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La batalla perfecta: la más exitosa maniobra del ejército paraguayo en el Chaco

Los gloriosos soldados de la 8ª División de Infantería fueron comandados por el entonces general Eugenio Alejandrino Garay, “cuyo ilustre nombre reúne las virtudes más excelsas del soldado; sus heroicas acciones impregnadas del más elogiable heroísmo y férreo sacrificio fueron rubricados en tan memorable y decisiva batalla, posteriormente en Yrendague el 8 de Diciembre, por la que con justicia se lo llama Padre y Gloria de la Infantería Paraguaya, empieza relatando el entendido en historia paraguaya.

La historia recuerda a la batalla de El Carmen de la Guerra del Chaco entre Bolivia y el Paraguay, como una de las maniobras mejores ejecutadas por el ejército paraguayo, tanto estratégica como tácticamente. 

Ubicación geográfica en donde se desarrolló la batalla de El Carmen.

Desde el punto de vista estratégico porque se trató de la ruptura central del dispositivo militar boliviano en el Chaco con la amenaza de copar todas sus fuerzas ubicadas en el fortín Ballivian, al sur del fortín boliviano El Carmen. Y desde el punto de vista táctico porque consistió en un doble envolvimiento por los flancos con posterior cerco y aniquilamiento de dos divisiones bolivianas, basado en un profundo y exhaustivo reconocimiento previo del terreno con escasa detección enemiga.

Al costo de 100 muertos el ejército paraguayo logró capturar a casi 7000 bolivianos con todas sus armas, camiones, equipos y cañones. Pero no nos adelantemos y repasemos los antecedentes del combate.

Antecedentes

En agosto de 1934, el 2do. Cuerpo de Ejército al mando del Coronel Rafael Franco se hallaba en Carandayty y Huirapitindy, al noroeste, aunque por problemas de abastecimiento y cansancio, debieron retroceder. 

El General Estigarribia decidió no obstante cortar la línea de abastecimiento del 1er. Cuerpo de Ejército boliviano en Ballivián al sur, para lo cual debía tomar El Carmen, enfrentar a la División de reserva boliviana y seguir hasta el Río Pilcomayo. 

“De esta manera las fuerzas paraguayas no sólo cortarían las líneas de abastecimiento, sino que se harían con la red de caminos que permitían el fácil movimiento de tropas bolivianas en el sector central del Chaco. El retroceso del Coronel Franco ayudó a aislar al Cuerpo de Reserva que sería atacado por las fuerzas paraguayas”, relata Sánchez.

El 27 de octubre en Garrapatal se reunían el General Estigarribia, el comandante del 1er. Cuerpo de Ejército Coronel Fernández y el comandante de la 8va. División de Infantería, Coronel Eugenio Alejandrino Garay. Un encuentro crucial para la próxima batalla que se vendría.

Estigarribia no podía establecer ninguna maniobra de envolvimiento mientras no contara con un número superior de efectivos, en proporción a los efectivos bolivianos desplegados en El Carmen; por ese motivo el Cuerpo de Ejército Paraguayo llegó a aglutinar 10.000 hombres que se dispusieron en un amplio arco de norte a sur. 

La estrategia desplegaría a cuatro divisiones; la del Coronel Barrios, la del Coronel Rivas Ortellado, la del General Garay y la del Coronel Ortiz. (este último quien sorprendentemente había recuperado el mando de su División luego de ser objeto de un sumario por su desempeño en la derrota paraguaya de Strongest). Llegar a concluir una maniobra de envolvimiento similar a la de Alihuatá-Zenteno (Victoria de Campo Vía) sería la mejor opción.

“Se vuelve a producir la misma situación que en Pampa Grande y Campo Vía, una importante cantidad de bolivianos empieza a ser cercada y otra trata de ayudar desde el exterior, definitivamente la suerte no está del lado boliviano, su sistema logístico, ahora ya cerca de sus bases de Villamontes no le permite llegar con tropas frescas al escenario de El Carmen lo que precipita un final desastroso”, comentó Puche.

