La primera sesión de su tercer juicio oral y público se desarrolló este lunes en el Poder Judicial de Ciudad del Este. A pedido de la defensa a cargo del abogado Guillermo Ferreiro, el Tribunal de Sentencia resolvió otorgar libertad ambulatoria a Edgar Martínez Sacoman. En esta entrevista, comenta sensaciones y expectativas en su caso que se tornó emblemático, por reflejar la lucha de miles de personas por acceder a un tratamiento alternativo a enfermedades como el cáncer y la epilepsia en Paraguay.
“Estaba muy optimista, pero uno siempre tiene esa duda, luego de pasar por dos condenas, dos anulaciones y más aún sabiendo que es un caso sin sentido, sin pie ni cabeza judicialmente hablando. Yo creo que el levantamiento del arresto domiciliario es un gran logro, una gran victoria, luego de estar 5 años 9 meses en esta situación, porque es una resistencia más que nada”, expresa.
Martínez Sacoman fue condenado primero a dos años de cárcel. Luego la sentencia se anuló y en un segundo juicio en octubre del 2019, la pena se elevó a cinco años de prisión. El caso comenzó en julio del 2016, cuando fue detenido en un allanamiento realizado en su vivienda. La comitiva fiscal incautó 100 gramos de cannabis congelado y 30 ml de aceite del cáñamo en su domicilio.
Él mantiene la esperanza pese a los años que estuvo en prisión. La próxima audiencia de su tercer juicio oral está marcada para el próximo 19 de abril. Comenta que su defensa plantea ya la prescripción de la causa y por ende una absolución.
“Básicamente es una persecución. Para sorpresa de todos, mi defensa pidió el levantamiento de mis medidas y el propio fiscal también estuvo de acuerdo a eso. Empezó a exponer que yo siempre me presenté a las audiencias, que siempre estuve antes que todo, que no hay ningún peligro y ese es el lado positivo. Pero el lado negativo, sigue con su propósito de buscar una condena, porque quería incluir algunas pruebas y por otro lado mi defensa pidió que se levante ya porque mi caso ya prescribió. Judicialmente ya no tengo más por que responder a ningún tipo de audiencia. Prescribe y vamos a ver si el Tribunal acepta o si sigue con el juicio, eso veremos en la próxima sesión de juicio oral”, explica.
“No lo tomo como una cuestión solo personal”
En estos años enfrentando el proceso judicial, Edgar Martínez Sacoman recibió apoyo de organizaciones civiles e individualidades de Brasil, Argentina y Chile. Fundó el movimiento “Cannabis sin fronteras”, que agrupa a personas de más de 13 países.
“Queremos llevar esto a una instancia internacional más adelante, una demanda al Estado paraguayo justamente para dejar un precedente a nivel internacional para que puedan haber cambios. Hablando con gente vemos que no hay en Europa, en Centroamérica u otra parte del mundo, una persona presa por tanto tiempo por una cantidad mínima de aceite medicinal, más aún en un país que es uno de los mayores productores del mundo”, explica.
Consultado sobre la actuación de la Fiscalía, Sacoman sostiene que existen intereses creados: “Yo creo que sí, por las leyes, por las multinacionales, por las farmacéuticas y todo el sistema judicial corrupto también. Es un círculo vicioso de la corrupción que al final termina como un caso como esto, con castigos ejemplares. Ellos vendieron una ley arquitectada para una empresa, una ley del monopolio y al mismo tiempo condena a sus compueblanos, a la ciudadanía. Entonces por ahí va la lucha también, esto no es una cuestión personal, solo conmigo. Yo no lo tomo como una cuestión solo personal, porque sé lo que representa un fallo negativo y sé lo que representaría una absolución para toda la lucha, de toda esa gente que está sufriendo por esa persecución, por consumir de forma medicinal sobre todo”.
Más información: Marihuana: una opción cada vez más medicinal
Martínez Sacoman empezó a producir aceite medicinal a base de cannabis luego de la muerte de su madre, quien falleció a raíz de cáncer en marzo de 2003. Viajó a las Islas Canarias junto a una hermana y allí conoció el Centro de Investigaciones del Cáncer, participó de encuentros científicos de investigación médica y aprendió las propiedades medicinales de la marihuana.
“Tuve la oportunidad de participar del tercer encuentro de investigadores de cáncer de Ibeoramérica que se hizo en Puerto Aventura. Hablaron de los opioides, que es la morfina y ahí yo me di cuenta que la morfina es básicamente heroína, es opioide, es más fuerte que el crack, que la cocaína y eso llega incluso a un paro cardiaco y las personas a la tercera o cuarta dosis, a viciarse según dicen. Entonces eso da alucinaciones, mala calidad de vida para una despedida. Entonces empezaron a hablar de medicinas alternativas entre ellas el cannabis, entonces me llamó la atención, Paraguay es uno de los mayores productores”, expresó.
“Creo que este caso dejaría un precedente negativo en el caso de una condena y en el caso de una absolución un gran logro para una jurisprudencia, para casos similares al mío y también para impulsar cambios en legislaciones. La ley 1340 que es una ley del año de la dictadura y la ley 6007 que fue arquitectada, diseñada básicamente para favorecer a las grandes multinacionales, grandes laboratorios y al mismo tiempo criminalizar a su pueblo. Teniendo en cuenta que Paraguay tiene como cultura y herencia ancestral las plantas medicinales, es absurdo no poder recurrir a una planta que por ley es reconocida como medicina, pero las farmacéuticas pueden. Esa es mi lucha y eso me motiva a luchar por los que no pueden. Esta es la lucha, no es una cuestión personal, es algo que representa los derechos humanos, a nuestro pueblo”.
Edgar Martínez Sacoman, productor artesanal de aceite de cannabis.
