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Lucha contra el verdadero enemigo: a 29 años de la irrupción de Sinéad O’Connor en Saturday Night Live

Sinéad O’Connor ya había aparecido anteriormente 2 veces en SNL, sin ningún incidente. En el ensayo de ese día, rompió una foto de un niño refugiado al final de su canción, una versión a capella de “War”, de Bob Marley. El tema, que habla originalmente de racismo, fue usado por O’Connor para referirse al abuso infantil, incluyendo una línea que exhortaba “Children, children, fight!”. Cuando miembros del staff vieron que llevaba una foto durante la transmisión en vivo, asumieron que era otra fotografía de un niño.

Que la performance fuera a voz desnuda, sin ningún tipo de acompañamiento instrumental, aumentó enormemente el impacto de la letra: “Until the philosophy which hold one race superior, and another inferior, is finally and permanently discredited, and abandoned, everywhere is war”. Al final, presentó una foto de Juan Pablo II, y la empezó a romper a la vez que decía la palabra “evil (mal)”. Luego dijo “fight the real enemy (lucha contra el verdadero enemigo)” y tiró los pedazos a la cámara.

En la cabina de control, hubo una discusión sobre si deberían cortar la transmisión, lo cual finalmente no ocurrió. La audiencia quedó completamente en silencio. No hubo aplausos ni abucheos. Lorne Michaels, productor ejecutivo, dijo que en ese momento “el estudio entero quedó sin aire”, y ordenó rápidamente que el cartel de aplauso no fuera utilizado. Había tenido lugar un hecho cuya trascendencia superó ampliamente el mundo musical.

Sinónimo de coraje e integridad

La ola de reprobación que le siguió fue brutal. Joe Pesci dijo que le hubiera dado a Sinéad “una buena bofetada”, antes risas y aplausos del público del mismo programa una semana después. El actor, católico ferviente, también volvió a pegar la foto del papa rasgada y se la mostró al público, que lo ovacionó.

Aún más hiriente fue la reacción de Madonna, quién atacó vehementemente a la irlandesa en la prensa. “Creo que hay mejores maneras de presentar sus ideas que romper una imagen que significa mucho para otras personas”, dijo a The Irish Times, entre varias otras declaraciones al respecto. La estadounidense había acabado de lanzar el álbum ‘Erótica’ y el libro ‘Sex’, que contenía pornografía softcore y simulación de actos sexuales incluyendo sadomasoquismo. La hipocresía de Madonna en sumarse al batallón de linchamiento no pasó desapercibida; y bien lo apuntó la revista Spin: “Cuando la controversia de Sinéad amenazó con desviar la atención de su libro, Madonna convenientemente encontró la religión de nuevo…”.

Asi como la del redactor de Spin, hubo otras voces de apoyo, aunque escasas. En un tributo a Bob Dylan hecho en el Madison Square Garden, Kris Kristofferson la presentó desafiantemente como “una artista cuyo nombre se volvió sinónimo de coraje e integridad”. O’ Connor fue recibida con una mezcla de gritos y abucheos, y en un punto el ruido se volvió tan fuerte que ella decidió que no tendría sentido cantar “I Believe In You”, la canción que estaba planeada. Pidió al tecladista que detenga la intro y empezó una interpretación improvisada y gritada de “War”, sumergida entre los rugidos del público. Kristofferson le dijo “no dejes que esos bastardos te tiren para abajo”, y la confortó tras el escenario, mientras ella lloraba.

El camino correcto

En 1992, la mayoría de los norteamericanos no tenían idea sobre los escándalos de abuso sexual en la iglesia, pero en Irlanda la historia ya estaba ampliamente difundida. Habían salido reportes aislados sobre curas pedófilos en los 80, no obstante, era solo la punta del iceberg: el abuso y encubrimiento sistemático en toda la iglesia católica a nivel mundial aún estaban por salir a la luz.

Nueve años después, el propio Juan Pablo II, uno de los papas más populares de la historia, admitió por primera vez que dichos abusos sistemáticos existieron. Poco tiempo después, en 2002, salió en el Boston Globe una serie de reportes que lo desvelaban a profundidad. Por supuesto, para Sinéad ya era tarde: su carrera hace rato había sido destruida por la condena pública más grande que se recuerde en el mundo pop.

Sin embargo, O’Connor, quién este año cumple 55, dijo en una entrevista reciente al New York Times que recuerda las cosas diferente. Refiriéndose a ‘Nothing Compares 2 U’, la canción de Prince que la hizo conocida, afirma: “Creo que tener una canción en el número uno descarriló mi carrera. Y haber roto esa foto me puso de vuelta en el camino correcto”.

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