El vivero forestal depende de la División de Áreas Protegidas de la Dirección de Gestión Ambiental de la Municipalidad, desde donde se llevan adelante varios planes de repoblación de áreas verdes y preservación del patrimonio ecológico.
La tarea, por tanto, no solamente se enfoca a la producción hortícola a la cual anteriormente estaba más centrada la actividad en el vivero, donde trabajan en forma permanente seis funcionarios municipales.
La reestructuración del vivero consistió en la prioridad de producción de árboles para sombra de tamaño mediano a grande, más aptos y resistentes para los espacios públicos como plazas, parques y avenidas y para la provisión de comisiones barriales, de acuerdo a lo explicado por el Ing. Leopoldo Alarcón, jefe de Áreas Protegidas.
Indicó que en estos meses se han entregado 3500 árboles a las distintas comisiones y que el vivero también provee de plantas ornamentales para los trabajos de jardinería que realizan los funcionarios de Servicios Municipales en distintos puntos de la ciudad.
A partir de julio, se reforzó nuevamente la producción de plantas ornamentales, entretanto, se mantiene el nivel de crecimiento de frutales y para sombra en orden de 6.000 para la salida inmediata.
El vivero produce 1.800 mudas de plantas ornamentales estacionales por semana con variedad de especies como botón de oro, dalias y otras. Para sombra abundan los lapachos, guayaibi, cedros, frutales nativos como ñangapiry, yvapovö, yvapurü.
La División de Áreas Protegidas es la encargada también de supervisar el talado de árboles para la construcción, cuyos responsables deben donar a la Municipalidad diez mudas para la reposición, según recordó el Ing. Alarcón.
