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Mamonas Assassinas en Foz de Iguazú: a 25 años del show que sacudió la triple frontera

Por Alfredo Duarte.

La gran mayoría de nosotros no pudo presenciar en carne propia la beatlemanía, pero algunos tuvimos la suerte de experimentar su equivalente sudamericano. Mamonas Assassinas era el grupo que unía a niños, jóvenes y adultos que conservaran su espíritu de niño intacto. Causaban conmoción por donde pasaban. También polémica y mucha alegría.

En poco más de 6 meses vendieron un millón y medio de copias de su álbum debut. En el punto más alto de la fiebre, el disco llegó a consumirse al ritmo de 100 mil copias (cifra equivalente a un disco de oro en la época) a cada dos días. Los Ramones, durante los 22 años que estuvieron activos, no lograron que ningún álbum de estudio suyo llegue a disco de oro, y estos cinco estúpidos te vendían un disco de oro cada dos días.

La imagen puede contener: 2 personas, personas sentadas y habitación
Júlio,Dinho y Bento llegando a Foz de Iguazú. Foto: Flavio Henrique

Yo tenía 9 años. Mi viejo había comprado el CD, yo escuché una canción en la radio e inmediatamente le secuestré el disquito. Como lo ocupaba todo el santo día y mi viejo no lo podía usar por mi culpa, me lo grabó en un cassette. Pero yo ya era lo suficientemente grande (y lo suficientemente rompebolas) para darme cuenta que la calidad no era la misma, hasta que el pobre tuvo que conseguirme otra copia en CD para que él pudiera escuchar la suya. Así que había 2 discos de Mamonas en casa. Y cuando en la radio Transamérica de Foz anunciaron que iban a llegar a la ciudad, muy difícil explicar y dimensionar las sensaciones que pasaron por mi cabeza.

Fui al Centro de Convenciones acompañado de mis tíos, de un primo brasileño y hasta de una prima que vino desde Asunción para ver el show. Claro que no éramos los únicos paraguayos allí: Ciudad del Este, no hace falta ni decir, siempre fue fuertemente influenciada por la cultura y la música brasileña. Lo que reventaba en Brasil, reventaba en CDE. Y en el barrio, cada fin de semana sonaba “Vira Vira” a lo lejos desde algún lugar. Y en cada reunión familiar, ponían esa canción y los niños nos juntábamos a saltar como locos: si alguna banda de rock generó todo esto EN LOS NIÑOS antes o después, no recuerdo, o no te creo.

Mamonasmanía en el Centro de Convenciones

Entrada al concierto (Foto: Claudinei Luiz)

A los ojos de un joven o de un adulto X, la situación ya sería lo suficientemente impresionante; pero hablando un mocoso de 9 años, para el cual encima era su primer concierto, es un asunto aparte. Yo nunca había visto tanta gente en mi vida: se estima que hubo entre 8 y 10 mil personas esa noche, para mí eran como un millón. Cuando llegamos, momento al estilo los Simpson: vimos una fila gigante de gente apretujada, que tenía como 3 cuadras de largo. “¿Esa es la fila para entrar?”, preguntamos, asustados. “No, esa es para comprar la entrada, la fila para entrar es aquella”, nos dijo alguien apuntando a otro montón personas que, por suerte, era un poco menor. Pobres de los que dejaron para comprar en puerta, pensando que no habría tanta gente.

Tras la cola y luego de una espera adentro que se hizo eterna, se apagan las luces en el Centro de Convenciones. Niños con sus mamás de diferentes edades, adolescentes, veinteañeros, treintañeros, todos haciendo un ruido ensordecedor: “¿Cómo voy a escuchar la música con toda esta gente?” pensaba. También intentaba adivinar con qué disfraz saldrían primero, y qué canción abriría el concierto. ¿”Mundo Animal”? ¿”1406”?

No, el tema que normalmente preferían los cinco magníficos de Guarulhos para comenzar era “Cabeça de Bagre II” y Dinho salió con su disfraz de tortuga verde y amarillo. Por supuesto, que fuera un tema no tan conocido no le importó a nadie: locura instantánea. Los trajes de los demás ya escapan a mi memoria, pero no hay problema, que para eso está – oh reliquia – el set completo en YouTube. Es un video solo un poco menos borroso que mi memoria infantil, pero igual más eficaz.

