El “Veranillo de San Juan” es un fenómeno meteorológico que se refiere a un breve periodo de temperaturas inusualmente altas que ocurre en pleno invierno. Su nombre deriva de su coincidencia con la festividad de San Juan Bautista, que se celebra el 24 de junio.
Este fenómeno es ampliamente reconocido en Paraguay, pero también es notable en otras partes de América del Sur.
Para entender su origen, tenemos que viajar al espacio. En realidad, el Veranillo de San Juan es producto de la posición relativa de la Tierra con respecto al Sol durante el año. El 21 de junio es el solsticio de invierno en el hemisferio sur, cuando el eje de la Tierra está más alejado del Sol, produciendo los días más cortos del año. Sin embargo, la atmósfera de la Tierra tiene una capacidad de inercia térmica, lo que significa que no se enfría instantáneamente cuando la insolación disminuye.
Por lo tanto, la Tierra libera lentamente el calor que ha acumulado durante los meses anteriores, lo que puede producir un pequeño pico de calor unos días después del solsticio de invierno. Este pico de calor se conoce como el “Veranillo de San Juan”.
Pero, ¿qué hace que este fenómeno sea tan especial en Paraguay? El país ha enlazado este fenómeno natural con la festividad de San Juan, creando una experiencia cultural única.
En las noches de San Juan, mientras las temperaturas suben, la gente se reúne para compartir comidas tradicionales, jugar a juegos populares y saltar sobre las hogueras, una tradición arraigada en la creencia de que purifica y da suerte para el próximo año.
De cierta forma, este fenómeno también es un recordatorio de cómo la naturaleza y la cultura pueden entrelazarse de maneras sorprendentes, creando experiencias que son a la vez educativas y enriquecedoras.
Quizás te puede interesar: San Juan Forever, la historia