La ejecución de la estrategia:

Para tal efecto, planificaron dos patrullajes; uno por parte de la 2da. División por el Sur en dirección Oeste al mando del Teniente Gerónimo Vidal que llegó a “El Carmen” y recorrió 32 kilómetros en cinco días sin mayores inconvenientes; y otro por el Norte en dirección Oeste por parte de la 8va. División, al mando del Teniente Cecilio Escobar, que hizo 43 kilómetros hasta llegar a “El Cruce” (punto detrás de El Carmen en el que convergían las tres picadas principales).
Este recorrido fue hecho con muchas dificultades. Como resultado de sendos patrullajes se llegó a la conclusión que la maniobra de envolvimiento era posible, por lo que se dio inicio a la misma el 10 de noviembre.

Se cree en general que las fuerzas bolivianas de “El Carmen”  llegaban a los 7.000 hombres, mientras que las paraguayas a poco más de 10.000. Como una buena maniobra de envolvimiento se establecieron tres puntos importantes:

  • Al centro la 1ra. División, junto con los Regimientos de Infantería 4 y 2 y el Regimiento de Caballería 2 paraguayos debían lograr un amarre frontal con las fuerzas de la Primera División de Reserva boliviana y tres regimientos: el 40, 6 y 12.
  • Al Sur, la 2da. División, al mando del Teniente Coronel Rivas Ortellado (quien se encontraba enfermo) debía marchar en dirección Oeste, y la salida tuvo una demora de 24 horas debido a la falta de aprovisionamiento. Parten luego, junto con los Regimientos de Infantería 1, 3 y 10 siguiendo el camino “S” o Salek, para luego adentrarse en la picada Vidal, que siguieron a pesar de la falta de agua y debiendo el R.I. 10 cubrir una línea de 30 kilómetros, tomando El Carmen ya el 13 de noviembre y cortando el camino El Carmen – Strongest, aunque sin poder conectar aún con la 8va. División.
  • Al Norte, la 8va. División al mando del Coronel Garay, junto con los Regimientos 16, 18 y 40 avanzaron inicialmente a través de la picada Escobar encontrándose con ciertas dificultades que fueron sorteadas. A raíz de esto las fuerzas de “Avión Pytá” (Garay) al mando del Teniente Acosta, matan al Estado Mayor de la Segunda División boliviana y capturan un camión con un mapas de las ubicaciones bolivianas, lo cual permitió que se pudieran apartar ya el 13 de noviembre de la picada Escobar, en dirección sur para llegar a El Carmen y tomar contacto con la 2da. División y lograr el envolvimiento. Esta marcha en dirección Sur fue hecha con posicionamiento en retenes, a modo de asegurar el cerco, y luchando contra fuerzas bolivianas.

El 16 de noviembre se logra conectar la 8va. División a través del R.I. 18 junto con el R.I. 3 de la 2da. División. Se cierra el cerco, logrando la 8va. División la rendición del R. 18 Boliviano y de esa forma teniendo más de mil prisioneros, de la misma manera, la 1ra. División paraguaya que inicialmente estaba encargada del amarre frontal logra conectarse con la 2da. División. Ese día el grueso de las tropas bolivianas se rindió.

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Consecuencias

Entre el 28 y 30 de noviembre de 1934, más de 6.000 prisioneros bolivianos llegaron a Asunción luego de una cuarentena en Villa Hayes. Fueron capturados el 16 de noviembre luego de la batalla de El Carmen. Los prisioneros desfilaban hasta la estación del tren, para ser conducidos a diferentes destinos. A esas alturas, en Paraguay ya había 12.000 prisioneros trabajando en obras públicas. Los únicos que quedaban en Asunción eran los oficiales, quienes se hospedaban en la Escuela Militar, hoy Congreso Nacional.

