“Is this the real life?
Is this just fantasy?
Caught in a landside,
No escape from reality”
Con un excelso coro arranca una de las piezas más importantes de la música contemporánea, que serviría como inspiración a innumerables músicos y artistas a lo largo y ancho del planeta, adentrándose así en la cultura popular.
Es descrita como LA canción por excelencia del grupo de rock británico Queen. Se publicó como sencillo un día como hoy, 31 de octubre, pero del 1975 y se convirtió en un importante éxito comercial. Permaneció en el top 10 de las listas del Reino Unido durante nueve semanas, un hecho que se repitió de vuelta en 1991 tras el fallecimiento del eterno Freddie Mercury.
En total alcanzó 2.176.000 ventas, siendo el tercer sencillo más vendido de todos los tiempos en el Reino Unido. A la fecha, lleva más de 1.958.747.210 reproducciones en la plataforma de streaming Spotify.
Contribuyó a su vez a consolidar a Queen como uno de los nombres más importantes de la música popular. En el año 2000, Bohemian Rhapsody fue elegida canción británica del siglo.
Ha sido versionada en numerosas ocasiones a lo largo de los años, lo que la convierte en una de las canciones más versionadas de la historia del pop. La canción también ha aparecido en muchas listas de las mejores canciones de todos los tiempos, y con justa causa.
Como dato de color, el primer video en Alta Resolucón (HD) de la plataforma de videos YouTube fue un cover de esta canción por parte de los Muppets. El video se convirtió en un éxito viral y recibió más de 10 millones de visitas en sus primeras dos semanas en línea. A la fecha supera los 160 millones de reproducciones.
“Mamma mía, let me go!”
La música de Queen está repleta de melodías amplias y elevadas y complejos compases que hacen que sea emocionante escucharla de principio a fin, pero también está impregnada de elementos de punk y heavy metal. Estos sonidos no sólo forman parte del ADN de Bohemian Rhapsody, sino que están en el corazón de lo que la hace tan única.
No es de extrañar pues que A Night at the Opera, disco que incluye esta canción entre otras perlas del grupo, esté considerado como uno de los mejores álbumes de todos los tiempos.
Abrió nuevos caminos en muchos aspectos, entre ellos su descarada adopción del rock moderno. Antes de Bohemian Rhapsody, los grupos de rock solían ser vistos como conservadores y puritanos proveedores de música tradicional. Pero Queen demostró que había algo más que eso en el género.
Como una curiosidad relacionada a la canción, el grupo quería lanzar desde un principio esta canción como sencillo, pero su sello discográfico inicialmente se negó porque “era demasiado larga para transmitirse por radio”. Ni el mismísimo Elton John le tenía fe al tema como sencillo. “Están muy locos”, fue su respuesta.
Ante esta negativa, Freddie Mercury le pidió a su amigo Kenny Everett, DJ de Capital Radio, que lo probara en la radio durante un fin de semana. El resultado se vió retratado fielmente en la película “Bohemian Rhapsody”... Fue un éxito y el sello discográfico acordó lanzarlo como sencillo un día como hoy.
Otro dato curioso es que para grabar el tema, Freddie Mercury usó el mismo piano que usó Paul McCartney para el inolvidable himno de los Beatles, Hey Jude.
La canción se grabó en tres semanas. Según los miembros de la banda, Mercury compuso mentalmente la canción y los dirigió él mismo, ya que tenía toda la canción “craneada” en su cabeza desde un principio. Es una de las grabaciones más elaboradas y mejor producidas en toda la historia del rock.
May, Mercury y Taylor cantaron continuamente de diez a doce horas por día, obteniendo 180 grabaciones separadas. Como los estudios de aquella época solo disponían de cintas analógicas de 24 pistas, fue necesario que los tres se sobregrabaran numerosas veces y reiteraran estas grabaciones en sucesivas submezclas.
La música es una poderosa herramienta para expresar y comunicar emociones. Bohemian Rhapsody es un ejemplo de estilo musical distintivo. Es una mirada a cómo un grupo de personas puede unirse para crear algo increíble.