La Dirección General del Tercer Ciclo de la Educación Escolar Básica y de la Educación Media (DGTCEEB) del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) emitió una circular dirigida a todas las instituciones educativas públicas, privadas y subvencionadas a fin de recordar las medidas preventivas y correctivas ante posibles casos de acoso o vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes. Insta a garantizar la seguridad y protección en el entorno educativo, además de generar espacios de capacitación e instrucción a la comunidad educativa sobre los protocolos y guías de intervención.
Estas son algunas de las disposiciones del MEC para el abordaje de casos de acoso escolar y violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en el espacio educativo:
- Resolución Nº 8353 Por la cual se aprueba el protocolo de atención para los casos de violencia y acoso escolar en las instituciones educativas dependientes del Ministerio de Educación y Cultura del 02 de mayo de 2012.
- Resolución Nº 5731 Por la cual se aprueba al Guía de Intervención Interinstitucional para la Atención de Casos de Vulneración de Derechos Sexuales y Reproductivos en el Ámbito Educativo del 23 de marzo de 2015.
- Resolución Nº 22.446 Por la cual se establecen medidas de protección aplicables ante denuncias de supuestos hechos punibles contra niños y adolescentes escolarizados, atribuidos a docentes y funcionarios del Ministerio de Educación y Ciencias del 17 de agosto de 2017.
Y recursos didácticos que están disponibles en la Plataforma virtual llamada Aprendizaje del MEC.
Falta de difusión y precariedad educativa dificultan la tarea de prevención
Más allá de las normativas, existen graves problemas en la difusión y capacitación de los docentes en el uso y aplicación de los procedimientos. Si bien, algunos ítems de estos documentos y la legislación vigente se evalúan en los Concursos Públicos de Oposición, no existen espacios de capacitación que permitan socializar de manera práctica y reflexiva el contenido de estos materiales.
Con la preocupación instalada por la problemática de violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes, ya sea entre pares o por parte de personas adultas, ahora el MEC insiste en la realización de espacios de formación. Sin embargo, esta medida resulta limitada ante las condiciones reales en las comunidades.
“El manual es un parche porque no es muy efectivo, tiene muchos problemas de implementación. Necesitamos trabajar en las normas de convivencia en las instituciones educativas. Estamos reforzando la información sobre el manual, el protocolo, trabajando con directores por zonas, pero no tenemos apoyo de CODENI”, comentó la presidenta de la Asociación de Educadores Franqueños, Edith Rojas.
Ella también trabaja como técnica en una supervisión educativa de Alto Paraná y comenta sobre las dificultades de este proceso. “Pedimos acompañamiento de la CODENI (de Presidente Franco) para la sensibilización y derechos del niño, procesos jurídicos, cómo hacer… Pero dicen que no tiene recursos, personal disponible. Pero desde el MEC lo hacemos sin recursos”, indica.
Y agrega: “Sabemos cómo trabajar desde la niñez y la adolescencia, pero necesitamos apoyo para la concienciación, metodología, seguimiento al caso, como docentes tenemos limitaciones. No tenemos un respaldo jurídico que nos pueda salvar, porque cualquier error en el informe nos puede perjudicar”.
Afirma que también existen condiciones muy precarias e insuficiente cantidad de funcionarios en las instituciones educativas para cuidar la gran población estudiantil, sobre todo en escuelas y colegios públicos. “Debemos ver quien cuida el sanitario, los portones, porque estamos muy justitos en las escuelas. Hay múltiples obligaciones en las direcciones y no damos abasto. No hay personal suficiente en el área y hasta la infraestructura no es acorde. Son muchos los factores, la violencia está presente en la vida cotidiana, los chicos traen del entorno y descargan en la escuela, también falta acompañamiento psicológico en cada institución”.
Lograr que los niños, niñas y adolescentes crezcan libres de violencia implica un esfuerzo mancomunado de todos los sectores de la sociedad. Sin embargo, más allá de las normativas y las buenas intenciones, una de las principales dificultades sigue siendo la falta de inversión en educación y prevención.
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