Entre las prácticas que la cartera sanitaria recomienda, están el de comer de manera saludable, realizar actividades físicas de manera periódica, evitar el alcohol y el tabaco, etc.
La obesidad sigue siendo una de las grandes amenazas a nivel mundial, sumado a la actualidad frente al COVID-19. No solo afecta la calidad de vida, es un factor de riesgo que abre paso a otras enfermedades, puede producir complicaciones y provocar la muerte prematura.
En Paraguay, el 23% de los adultos padece obesidad, mal que afecta igualmente a 1 de cada 3 niños y adolescentes, según supo informar la cartera sanitaria.
La directora del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, la Dra. María Paniagua, destacó que la situación de la población con respecto a la obesidad a nivel nacional no era favorable previo a la pandemia, pero tras más de un año y medio de encierro, la obesidad aumentó como una consecuencia del aislamiento sumado al estrés de la pandemia y la inactividad física.
“Con la pandemia se registra un aumento de la obesidad, producto del aislamiento, la inactividad física, sumado al estrés de la pandemia, provocó una epidemia de obesidad en el país”, señaló la titular del Programa de Prevención Cardiovascular.
A todo esto se añade que al inicio de la emergencia sanitaria, los hospitales estaban llenos de casos con coronavirus; pero a más de un año se registra una gran cantidad de pacientes con enfermedades cardiovasculares: por insuficiencia cardiaca, por descompensación a causa de la hipertensión, infarto del miocardio o accidente cardiovascular, según la profesional.
Recomendaciones
Desde el Programa de Prevención Cardiovascular se recomienda realizar el chequeo cardiológico (electrocardiograma) al menos una vez al año, así como análisis de sangre para examinar el nivel de glucemia, colesterol y triglicéridos, lo que permitirá evaluar la situación general del paciente y detectar la existencia de factores de riesgo para tratarlos de forma adecuada y oportuna.
Desde Salud instan a los hipertensos a no abandonar su medicación y a acudir a los controles con regularidad. Muchas veces por el aumento de peso, por sedentarismo, por la edad se necesita aumentar la dosis de la medicación para controlar la presión arterial.
También recomiendan a la población a mantener un estilo de vida saludable, consumiendo a diario frutas y verduras, disminuyendo el consumo de frituras, panificados y dulces que pueden comerse de forma ocasional, abandonar el hábito tabáquico, consumo prudente de alcohol, realizar actividad física diariamente, bajar de peso para los que se hallen con exceso.