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Paz del Chaco: Datos que quizás no sabías de la guerra entre Paraguay y Bolivia

Hace casi un siglo atrás 150.000 paraguayos defendieron en combate su territorio de los 250.000 bolivianos que vinieron a luchar por hacerse del territorio chaqueño. Una vaga determinación de los límites de aquella zona inhóspita y despoblada llevó con los años a que ambas naciones lucharan por un territorio estratégico importante, tanto por la salida al océano Atlántico por el río Paraguay como por la supuesta existencia de petróleo en el subsuelo chaqueño.

Durante el desarrollo de la guerra, entre 1932 y 1935, tuvieron lugar diversas batallas emblemáticas como Nanawa, que quedó retratada en los versos del paraguayo Emiliano R. Fernández. 

El emblemático poeta narra cómo el enfrentamiento permitió a las tropas nacionales retomar en 1933 la iniciativa en contra de Bolivia y desempeñar, posteriormente, grandes operaciones victoriosas en la contienda.

En conmemoración a esta fecha importante, citamos unos cuantos datos curiosos relacionados al conflicto.

1- 12 de junio: Firma del Protocolo de Paz, y no el Tratado

Cristina Kirchner fue la garante de un acuerdo entre Bolivia y Paraguay

Según el libro Historia del Paraguay, de Mary Monte, Paraguay y Bolivia decidieron firmar en esta fecha el Protocolo de Paz, que establecía que los enfrentamientos entre ambos bandos cesarían el 14 de junio de 1935, al medio día.

Tras arduas negociaciones, según el material, el Tratado de Límites se suscribió el 21 de julio de 1938, en Buenos Aires. No obstante, de acuerdo a medios locales, el Tratado de Paz definitivo se firmó recién el 27 de abril del 2009, entre Fernando Lugo y Evo Morales.

2- ¿Paraguay cedió territorio ganado?

Durante años circulaban rumores que indican que Paraguay “entregó” gran parte del territorio ganado en la mesa de negociaciones. El reconocido historiador Fabián Chamorro aclaró hace un par de años algunos puntos muy importantes al respecto. 

“Usaron la historia para atacar al rival circunstancial; en este caso para atacar al Partido Liberal. Paraguay logró que Bolivia retrocediera 150.000 km2 del territorio chaqueño tras la contienda. No obstante, en el año 1938 renunció a unos 17.000 km2 (aproximadamente el 10%) de una región que ya era poblada por bolivianos desde hacía varias décadas. La razón para ceder este territorio fue simple: evitar seguir con una guerra que ya no tenía sentido”, aclaró Chamorro.

El experto explicó que “Bolivia podía levantar tres ejércitos más; tenían plata y armamento que estaba viniendo de Europa. Entonces no tenía más sentido prolongar la guerra cuando Paraguay ya estaba retrocediendo en el campo de batalla”.

3- El valor del soldado paraguayo

El libro biográfico “Estigarribia 20 años de vida política paraguaya” de Alfredo Seiferheld señala que el propio mariscal Estigarribia se refirió al principio de las operaciones que la situación era bastante complicada.

Es entonces que tuvimos que dar el esfuerzo más rudo y más sostenido: aguantar física y moralmente. Todo faltaba: los efectivos y los cuadros, las armas, las municiones, el material, el dinero… Mis hombres lucharon a menudo con el estómago vacío; no teníamos camiones, solo bueyes, y las lluvias retrasaron los convoyes. Para combatir las epidemias hacían falta medicamentos y nuestras ambulancias eran miserablemente provistas; se operaban los heridos sin anestésicos.. Ni una sola vez los míos desfallecieron. El fortín Toledo fue reconquistado por regimientos diezmados por la disentería y la fiebre.

Un escritor extranjero describió ese primer ejército paraguayo como un ejército de harapientos. Pero no me avergüenzo de haber dirigido a esos harapientos: ignoraban la desesperación y el miedo…”, declaró.

4- Diferencia en números

Además de las duras condiciones recién citadas, a nivel armamentístico existía una notable diferencia a favor de los bolivianos. Paraguay fue a la guerra con este armamento: 

  • 32 Cañones
  • 24 Morteros
  • 32 Ametralladoras pesadas
  • 12.000 Fusiles
  • 8 Aviones
  • 2 Cañoneras (Las Cañoneras Humaitá y Paraguay, muy conocidas y que sirvieron bastante)

Por su parte, los números en Bolivia eran los siguientes:

  • 37 Cañones
  • 72 Morteros
  • 363 Ametralladoras pesadas
  • 16.464 fusiles
  • 8 aviones
  • 1.678 Ametralladoras livianas
  • 4.612.800 cartuchos de diversos calibres
  • 369 Camiones
  • 1 Lanzallamas
  • 2 Tanques

Aún con todo ello, los paraguayos lograron salir victoriosos de este conflicto.

