Enemigos de la Klase se formó en 1992, época marcada por el inicio de la larga y compleja transición democrática en Paraguay. Era una banda en donde la denuncia social y política eran parte esencial de las letras, en una sociedad que recién se estaba acostumbrando a hablar tras una larga noche de 37 años. Antes, solamente se podía tocar temas políticos si era para adular al “bando ganador”.
“A pesar de que ya habían pasado unos 3, 4 años de la dictadura, la sociedad seguía igual. Había muchas cuestiones que no cambiaron, por ejemplo el Servicio Militar Obligatorio. Por eso en “Republica o Muerte” (la canción) hay una letra que dice ‘Juventud divino tesoro, al cuartel por obligación’. Era común todavía esa práctica de que los militares suban en el colectivo y le pidan la baja a los jóvenes. Prácticamente secuestrando a los jóvenes para ir a llevarlos a un cuartel”, relata Christian “Krisper” Pérez, vocalista y guitarrista, sobre el escenario social que se vivía en ese entonces.
“En la letra de ‘Patria Querida’ [tema propio de Enemigos de la Klase, no confundir con el himno nacionalista] también se habla un poquito sobre la cuestión política hegemónica en ese momento. De la derecha, que estaba muy fuerte en esa época. Convengamos que recién había terminado la guerra fría, la Unión Soviética se había desintegrado hace unos 3, 4 años y el Neoliberalismo estaba en su auge. El Neoliberalismo y las expresiones de derecha eran supuestamente lo ‘mejor’. ‘La derecha rige el orden mundial, nada cambia, todo sigue igual’, dice en una parte la letra”.
El nacimiento de República o Muerte
En 1994, la banda entró a grabar su primer disco, que pasaría a la historia como el primer álbum de punk rock nacional. La formación que grabó fue: Sargus Pérez (hermano de Christian) en bajo, Carlos Acuña en guitarra y Christian Pérez en batería y voz. “Pasa que yo había empezado la banda siendo baterista, y había otro cantante. Luego el cantante salió y me decidí a cantar yo. Yo no quería cantar en un principio, pero ya que mayormente eran mis temas los que tocábamos, quedé como cantante”, cuenta Krisper.
“República o Muerte” se grabó en los estudios Iodi. El sonidista y productor artístico del disco fue Quique Calabrese. “Quique aportó muchas cosas que suenan en el disco y que en los ensayos no estaban. Algunos efectos, algunas cuestiones que el hizo en esa época, con un estudio que todavía usaba la grabación con carretes de cinta. En 1994 aún no había digitalización”, recuerda Christian.
La banda ponía el dedo en la llaga de la dictadura con “La Paz de los Muertos”, en referencia al eslogan ‘Paz y Progreso’ de Stroessner; la paz sustentada en base a la tortura, las ejecuciones y el exilio. En “Patria Querida”, declaraban: ‘Que en paz descanses, patria querida/Patria del alma, patria vendida’. “Son ejemplos del pesimismo que yo sentía en esa época, el pensar que las cosas están muy mal y que pueden ser peores”, explica Krisper. Incluso en los temas que se desviaban un poco de la política, la temática seguía siendo transgresora, como en “Maria Juana”, o pesimista y oscura, como en “Alcohol Amargo”.
El disco vio la luz en 1994 primero como demo-tape, de forma independiente. Luego, en 1995 el sello IFSA se interesa en editarlo y así sale de forma oficial en disquerías, siempre en formato cassette. La edición en CD vendría finalmente en el año 1998.
La escena rockera y punk de los 90
Tras la grabación del álbum, la formación de la banda sufrió varios cambios. Christian pasó a tocar la guitarra, Sargus Pérez fue reemplazado por Eduardo Anderlique en el bajo y en la batería entraría luego Marcelo González, que pasó a ser un miembro fijo de la banda hasta la actualidad.
Esta formación trio pasó a presentarse en pubs y otros lugares dentro de la movida asuncena. ¿Y como era la escena rockera/punk de ese entonces? “Siempre la gente fue apática acá en el sentido de apoyar a una banda nacional”, afirma Marcelo, “a no ser que sea una banda grande, que tenga gente, pero Enemigos pertenecía a la escena underground”.
Christian Pérez, por su parte, cuenta: “había algunas bandas, como Rabia Callejera y Cautivos del Sistema. No había escena punk, nosotros nos colgábamos de los metaleros, de los eventos que hacia el metal. Mediante amistades a veces con algunos músicos tocábamos en algunos eventos, y también en algunos pubs que había en el centro. Por supuesto, todo autogestionado, como lo es hasta ahora”.
República o Muerte: la recepción en su época y su vigencia actual
Krisper relata que, si bien el disco “no recibió grandes elogios”, en general fue bien recibido por la prensa de la época, en especial por tratarse del primer disco del estilo en el país. “Leí buenas reseñas. Fue un documento importante y algo muy inusual para esa época. Había muy pocos lanzamientos de bandas de rock nacional, y las pocas que grababan eran de pop-rock o de metal”.
¿Y en cuánto a lo político y social, qué cambio de aquel tiempo a esta parte? “Casi nada” responde Christian con seguridad. “Todos sabemos que la situación en el país está igual o peor. Mientras sigan los colorados en el poder, las mismas momias en el poder, nunca va a cambiar. Y la sociedad también, aunque un poquito se abrió. Antes, usar el pelo largo era algo que espantaba. Era una sociedad muy atrasada, muy cuadrada”.
“Por supuesto, las letras del disco siguen vigentes, y van a seguir vigentes dentro de 20 años, no tengas duda. En general as letras de punk van a seguir vigentes siempre. Porque el punk siempre debe denunciar, protestar. Tenemos que hacerlo”, dice Krisper. Marcelo complementa diciendo: “Ahora más que nunca es el momento de que esas letras entren en vigencia. Pasa que hoy en día le preguntás a la gente y talvez no saben quienes éramos. Pero bueno, va a llegar el momento”.
