir sobre la música. Vengo luego de familia de artistas, de los Moreno. Y la música siempre fue importante, yo en un momento dije ‘en mi vida voy a hacer todo referente a la música, no voy a hacer nada que no sea referente a la música’. Y hasta ahora estoy así”.
Comentando sobre el revival de post-punk – estilo del que Octubre Rojo supo ser pionero – que existe actualmente en diferentes partes del mundo, incluyendo la escena paraguaya, “Banana” dice: “Todo vuelve. El pasado vuelve, la influencia, el sonido… vos escuchás a los grupos de ahora, y todos tienen algún sonido del pasado. Y aunque predomina la boludez, hay bandas que valen la pena, todavía. Grupos que valen la pena y que rescatan ese estilo. La guitarra bien arriba, la batería, el bajo. Rescatan realmente el rock and roll. Eso no va a morir nunca. Al menos mientras estemos nosotros”.
