Aunque hoy desarrolla la profesión de forma natural, no siempre estuvo muy claro para él: “Todo empezó cuando terminé el colegio, porque no me llamaba la atención ninguna carrera. Tampoco cocinaba, cero luego, pero veía muchos programas internacionales de cocina y me gustaba lo que hacían los chefs, eso sí me atraía. Cuando me decidí por la carrera, fui directo a Foz (de Iguazú) a estudiar, porque sabía que allá la enseñanza en ese ámbito estaba más desarrollada”, narra el joven.
Actualmente, se desempeña como chef privado en eventos, llevando consigo sus habilidades y los ingredientes y utensilios que necesitará para cada ocasión: “Me gusta cocinar todo lo que tenga que ver con comida salada: pastas, pizzas, asados, paellas, risotto, tacos mexicanos… todo lo que más se consume por acá, que es justamente lo que me piden casi siempre”, señala. “Cada vez que cocino para alguien, sea quien sea, no importa si es alguien famoso, si es conocido, si recién le conocí, su cantidad de seguidores en Instagram… siempre le voy a hacer la mejor comida posible y le voy a dar el mejor servicio a mi disposición, porque mi trabajo es que esas personas coman de la mejor manera”, agrega.
Además, junto a dos amigos incursionó en un proyecto algo más ambicioso: “Abrí una hamburguesería, pero por falta de tiempo va a ser solo hasta este fin de semana”, comenta. “Queríamos ver cómo nos iba con el tema de comida rápida, la venta, el alcance que puedo llegar a tener. Nos va muy bien, superó nuestras expectativas, pero esta tercera semana probablemente va a ser la última”, lamenta.
Cocina de autor
Acerca de su forma de crear platos, Nohan aclara que cada plato tiene un toque especial: “Trato siempre de innovar, de hacer cosas distintas. Aunque parece repetitivo lo que hago, por las fotos que se ven en Instagram, es solo porque cocino lo que a la gente le gusta más. Yo siempre trato de hacer algo diferente, introducir sabores nuevos, no hacer siempre lo mismo, porque me cansa. Lo que yo hago entonces sería cocina de autor”, explica.
Para el futuro, espera seguir formándose dentro del mundo culinario: “El año que viene quiero viajar, quiero ir a otro país, que está todavía por definirse, pero si todo sale bien, en marzo me voy a capacitarme, a estudiar”.
“Mi primer objetivo es ir a Europa, quedarme allí el tiempo que sea necesario, que no sé cuánto va a ser todavía, pero lo que considere necesario para aprender. Luego, pensando en alrededor de unos cinco años, venir a Ciudad del Este o a Asunción y abrir un negocio gastronómico”, manifiesta, con la vista hacia lo que podría ser su carrera profesional.
Durante la conversación, comparte también algunas reflexiones sobre lo que significa crear un plato y hacerlo distintivo: “La persona que hace, el toque que tiene cada uno, es lo que hace una comida especial. Nadie cocina igual. Nunca una comida va a ser igual a la otra, porque siempre influyen otros factores. Esa diferencia es la que la marca el que cocina”, explica, antes de hacer un paralelismo con su propio trabajo: “Aunque tenga una receta escrita, si ya conozco la receta, algo le cambio, ya sea porque me gusta más o porque yo sé que así le queda mejor. El toque que le da cada uno, eso es lo que yo creo que es lo que hace especial una comida y lo que hace diferente a la mía”.
“Son las ganas de cada uno, la dedicación que se le pueda llegar a poner. Cualquiera puede cocinar y si te gusta, vas a hacer bien”, concluye.
