“La idea es cultivar cuatro o cinco plantas cada sábado y regarlas siempre que podamos. Sabemos que no es cuestión de plantar nomás y dejar ahí. La gente tiene muchas plantas en su casa y hay muchos espacios desnudos en donde podemos colocarlas, es algo que queremos demostrar. Vamos a continuar cada sábado, para que el día de mañana también sea un orgullo verlo”, explica Gerardo Chaparro, propulsor de la iniciativa.
Chaparro, junto a su esposa Beatriz y Lucas, un joven vecino, son los que llevan adelante la idea. Cada tarde, son Gerardo y Lucas los encargados de ir regando cada planta que colocaron a lo largo del camino.
“Nuestra prioridad son las plantas frutales: ejemplares de mango, níspero, yvapurũ, mandarina… que puedan servir de alimento a los trabajadores de la calle y toda persona que lo necesite. De paso, ayuda a contribuir con el hermoseamiento del lugar, que no es un asunto menor”, comparte.
Acerca del origen de las plantas, Morel relata: “Subimos las fotos de lo que hacemos a Facebook. Nuestros amigos se interesan y ofrecen sus propias plantitas para colaborar con la actividad”. Además, señala la importancia a futuro de lo que hacen hoy: “Algún día (estas plantas) van a crecer, van a ser importantes para nosotros”, agrega.
“Queremos que esta iniciativa sirva como un modelo para la sociedad. Tener jóvenes, que se interesen por la vegetación, por el ambiente, y que estén interesados en mejorar el lugar en el que viven”, complementa Gerardo.
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La experiencia sirve también como aprendizaje para los que son parte de ella. En este sentido, Beatriz menciona una anécdota de la última jornada que llevaron adelante: “Estábamos intentando cavar en la tierra, en una parte especialmente dura de perforar, y apareció un joven que ofreció ayudarnos. Resultó que ese joven era ingeniero en agronomía y nos dio algunos consejos, detalles técnicos para que las plantas crezcan mejor, absorban más humedad. Vamos aprendiendo a la par que vamos arborizando”, comentó.
Morel adelanta además que esperan que las que lograron plantar hasta ahora, no sean las últimas: “En el futuro esperamos sumar más vecinos, que podamos cubrir toda la avenida, plantar más y obtener plantines del vivero de la municipalidad o de Itaipú. La idea es contar con el compromiso de que todos cuidaremos de lo que vayamos cultivando, porque será algo que beneficiará a toda la comunidad”, puntualiza. “Más adelante queremos formar una comisión de protección del medio ambiente en nuestra comunidad”, concluye.
Amado Benítez Gamarra es una importante avenida que une a Ciudad del Este con Presidente Franco. Durante todo el día soporta un intenso tráfico. El calor del asfalto, sumado a la falta de vegetación, se convierte en un problema para los pobladores de la zona, por lo que las acciones de este grupo de vecinos representarán un alivio a las sofocantes temperaturas que se viven a diario.