Una amena charla con Ivan Figueredo:
Recientemente LaNuestra lanzó el disco “LaDeNuestRober” junto a La De Roberto. ¿Podrías hablarnos un poco del disco, de lo que fue hacer un toque en conjunto con La De Roberto y ser parte del festival Pilsen Reciclarte virtual?
La propuesta del reciclarte modo covid (jaja) fue la siguiente: hacer bloques de a 2 bandas, por ejemplo: Flow + Villagrán, Salamandra + Bohemia Urbana. Y a nosotros nos tocó hacerlo con La de Roberto.
A diferencia de los otros bloques de bandas que tocaron juntos pero separados, y debido a la gran amistad y cercanía que tenemos con La de Roberto, decidimos hacer una sola banda juntando a todos los integrantes. Es decir, LaNuestra tuvo que aprenderse los temas de la de Roberto y la de Roberto tuvieron que aprenderse los temas de LaNuestra. ¿Se entiende? En síntesis, un feroz quilombo: 2 bateristas, 5 guitarristas, 2 tecladistas, 1 bajista que es la misma persona en ambas bandas (por suerte) y un montón de cantantes. ¡La experiencia fue genial! Tuvimos 3 ensayos, la conexión entre todos fue espontánea.
Siendo así, llegó el día del festival y nos pareció que salió todo muy bien y la experiencia fue gratificante. Ahí recién salió la idea de subir el show a las plataformas como un disco en conjunto, el nombre es reflejo del javorai que representó ese performance. Y hablando un poco del festival en sí, tocar en el anfiteatro José Asunción Flores es el apogeo de la adrenalina en vivo, por lo menos aquí en Paraguay. Es un lugar mágico donde podes poner tu amplificador al palo y darte el gusto de sonar gigante gracias a todos los técnicos que trabajan detrás del escenario y a la impecable organización. Sin dudas la gente vibró con el festival desde sus casas.
LaNuestra también hizo durante la pandemia un toque en vivo remunerado, en Rockero. ¿Cómo fue esa experiencia?
Con la consigna de “reinventarse” y la necesidad de ser solidarios en estos tiempos, organizamos un show benéfico live streaming desde el legendario Bar del centro de Asunción Rockero Popurrí Nocturno, con una peculiaridad inusual para nosotros en ese entonces: para que la gente pudiera acceder al live debían comprar sus entradas desde Red UTS, y ellos enviaban un link exclusivo para ver el show en vivo.
Además, al comprarlas estaban colaborando con un plato de comida por cada entrada, para una gran olla popular para los niños del Bañado Norte. Eso sí que fue algo totalmente nuevo para nosotros, y el resultado fue mejor de lo esperado. Encontramos una forma de seguir haciendo lo que nos apasiona y dar una mano a los más necesitados a la vez, y hablando del show en sí, tocar en Rockero siempre es de la gran puta! Pero extrañamos muchísimo y nos hicieron falta los aplausos y los gritos que te da el público al final de cada canción. Había un vacío y silencio entre tema y tema, no obstante, ¡fuimos felices y tocamos con toda el alma!
¿Qué otros proyectos te tienen ocupado durante la cuarentena? ¿Cómo la estás pasando como músico?
La partenidad (jaja), aprovecho este tiempo para estar con la familia, y algo que me apasiona muchísimo es la producción musical. Me encierro horas frente a la compu elaborando maquetas y cocinando canciones mías y ajenas. Me llevo muy bien con Logic como software de grabación de cabecera.
Y para que te voy a mentir, al principio esta cuarentena fue como un descanso necesario, después de años de vivir viajando entre Asunción y mi querida CDE sin parar todas las semanas de los últimos 5 años, ¡como loco! Pero ahora mismo me parece una mierda todo, y quisiera de todo corazón que aparezca alguna vacuna o algún milagro y que termine esta situación de mierda. No solo por las ganas locas de salir a tocar y trabajar, sino por toda la gente que está muriendo y los números que no paran de aumentar. ¡Impotencia!
¿Cómo crees que será el futuro de la música local post pandemia? ¿Cómo te imaginas el futuro y las consecuencias para los músicos y la industria?
Parece mentira pero la escena local estaba en un pico altísimo. Tocábamos 2 a 4 veces por semana, se estaban gestando festivales grandes etc. Justo en ese momento la cagamos, y eso nos afecta muchísimo y vamos a tener que empezar de abajo otra vez. Al volver a los escenarios el cachet de cada banda tendrá que reducirse casi el doble, ¿Y quién puta nos va a contratar si no se pueden meter más de 50 personas en un bar? Si el rubro del entrenamiento no factura, ¿Quién carajo nos va a llamar?