“Finalmente, la victoria paraguaya tuvo un costo de 100 muertos para el ejército paraguayo, y se logró capturar a casi 7000 bolivianos con todas sus armas, camiones, equipos y cañones”, destaca Sánchez.

Luego de “El Carmen” se inicia una retirada boliviana que tendría profundas y decisivas repercusiones en la guerra. A los 4 días de esta victoria, tanto el resto de la División de Reserva boliviana, como el Primer Cuerpo de Ejército en Ballivián se repliegan y para diciembre, a consecuencia de la gloriosa toma de Yrendagüé, permite que el Coronel Franco tome un nuevo y enérgico movimiento ofensivo para retomar las posiciones que debiera dejar meses atrás. 

Las fuerzas del sector Pilcomayo boliviano continuaron con la retirada, perdiendo Guachalla, Cururendá, Samahuayte e Ybybobo. Aparte de esto, el efecto en la moral de las fuerzas bolivianas, así como de la opinión pública de ese país fue terrible.

En “El Carmen” las fuerzas paraguayas causaron grandes estragos al enemigo, que es progresivamente rodeado por las unidades guaraníes. “Fue la batalla perfecta por su concepción, por sus delineamientos generales, por su preparación y su brillante ejecución, e innegablemente porque la suerte le sonrió al vencedor”, comentó un emocionado Puche.

Otros datos y sucesos ocurridos en relación a la batalla de El Carmen:

Autor: Enzo Pertile.
  • La batalla de El Carmen fue la suerte del vencedor: Los paraguayos presumimos de una gran victoria militar en la Batalla de El Carmen, pues en ella conjugaron varios elementos al mismo tiempo, empezando con la angustiosa situación a la que el General Estigarribia se enfrentaba en octubre de 1934.
  • Habían tres frentes de guerra abiertos durante los hechos de El Carmen, tres escenarios; al norte la división de Rafael Franco era presionada por las fuerzas del Coronel Toro, este casi triplicaba en efectivos a Franco. En el sur, frente a Ballivan “el verdún boliviano”, el III Cuerpo de Ejército Paraguayo al mando del Coronel Brizuela, héroe de Nanawa sitiaba Ballivian, pero poco o nada podía hacer Brizuela contra un verdadero bastión con tan desigual proporción que también lo superaba en un número de 3 a 1.
  • Para recorrer los kilómetros de distancia que los paraguayos recorrían detrás de las líneas Bolivianas, llevaban la conocida ración de hierro paraguaya, agua, galletas, yerba mate y carne salada conservada, también el maní negro suficiente para 10 días aproximados de patrulla.
  • Llegada casi la noche, una patrulla del norte fue atacada por nada más y nada menos que por una manada de cerdos salvajes con el brutal alboroto que produjo, estos pensaron que ya estaban perdidos. Lograrían superar esa situación y marchar al día siguiente.
  • Cuando el desenlace parecía inevitable, siempre se escuchaba el grito de “pilas en la retaguardia!!” (PILA es el término con el cual los bolivianos denominaban a los paraguayos, de la lengua aymara “pata-pila”, que es pata pelada, en alusión a que varios soldados paraguayos andaban descalzos).
  • Entre el 28 y 30 de noviembre de 1934, más de 6.000 prisioneros bolivianos llegaron a Asunción luego de una cuarentena en Villa Hayes. Fueron capturados el 16 de noviembre luego de la batalla de El Carmen, en Paraguay ya había para ese entonces 12.000 prisioneros que fueron puestos para trabajar en obras públicas.
  • La maniobra paraguaya en El Carmen ha sido objeto de estudio y enseñanza en varios centros militares de muchos países en los que se tuvieron en cuenta aspectos militares, se han considerado la proporción de tropas envolventes respecto de las que amarran, se estudió el radio de envolvimiento ideal, se consideró el tipo de armamento que debía acompañar la acción, y un sinfín de elementos de juicio que hacen que esta victoria paraguaya haya sido tan profusamente estudiada.

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