5- Los últimos héroes

El último reporte oficial sobre los excombatientes de la guerra entre Paraguay y Bolivia señala que quedan apenas 20 soldados con vida. Todos superan los cien años de vida, y algunos de ellos fueron a combatir con apenas 15 años. 

La cifra contrasta con la del 2020, que señala que todavía habían 60 ex combatientes y 6.829 herederos. En 2019, en tanto, se contabilizaban 105 soldados.

Cabe recordar que el Estado paga a los veteranos una pensión mensual de G. 2.024.160 y un subsidio mensual de G. 4.723.040, lo que en total suma G. 6.747.200 al mes.

En caso de fallecimiento, un familiar recibe en concepto de gastos de sepelio, por única vez, un monto de G. 12.144.960. También se paga una indemnización a viudas menores de 40 años de G. 20.241.600. La pensión a los herederos de veteranos se concede desde la fecha del otorgamiento del beneficio.

En nuestro país, los excombatientes gozan de privilegios de rango constitucional y en los días festivos del 12 de junio y 29 de septiembre, que recuerdan el armisticio y la batalla de Boquerón, en ese orden, ya no pueden desfilar como lo hacían décadas atrás.

6- Los diarios de trinchera.

Con el propósito de animar al ejército paraguayo, de acuerdo al material de Mary Monte, Nanawa y otros 14 periódicos de divulgación seria y jocosa se editaron durante la contienda. No obstante, según publicaciones de medios locales, ya no existe ni un solo ejemplar de Nanawa, el histórico diario de trinchera.

En tanto, en Asunción varios periódicos relataban todo lo que iba aconteciendo en la guerra. “Los periódicos de la capital siguieron funcionando, había varios: El Orden, Tribuna, El Diario, La Crítica”, contó el historiador Fabián Chamorro en 2019.

Asimismo, durante la Guerra del Chaco un semanario de nombre “ENANITO”, que circulaba en los fortines y en el frente, el 9 de diciembre de 1933 publicaba una nómina de heridos y caídos en combate.  Una carta con los nombres fue dirigida al director del citado diario y firmaba un tal Emiliano R. Fernández. Su fundador fue el Sr. José D. Acosta, cuya administración funcionaba en Independencia Nacional N° 439 de Asunción y aparecía sólo los sábados.

Fuente: Hemeroteca Municipal de Concepción.

7- El senador Long

Sepelio del Senador norteamericano Huey Long. Foto: Oscar Valenton.

La Liga de las Naciones (antecesor a las Naciones Unidas actual), declaró a Paraguay «país agresor», y teniendo en cuenta que fue Paraguay el que declaró la guerra oficialmente, esto llevó a que este organismo condenara todos los actos del país. 

Quien defendió en el Congreso norteamericano al Paraguay fue el senador Huey Long, quien en su memoria una importante calle de la capital del país lleva su nombre. Su denuncia fue que la Standard Oil Co. (empresa petrolera de Estados Unidos) financiaba a Bolivia. 

El 30 de mayo de 1934 el senador Long sacudía al Congreso en Washington con una proclama incendiaria contra la Standard Oil, acusándola de haber desencadenado el enfrentamiento armado del Chaco. “¡Aquí está Rockefeller, con un ejército, robando al Paraguay!” dirá el senador para no ahorrar adjetivos contra la empresa petrolera. 

Y cuando el 15 de enero de 1935 la Sociedad de las Naciones decidió levantar el embargo de armas que pesaba sobre Bolivia, manteniendo el mismo sobre Paraguay, Huey Long declaró a la prensa: “Esta decisión de la Liga de las Naciones no es más que un mensaje dirigido al Paraguay y firmado por Rockefeller que dice: No toquen los lugares donde hemos localizado pozos del petróleo”.

El senador Long fue asesinado a los 42 años, poco después de haber realizado dicha denuncia. Sus últimas palabras fueron presuntamente “Dios, no me dejes morir. Tengo tanto todavía que hacer”.

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