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Mujer paraguaya “la más gloriosa”, solo para el discurso de un Estado sin políticas de igualdad

En el marco del Día de la Mujer Paraguaya, desde El Urbano realizamos una entrevista a Dea Acosta, representante de la Colectiva Feminista Kuña Poty de Ciudad del Este. La activista reflexiona con relación a los pocos esfuerzos realizados por el Gobierno Nacional en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Además, invita a una actividad virtual a propósito de esta fecha.

¿Como colectivo feminista, que les parece la frase “la mujer paraguaya es la más gloriosa”?

“Kuña Poty tiene como característica principal la diversidad de sus integrantes y estas a su vez contribuyen y enriquecen las perspectivas y reflexiones internas. La mujer paraguaya en singular nos parece mucho más compleja que sobrecargar con la excelencia o eterna fortaleza, que el imaginario tal vez, de posguerra de la triple alianza o desde los vestigios de la colonización española y los procesos independentistas nos venden”, reflexiona.

Y agrega: “Coincidimos bastante en que reconocemos nuestras fortalezas, capacidades y aptitudes como gloriosas pero no como la autoridad implícita que esto permite: al ser gloriosa y súper poderosa habilitadas a ser sobrecargadas, explotadas y siempre teniendo que demostrar el poder hacer más”.

¿Cuáles son los principales problemas en cuanto a derechos de las mujeres paraguayas?

“Cuando comenzamos con el cuestionamiento de los derechos, lo mirábamos desde la obtención: “conquistar mi derecho a ser ciudadana” pero hoy en día, si bien es un avance grandísimo el logro de las mismas, coincidimos que existen diferentes realidades en el cumplimiento de ellos: la realidad urbanizada capitalina es totalmente inimaginable para la rural. Pero no vemos la dualidad urbana/rural como la culpable sino como uno de los hechos. La falta de voluntad política para la implementación, reglamentación, mero cumplimiento o impulso de políticas públicas o derechos ya garantizados para las mujeres: un protocolo único  para abordaje de violencia a nivel institucional, una campaña contra el acoso callejero, un albergue en la ciudad. Pequeñas y grandes cosas que garantizarían tanto la permanencia femenina en todas sus esferas de desenvolvimiento humano como su vida misma”, expresa la activista.

¿Cuáles son los principales obstáculos para el cumplimiento de los derechos de las mujeres?

“Casi en su totalidad coincidimos que aquello que atañe a lo femenino no es simplemente de interés: su inserción en lo laboral, su integridad humana, la vida misma. Nuevamente esto lo vemos en la ineficiencia de las instituciones públicas para considerar todas las violencias que sufrimos diariamente y cómo estas contribuyen a que perdamos más mujeres y las estadísticas (qué están ahí pero tampoco son consideradas) aumenten en casos de feminicidios”, explica.

¿Hay un esfuerzo real de parte del Gobierno para mejorar la situación?

“A nivel nacional no consideramos que los esfuerzos existan, y si lo hacen no llegan a todo el país. Esta súper bien ejemplificado en reconocer al presidente Mario Abdo en el Día de la Mujer Paraguaya por una “laboriosa gestión” en lo que podríamos llamar cupo femenino en altos cargos, pero que no se traduce para nada en todas las mujeres que de cierta manera mantienen esas cúpulas: mujeres trabajadoras, populares, madres y estudiantes. Y a nivel regional la realidad tampoco difiere, tal vez incluso hasta se torna más cruda”, cuestiona.

¿Cuál es la principal dificultad del Gobierno para mejorar la situación de la mujer paraguaya?

“La lectura que tenemos a nivel colectivo apunta a toda una estructura histórica asentada en prácticas políticas cuestionables: el amiguisimo, prebendarismo y mediocridad política instaurada desde la dictadura de Stroessner: te quito absolutamente todo pero al menos te doy migajas. Esto se vuelve como un ciclo de prácticas del oprimido no tan oprimido que termina oprimiendo al aún más vulnerable. Me recuerda hasta la frase de Paulo Freire que si bien apuntaba a la educación podemos ajustar a distintas esferas: “cuando la educación no es liberadora, el sueño del oprimido es volverse el opresor”, señala.

¿Este año la fecha se inclina a qué problemática?

La activista comenta que Kuña Poty plantea reivindicaciones ajustadas a una realidad regional, pero también en consonancia con la realidad nacional e internacional. “Nuevamente, las demandas giran en torno al cuestionamiento de las instituciones públicas para el abordaje de las violencias en base a lo que dice la ley 5777: también un albergue para mujeres víctimas de violencia que debe ser construido por la Gobernación, una campaña contra el acoso callejero que debe ser realizado por la Municipalidad, la eficacia que deben tener todas las instituciones envueltas en el resguardo de la vida de las mujeres y una vez que éstas horriblemente acontecen, por lo menos el cumplimiento y pena de los feminicidas con un trato no justificador y revictimizante para las víctimas de feminicidio”, indica.

Actividades por el 24 de Febrero

Kuña Poty organiza un “Conversatorio por el Día de la Mujer Paraguaya – Mujer, Trabajo y Pandemia”, que se realizará este 24 de febrero a partir de las 19 hs. Será una charla virtual que será transmitida en vivo a través de la página de Facebook e Instagram de la organización. Participarán referentes de las trabajadoras de la salud y la educación, entre ellas Viviana Ruíz Díaz (médica que presta servicios en UTI del IPS), Idalia Medina (referente de la Asociación de Médicos de Alto Paraná), Edith Rojas (Asociación de Educadores Franqueños Unidos-AEFU) y Julia Cardozo (educadora de la ONG Callescuela).

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