A medida que octubre avanza, las calles, las redes sociales y los espacios públicos de Paraguay se tiñen de rosa. Esta coloración no es por simple estética, es un recordatorio potente y necesario de la lucha contra el cáncer de mama, enfermedad que año con año cobra la vida de miles de mujeres a nivel global.
La adopción del rosa se ha consolidado como un emblema universal de la conciencia sobre esta enfermedad. Cabe señalar que, además de todo el mes de octubre, en Paraguay también se conmemora el 12 de abril el “Día Nacional de Lucha contra el cáncer de mamas”, mediante la promulgación de la ley 4684/12. Esta normativa no solo busca generar conciencia, sino promover la detección precoz, esencial para el tratamiento y la prevención de decesos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al cáncer de mama como una proliferación maligna de células mamarias. En 2020, se diagnosticó cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres globalmente, de las cuales 685 000 lamentablemente perdieron la batalla. Sin embargo, al cerrar el año, 7,8 millones que habían sido diagnosticadas en los últimos cinco años aún seguían con vida, convirtiendo a esta enfermedad en la de mayor prevalencia mundial.
Pero, ¿por qué es tan crucial la detección temprana?
Hasta los años 1970, la mortalidad por cáncer de mama se mantenía estable, ya que los tratamientos se limitaban principalmente a intervenciones quirúrgicas.
Fue en la década de 1990 cuando los países empezaron a implementar programas de detección precoz, asociados a tratamientos integrales que incluían terapias farmacológicas eficientes, lo que mejoró significativamente las tasas de supervivencia.
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Mientras que el género femenino es el principal grupo de riesgo para el cáncer de mama, no se puede descartar su aparición en varones, quienes representan entre el 0,5% y el 1% de los casos.
Más allá del género, otros factores, como el envejecimiento, la obesidad o antecedentes familiares, también aumentan el riesgo, aunque se estima que alrededor de la mitad de los diagnósticos ocurren en mujeres sin factores de riesgo identificables, aparte de la edad y el género.
La sintomatología del cáncer de mama es variada, pudiendo manifestarse desde un nódulo en el seno hasta secreciones anómalas en el pezón. La recomendación es clara: ante cualquier anomalía, es vital buscar atención médica.
La situación en Paraguay es de suma relevancia. Según el Instituto de Previsión Social, cada año se detectan aproximadamente 800 nuevos casos. Si bien la mayoría de estos diagnósticos son esporádicos, el cáncer de mama se posiciona como la segunda causa de muerte de mujeres por cáncer en el país.
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Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social se enfatiza en la detección temprana como un factor determinante para la curación o control de la enfermedad. “La detección tardía sigue siendo un problema significativo de salud pública en Paraguay, reduciendo las posibilidades de sobrevida”, comentan.
El llamado es claro: la prevención y la detección temprana son cruciales. El cáncer de mama es una batalla que se puede ganar, pero la conciencia y la acción temprana son esenciales para lograrlo. En este Octubre Rosa, el mensaje para todas y todos los paraguayos es no dejar para mañana el chequeo que puede salvar vidas hoy.
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