El debut de Kuazar se dio el 3 de noviembre del 2003 en el Continental Parquet de Ciudad del Este. Era un lugar más bien atípico; se trataba de un salón normalmente usado para fiestas de quince, colaciones y ese género de actividades, aunque tampoco estaba exento de alguna historia dentro del rock: por ejemplo, a comienzos de los noventa había dado una presentación muy recordada allí Attaque 77, en una de las raras – en ese entonces – presencias rockeras internacionales en la triple frontera.
El motivo que juntaba a los presentes ese día era ayudar a Cristian Cabrera, ex vocalista de la banda Reciclaje, quién había sufrido un accidente poco tiempo antes. En el evento, llamado “Rock Por La Vida”, tocaron varios grupos nuevos que luego se volverían figuras conocidas en la escena local (Kuazar, Vecindad Autopsia, Bleach, Perpetual) y alguno que otro ya con varios años en la movida (Sindrome, Reciclaje).
“En un Palermo Rock nos habíamos reunido con Pablo De Jesús [guitarrista original de la banda] al costado del escenario, nos presentó Dani Barreto, y nos pusimos como meta formar una banda de metal” recuerda José María Gonzalez sobre cómo surgió la idea de formar una banda. “Pablo venía del punk, tenía bandas en su ciudad natal (Buenos Aires) y en los primeros pasos de la banda fue más que importante, porque nos pasó muchos tips y detalles técnicos que no entendíamos sobre todos esos bichos que son los amplificadores, pedales, cables, etc”.
Adolescentes haciendo thrash en el Continental Parquet
Antes de Rock Por La Vida, Kuazar ya había tenido un concierto “fallido” en la UPE frente a 3 o 4 personas, que consideran una especie de calentamiento para lo que fue su debut oficial en el Continental Parquet. “Estábamos totalmente cagados porque sabíamos que en el Continental iba a ‘haber gente’, por así decirle. Cuando subimos, la reacción fue muy simpática, porque evidentemente nuestra imagen no era muy buena. Éramos preadolescentes flacos que nunca habían pisado un escenario”. En ese entonces, José María tenía 15 años, el bajista Armando González 16, Pablo De Jesús 20 y el baterista Ratty González solo 13 años.
“Le pusimos garra y por sobre todo, tocamos temas propios que tenían solos, dúos y bastante velocidad”, cuenta Josema. Al repertorio de canciones propias la banda sumó un cover, pero no de thrash, sino nada menos que ¡“Panic Show”!, éxito de la Renga sacado del disco “La Esquina del Infinito” del 2000. El público, lejos de rechazarlo, lo recibió muy bien, y así se coronó un debut dejando una buena impresión.
Los primeros conciertos y festivales
En Ciudad del Este de aquel entonces existía mucho público de jóvenes rockeros, pero no demasiados eventos del estilo, especialmente cuando se trataba de bandas locales. “El primer show fue genial, nos dio ganas de seguir tocando, pero no había otros shows, entonces no tuvimos más opción que empezar a organizarlos nosotros” explica José María. “En el 2003 hicimos el Summer Rock en el salón del Área 2, y allí mismo armamos una seguidilla de shows muy buenos, siempre a casa llena. La segunda fecha del Summer Rock fue con Slow Agony y Steel Rose, ¡tuvimos más de 900 tickets cortados en esa noche!”.
La escena metalera en ese entonces pasaba por un buen momento: cantidades importantes de muchachos/as muy jóvenes inundaban los toques, e iban surgiendo nuevas bandas que se volverían importantes a lo largo de los años. “Recuerdo muy bien que en un concierto en el Área 2, José Dos Santos de Steel Rose (que entonces estaban en su apogeo, con el recién lanzado disco Angelis) me dijo que la escena que teníamos en CDE era increíble. Eso de tener 500 pagantes para arriba en cada fecha era algo raro, que en ese momento no se estaba viviendo en la capital”.
La batalla de grabar y difundir
Al debut de la banda rápidamente le siguieron los primeros intentos de grabar. Josema cuenta que la primera canción de la cual la banda dejó un registro fue “Púrpura Profundo”: “Era un tema ‘épico’, con unos 6 minutos de duración, solos largos y un dúo de guitarras que en verdad estaba mucho más allá de nuestras posibilidades. Pero aún así le poníamos garra y tocábamos en tiempo y forma. El tempo de la canción era bastante rápido, entonces sufríamos como locos para ejecutar esa música en vivo (risas)”.
Para difundir la canción, los Kuazar la llevaron a uno de los pocos programas que pasaban metal en ese entonces: Rock In Concert, emitido por Radio Concierto de Presidente Franco. “Fuimos caminando desde el Km 4, en donde ensayábamos, hasta Pdte. Franco en donde estaba la radio”, recuerdo José. “Escuchar a esa edad una música tuya en la radio es algo muy fuerte. Estábamos muy emocionados, y creo que esa emoción sigue, por eso estamos tan metidos en crear material que sea bueno”.
Otra canción registrada por el grupo en la misma época fue “La Diosa Del Sueño”, que a decir de José María era “una mezcla de metal clásico con toques de metal en español, que tenía una de las palabras más queridas por los metalheads. En una de sus frases gritaba LUCIFER (risas), eso realmente gustó y tuvimos mucha aceptación en los shows cada vez que tocábamos esa música”.
El inicio del recorrido de Kuazar por Sudamérica
El organizar sus propios conciertos y festivales los fue poniendo en contacto con diversas bandas de otros puntos del país y también del exterior. “Contactamos con muchas bandas del Brasil y de la capital. Con eso logramos visitar muchas ciudades en los años 2000 y todavía más en la década siguiente”.
Así quedó marcado el inicio del recorrido de Kuazar, quienes llegarían a pasar por varias ciudades de Brasil (Cascavel, Curitiba, Maringá, Londrina, Mundo Novo y varias otras) e incluso Bolivia (en donde telonearon a Violator en Cochabamba), además de constantes presencias en festivales en la capital: 18 años después, las ganas de viajar y seguir creando buen material siguen intactas. “Solo esperamos que pase esta pandemia para poder compartir todo lo que ya tenemos listo”, revela José.