Es posible, estimado lector, que haya oído hablar de Albert Einstein, el famoso físico que ganó un premio Nobel de física. Pero también es conocido por otros logros, como su trabajo con la teoría cuántica. El científico que vivió de 1879 a 1955, es famoso por sus revolucionarias teorías de la relatividad y la teoría de la mecánica cuántica.
Recientemente, el gobierno de Israel aprobó el establecimiento de un museo de US $18.000.000 en el campus de la Universidad Hebrea, una escuela que el físico ayudó a establecer hace un siglo.
Cuando esté completo, el museo albergará 85.000 documentos, el depósito más grande de material de Einstein en todo el mundo. También incluirá el Premio Nobel de Einstein y las 46 páginas de notas originales que hizo en 1916 para desarrollar la teoría general de la relatividad, con una mancha de grasa en la página 45.
Su trabajo en la vida fue tanto teórico como experimental, incluyendo trabajos sobre el efecto fotoeléctrico, el movimiento browniano y el efecto fotoeléctrico. Publicó más de 300 artículos científicos y libros, y ganó numerosos premios, incluido el Premio Nobel de Física en 1921. El maestro escribió: “Considero muy posible que la física no pueda resolverse por medios [racionales]… No podemos resolver los problemas [pensando] que lo que ya es cierto debe serlo”.
Respondiendo a su última voluntad
El museo ocupará el lugar de un planetario abandonado en el campus de la escuela Givat Ram en Jerusalén. El gobierno pagará alrededor de un tercio de la construcción, y los dos tercios restantes provendrán de la universidad, incluso de importantes donantes como José Mugrabi, el principal coleccionista mundial de pinturas de Andy Warhol.
Cuando Einstein redactó su última voluntad y testamento, decidió legar sus “manuscritos, derechos de autor, derechos de publicación, regalías… y todas las demás propiedades y derechos literarios, de cualquier tipo o naturaleza” a la Universidad Hebrea. Einstein viajó por todo el mundo recaudando dinero para la escuela, incluido un viaje a los EE. UU. en 1921 con Chaim Weizmann, un colega científico, que eventualmente se convertiría en el primer presidente de Israel. Einstein sirvió en la primera junta de gobernadores de la universidad.
Después de que Einstein muriera en 1955, funcionarios israelíes vinieron a limpiar su oficina en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton. Cargaron todos sus papeles, correspondencia, fotos, medallas y otras cosas efímeras. Los artículos se empaquetaron en grandes cajas de madera y se cargaron en un camión, luego en un avión y luego en una camioneta, y finalmente viajaron 5,736 millas hasta la Universidad Hebrea. Había escoltas policiales en el camino.
La conexión de Einstein con Israel era tan fuerte que se le pidió que se convirtiera en el presidente del país en 1952. Declinó cortésmente. “Es bastante cierto que muchos rebeldes al final se han convertido en una figura de respetabilidad, incluso en un pez gordo”, le dijo más tarde Einstein a un colega, “pero no me atrevo a hacerlo”.
Los Archivos de Albert Einstein, actualmente ubicados en el segundo piso de un edificio de aulas en la Universidad Hebrea, se trasladarán al nuevo edificio.
El “legado de excelencia en la investigación académica de Einstein forma la base misma de nuestra universidad”, dijo Asher Cohen, presidente de la Universidad Hebrea, y agregó que los “logros científicos de Einstein, que cambiaron el mundo de la física, continúan impactando todas nuestras vidas, desde láseres y energía nuclear hasta GPS y viajes espaciales”.
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