A pesar de la cantidad de público y la euforia, por suerte el sonido era alto y claro. Dado mi tamaño, yo veía como podía, más que nada por la pantalla gigante, pero se escuchaba bastante bien. Era tanto el público infantil que los seguía, que en este punto la banda ponía como exigencia que hubiera un sector exclusivo para niños, noticia que después enfureció a mi hermana menor. Ella no fue justamente porque era muy pequeña y mis viejos no sabían siquiera si la dejarían entrar a un concierto de rock. Pero a quién se le hubiera ocurrido que era la primera y última oportunidad…

Suena el álbum que fue un hit de comienzo a fin

Full Show

Siguieron “Chopis Centis”, “Jumento Celestino”, “1406”, “Mundo Animal”… una pausa y una persona pide en el micrófono al público que no empuje para no lastimar a los que estaban enfrente. Y luego, sin ninguna ceremonia ni aviso, suena la intro de “Vira Vira” y el maldito lugar se vino abajo. Sumale a la euforia, la sorpresa: era el mayor éxito y nadie esperaba que lo tocaran tan pronto. La táctica era la siguiente: tocaban esa canción relativamente rápido para calmar la ansiedad y la sed del público, seguían con su repertorio, cerraban con “Pelados em Santos “ y luego, para el bis, repetían “Vira Vira”. Por supuesto, no había un alma capaz de quejarse de que tocaran ese tema 2 veces. ¡Trucazo!

Fueron ejecutadas todas las canciones de su debut, hasta las más improbables como “Débil Metal” y “Bois Don’t Cry”. Antes de “Lá vem o alemão”, Dinho cantó un pedazo de “Absoluta”, en ese entonces el hit más reciente de Negritude Jr. ¿Qué otra banda de rock podía tocar un pagode y hacer que el público cante con ellos igual? Tal vez fuese tener semejante mezcla de estilos en su álbum lo que los hacía tan congregantes. Eran un punto de unión, y por lo tanto daban la impresión de que podían tocar cualquier cosa y el público saltaría o reiría con ellos igual. Poné en esa bolsa solos de batería, de guitarra e imitaciones de Silvio Santos.

Tras dichos solos y un poco de enrolação, vino el mencionado cierre con “Pelados em Santos” y pude decir que vi, a duras penas, lo que más quería ver: Dinho cantando mientras le salía esa lluvia de chispas de la espalda. Fue poco más de una hora de las guitarras mágicas de Bento Hinoto, la polenta de la sección rítmica de los Reoli y el carisma y las payasadas de Dinho y Júlio; el show llegaba a su fin, pero para los asistentes la jornada aún estaba lejos de terminar.

El caos continúa afuera

Recuerden, eran alrededor de 10 mil personas, y si bien el Centro de Convenciones tenía la capacidad justa para albergarlas, el desastre vehicular a la salida era inevitable. Demoramos un buen rato solo para encontrar nuestro auto entre miles de otros, para luego quedar muertos, atascados en una agudísima boca de botella. Tras por lo menos dos horas de soportar esto, algunos conductores trabajaron por cuenta propia para resolver el problema: con herramientas o lo que tuvieran a mano, fueron cortando y destruyendo desesperadamente todo el cerco de alambre que rodeaba al improvisado estacionamiento y así por fin los miles de vehículos cautivos pudieron salir.

Mientras esperábamos, a nuestro lado varios respectivos padres de familia y tíos se distendían alrededor de sus autos, tomando cerveza y escuchando a todo volumen una canción que a mí me sonaba aún más extraña que las de Mamonas. Era “Florentina” de Tiririca. Una y otra vez. Mi pregunta es la siguiente: ¿Cómo es que en 2021 Tiririca está vivo y es un DIPUTADO FEDERAL DE BRASIL, y los Mamonas hace 25 años ya que desaparecieron de un pantallazo?

Ok, no es que le desee la muerte a Tiririca, lo qué en realidad quería preguntar es… ¿Qué clase de justicia es esa? Talvez el furor de Mamonas Assassinas no hubiese durado mucho tiempo más, y es difícil mantener el buen humor y los chistes todo el tiempo trabajando sin parar y con tanta presión y compromisos encima. ¡Pero queríamos que estuvieran aquí! Queríamos escuchar como sonaba su segundo disco, y que se peleen y no soporten la fama y se separen y se corrompa la imagen pura que teníamos de ellos, ¡pero que sigan aquí con nosotros!

Vinieron y dividieron a toda una ciudad entre quién asistía al concierto y quien no, iban decenas de miles de personas para ver a una sola banda… ¿Qué artista de rock te genera eso hoy en día? Bueno, talvez el Indio Solari, pero el dia que el Indio Solari haga un disco en donde mezcle funk, música portuguesa, pagode, sertanejo, metal, forró, rock progresivo, punk y música infantil, y salga al escenario a cantar todo eso vestido de drag queen, avisame. ¡¡¡Maldito avión!!!

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