Sãve’ỹ – Libres sin cadenas se llama la microempresa creada por un grupo de internas del penal de Ciudad del Este. Confeccionan creativas carteras, mochilas, mantelitos, prendas y muñecas de croché, accesorios para el cabello, almohadones y portatermos.
Todos los productos son hechos en un taller que funciona dentro de la cárcel, con máquinas de coser y la reutilización de unas láminas de plástico donadas por la empresa Fujikura. Actualmente, unas 15 internas están involucradas en el emprendimiento.
Aquellas que saben coser con las máquinas se convirtieron en instructoras de sus compañeras y así van aprendiendo y creando. Actualmente, los productos se venden a familiares y personas que llegan en los días de visita, que son los martes, jueves, sábados y domingos de 08:00 a 13:00.
Aurora Maidana, Jefa de Reinserción de la Penitenciaria comentó que este proyecto se desarrolló como terapia ocupacional para las internas y es parte de un programa de reinserción social. Buscan que las mujeres aprendan oficios para tener habilidades que les permitan sostenerse económicamente mientras están privadas de libertad y para cuando salgan de la cárcel.
El 5% de las ventas va para el penal, principalmente para cubrir las necesidades de aquellas internas que no reciben visitas. Producen 10 a 12 bolsones por semana, entre otros productos.
El proyecto cuenta con autorización del Ministerio de Justicia, sin embargo, el taller de producción es un salón con muchas precariedades, no cuenta con iluminación y es muy caluroso.
Pese a las adversidades, las internas involucradas están muy entusiasmadas con el proyecto y comentaron que les gustaría que sus productos sean expuestos en alguna feria o más visibles para el público externo a la cárcel. El emprendimiento también promueve y exige la buena conducta de las internas participantes, lo cual les ayuda a reducir el tiempo de condena y una pronta recuperación de su libertad.