15 años desempeñándose como profesora de preescolar en el Colegio San José de Ciudad del Este y una vasta experiencia en educación no la prepararon para lo que venía este año, pero la pasión que siente por su ocupación hizo que adaptara su creatividad e inventiva por el bien de los niños de su clase. Con ustedes: la maestra Elvira Ferreira.
“Tengo que utilizar algunos recursos extra para captar la atención de los niños. No es tan fácil como puede llegar a parecer. Normalmente me valgo de canciones, bailes, poesías, títeres, disfraces… de todo un poco. Mi objetivo es tenerlos cautivados, porque los más pequeños pueden cansarse rápido y distraerse si las clases no les resultan atractivas. Todos mis materiales los elaboro yo misma, confecciono mis disfraces y títeres, para dinamizar la clase y que los niños no se aburran”, explica. La inspiración a veces llega del propio trabajo, pero muchos de sus diseños vienen de internet, porque comprende la importancia de ir variando.
“Bailamos, saltamos, nos movemos un poquito de nuestros lugares. Cantamos también, a viva voz o con ayuda de una grabadora”, cita. Todas las actividades las realiza desde su casa, en donde cuenta con un espacio que convirtió en aula.
El método no es el ideal, comenta, pero también tiene algunas virtudes más allá de la simple experiencia: “Nunca va a ser igual a una clase presencial. Al comienzo no fue fácil, tuve miedo. Al principio, en mi primera clase, entré temblando. Hoy me arrepiento de haber dudado y de haber temido, porque me doy cuenta de que está dando resultados satisfactorios. No es 100% como las clases presenciales, pero puedo decir que casi el 80% logramos con los chicos”.
Las aulas virtuales se desarrollan principalmente a través de la plataforma BlueJeans, que les facilita el colegio. Cada profesor tiene un código que comparte con los padres. “Todas las familias cuentan con equipos adecuados, aunque sí noté que ahora que muchos retomaron el trabajo en las oficinas, se valen de sus allegados para que el niño pueda participar de cada clase”, cuenta. “Lo único que puede llegar a dificultar un encuentro es la señal de internet, que en ocasiones no es tan buena ni suficiente para todos”.
Acerca del acompañamiento de los padres, habla de forma positiva: “Tenemos mucho contacto con ellos, lo que tiene que ver también con la etapa del desarrollo de sus hijos, que son pequeños aún. Siempre estamos buscando, en conjunto, la forma más efectiva para llevar adelante cada actividad”.
Actualmente se encuentran en la etapa final del año lectivo, para lo que esperan tener una clausura a través de BlueJeans, con toda la normalidad que la situación lo permite. Para la ocasión, los niños realizarán una demostración de talentos, a través de teatros, danzas poesías, cantos, como lo harían en un cierre de año convencional. Los ensayos y la distribución de las tareas arrancará la próxima semana y Elvira no duda que, igual que todos los proyectos que llevaron adelante, será todo un éxito.