Por Alfredo Duarte
20/20 es el nombre de un disco lanzado por los Beach Boys en 1969. También, por supuesto, es una manera de representar el año éste que está terminando. Ya que los Beach Boys son una de las referencias musicales más fuertes de Eeeks, y al mismo tiempo, había que dejar marcado de alguna forma este 2020 tan cargado de alegrías y sueños cumplidos para todos, podríamos especular con que el significado sea un poco de esto, un poco de lo otro..
El álbum de los Beach Boys tiene una canción de Charles Manson. También sobras de estudio junto a algunos covers y singles, todo compilado con el objetivo de entregar el último vinilo para cumplir con lo que le debían a Capitol Records. ¡¡Tenían un contrato por 20 discos!! Asi como aquél 20/20, este EP lanzado por Eeeks es el cierre de una etapa, iniciada en el ya lejano 2012, cuando se llamaban los Rukis. ¡Cuánta evolución musical! Y cuánto cambió la escena paraguaya.. Esperemos que el cierre éste no sea definitivo.
Ya desde los primeros segundos de “How Can You Say”, me siento inmediatamente atrapado por la progresión descendiente que abre la canción, marcada por una guitarra de 12 cuerdas. ¿Estaré yo siendo chantajeado emocionalmente por saber que la banda ya no va a tocar más? Bueno sí, pero se escucha con el corazón y con los oídos también: la mezcla es cristalina (linda producción de Austin Owen y Wally Boudway), cada golpe del ride de Ana brilla y la melodía de la voz es sensacional, pop y pegadiza pero impredecible, llena de frenadas bruscas, subidas, bajadas.
Hablando de producción, afortunadamente – para mí – 20/20 continúa con la línea estética de Oracle, con un sonido más seco, más crudito, no tan bañado en reverb y compresión como Pet City. No digo que esté mal, mucho menos que ese álbum sea malo: la producción de Pet le daba un toque más moderno, más contemporáneo, de indie festivalero, lo cual obviamente es un plus; pero el estilo garage/vintage es el que acerca más a Eeeks a sus influencias: The Zombies, Scott Walker, Mamas & The Papas… (Una madrugada, escuchando al grupo tras varias birras, me sorprendí de cómo recuerda a veces la voz de Ana a la de Mama Cass, en especial cuando varias voces armonizan).
Suena “Unfollow”, que si bien tiene el clásico estilo power pop con toque psicodélico que caracteriza al quinteto, por algún misterioso motivo el registro grave de Aharon en esta canción trae recuerdos de los conciertos por bares allá por el 2012 o 2013, cuando eran los Rukis, y mezclaban sus temas con algún estándar garage de los 60. De esos con la voz bieeen profunda. Luego es inevitable viajar un poco más allá, ya como Eeeks cuando telonearon a Riel en Nhi-Mu (sensacional concierto en donde empezaban a demostrar el enorme potencial que tenían), o en un bar de una esquina del centro del que me echaron por hacer pogo mientras tocaban. ¡¿A quién se le ocurre hacer pogo con indie rock?! Pues a todos, si eso pasaba en todos lados con ellos.
Ahora que lo pienso, el nombre era “en criollo”, ¿No tenían los Rukis alguna canción en español? Creo que no, pero insisto en que usen los oídos: “Don’t (Let me go)” – cantada por Luca – tiene algo muy paraguayo, de las melodías románticas y super melancólicas de las bandas de los 70. Grupos aquellos que tenían que cambiarse de país y a los que les era impuesto cantar sobre amor, con el instrumental más suave e inofensivo posible; pero que aún así dejaban traslucir el dolor y las contradicciones de su época en sus canciones violentamente pasatistas. Olvídense del “canten na en español o en guaraní”, pero también del cumplido snob/autodespectivo “no parece paraguayo”, olvídense de todo ¡Escuchen!
Si si, surfeen las olas del new wave surf power pop mediterráneo. Pero ésta no es la última, ¿eh? No olviden que Eeeks fue (bah, ES) una banda revolucionaria y varias cosas que ellos empezaron e influenciaron, siguen: movidas, muchas bandas… Igual, por las dudas, nos quedamos con el “i’m ALMOST done..” cantado por Ana.