Es uno de los desafíos que tendremos y lo pienso a diario. Por otra parte, están las remuneraciones de las plataformas digitales: es tendencia subir y subir temas, cortes, discos enteros y promocionarlos para que, de a centavos, en algún momento nos retribuya el trabajo hecho. Vivimos netamente de la música, ya estamos afectados y estaremos peor, ¡por eso será importantísimo el aporte de las radios!
Este es el momento de dejar de chuparle las bolas a cualquier material extranjero en materia de música y difundir lo que se produce en Paraguay. Necesitamos sonar en las radios y dejar de creer que todo lo que viene de afuera es más cool, necesitamos dejar de querer parecernos a otros, necesitamos identidad. Ellos (las radios) tienen, en parte, una de las soluciones post pandemia en sus manos. Tenemos que escucharnos más a nosotros mismos, retroalimentar la industria nacional y con ese apoyo las entidades de gestión colectiva tienen que lograr respaldar a los compositores y músicos paraguayos, por medio de las regalías para que la música no pare de sonar.
Sos un músico de Ciudad del Este que ha logrado destacarse a nivel nacional, pisando fuerte en la escena capitalina. ¿Cómo fue tu incursión en la movida asuncena como esteño?
A inicio del 2013 me mude a Asunción, decidido a dedicarme 100% a la música, por invitación de Mike Cardozo. Mike enseguida me hizo ingresar a círculos de músicos virtuosos y talentosos, presentándome a gente que se volverían como hermanos después de muchas noches, peñas y toques en locales nocturnos. Así les conocí a todos los perros, uno más increíble que otro.
En ese mismo año (2013), nos fuimos a Asunción a participar a un importante festival competitivo con mi banda de blues de Ciudad del Este, Big Charlie Blues Band, y terminamos ganando el primer puesto de aquel festival llamado 12×8. Menciono este hecho como algo súper positivo para mi carrera, justo al llegar a Asunción. Ahí empieza todo, a partir de ahí Big Charlie Blues Band no paró de participar en festivales internacionales hasta llegar a Quito (Ecuador) en 2018, Buenos Aires en el 2019 (en el local Mr. Jones), Posadas (Argentina) en el 2017, Cascavel (Brasil) etc.
Nunca deje de tocar con Big Charlie Blues Band por el hecho de mudarme a Asunción. Me pasaba haciendo idas y vueltas en bus o en auto (hasta ahora) para poder sostener la pasión de tocar blues con esa banda, y por otro lado se armó LaNuestra en la capital (2015), y con eso entramos de punta a la escena local capitalina y nacional. LaNuestra es una banda de 5 compositores, una banda de amigos, una cosa fiestera y contagiosa que nos hizo sonar mucho en las radios de todo el país y nos hizo entender más o menos como se trabaja en la escena nacional tocando en todos los bares de Asunción, y ciudades como Villarrica, Encarnación, Santa Rita, Santani, Caacupe, Coronel Oviedo, entre otras. También participamos en los festivales más grandes del país como Asunciónico, Reciclarte etc. Y en el 2019 nos fuimos a México para una gira de aproximadamente, 12 shows en Ciudad de México y Acapulco. ¡15 días, una locura!
Gracias a mi curiosidad en busca de conocimiento musical, toqué y compartí con mucha gente, en algunos proyectos como miembro oficial y en otros como cesionista. Llegué a tocar con Fakinshi (Mike Cardozo), La de Roberto (en remplazo de Dani Barreto), The Walkers, Anna Chase, Revolber (1 vez), Vecindad Autopsia, etc.
Estas cosas sucedieron entre el 2013 hasta ahora, en fin, quiero poder llegar a más gente con la música. Como guitarrista tengo una pasión por el blues, y creo que eso me dio todo para poder expresarme de esta forma. El blues es demasiado importante para mí y no puedo dejar pasar la tristeza de haber perdido a un gran amigo y hermano, Carlitos Jiménez, vocalista y saxofonista de Big Charlie Blues Band, quien acaba de fallecer y se fue a la gira eterna y lo vamos a extrañar muchísimo.
¿Qué mensaje darías a un joven músico que quiera destacarse actualmente?
A los jóvenes que quieran dedicarse a la música, me queda decirles que sumen horas de vuelo. Todas las horas posibles en aquello que les apasiona, compongan temas propios, graben, visiten a todas las radios del país, aprendan a usar los softwares de grabación, y grábense a sí mismos.