Es importante destacar de entrada que si uno padece una aflicción de este tipo, forma parte del grupo de riesgo, y por lo tanto, debe reducir al máximo el riesgo de contagio. No suena nada divertido padecer un virus que afecta al área respiratoria cuando de por sí los pulmones de uno ya están debilitados de cierta manera. Por lo tanto, es imperativo que las personas que padecen enfermedades crónicas tengan cuidados especiales.
Primero, vamos a dar un pequeño repaso sobre el bicho que ha sido noticia durante todo este tiempo.
Este tipo de coronavirus que apareció en Wuhan (China) a principios del año pasado, conocido más técnicamente como coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV2), genera la enfermedad denominada oficialmente COVID-19 (del inglés COronaVIrus Disease-19) y entre sus principales síntomas destacan la fiebre, tos y dificultad respiratoria. Como la tos y la dificultad respiratoria son también síntomas de asma, los pacientes deben contar con toda la información útil que puedan sobre esta nueva enfermedad.
El Ministerio de Salud Pública recomienda en estos tiempos mantener el asma controlada. Esto se entiende como seguir el plan de acción que tiene uno para el asma si lo padece, además de contar con la medicación regular o el uso del inhalador de modo preventivo a fin de evitar una crisis asmática. A su vez, piden en lo posible evitar factores que desencadenan los episodios de asma, como el humo de tabaco, los animales, el moho o la contaminación.
¿Las personas con asma tienen mayor probabilidad de contraer covid-19?
Acá existen opiniones divididas. Desde el MSPyBS mencionan que “No es que sea más probable que las personas con asma moderado o grave contraigan el virus, sino que tienen mayor probabilidad de presentar síntomas graves del COVID-19 ya que éste afecta a los pulmones.”, lo cual tiene sentido si lo pensamos rápidamente. Pero diversos estudios que aparecieron a finales del año pasado indican algo diferente.
Investigadores del Hospital Bicêtre, Assistance Publique-Hôpitaux de Paris/Université Paris-Saclay sugieren que los pacientes asmáticos no presentan mayor riesgo de desarrollar una forma grave de COVID-19. El trabajo, realizado sobre una cohorte de pacientes hospitalizados por neumonía derivada de este coronavirus, se ha publicado en el European Respiratory Journal.
A modo de resumen: Al observar la evolución de los pacientes con asma, ninguno de ellos presentó un ataque grave que justificara un tratamiento específico en el momento de su admisión en el hospital. Esto confirma que este virus tiene menos impacto en la exacerbación del asma que en otras infecciones virales respiratorias. Tampoco hay pruebas que apunten a un aumento de la morbilidad o la mortalidad en estos pacientes. Cabe destacar que el tratamiento del asma no se alteró durante los ingresos, y se observó que la continuación del mismo no parece ser nociva en pacientes con asma y COVID-19.
Hasta ahora, la gran mayoría de estos estudios no han encontrado un mayor riesgo de gravedad de la enfermedad COVID-19 en las personas con asma. Además, no parece haber ninguna indicación de que el asma sea un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de COVID-19.
Sin embargo, algunos estudios han sugerido que el asma no alérgica puede estar asociada con la enfermedad COVID-19 más grave, aunque en estos estudios no está claro que los sujetos no tuvieran enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que es un riesgo bien establecido para COVID-19 grave.
En conjunto, parece que no hay riesgo o, como máximo, un riesgo muy leve de enfermedad COVID-19 más grave en pacientes con asma no alérgica. Esto contrasta con otros factores de riesgo como la EPOC, la obesidad, etc…, que se han relacionado constantemente con la enfermedad COVID-19 más grave.
¿Significa esto que los pacientes asmáticos pueden estar tranquilos y andar sin cuidado? Para nada. Es importante que los pacientes con asma mantengan la enfermedad lo más controlada posible. De esa manera sus pulmones estarán mejor preparados en caso de infección o si un alérgeno provocara una exacerbación de su asma.
La conclusión para las personas con asma es que durante esta pandemia deben seguir haciendo lo que siempre hacen: deben continuar tomando su medicamento de control e informar a su médico si se desarrollara algún síntoma. Además, por supuesto, deben practicar el distanciamiento social, usar barbijos y lavarse las manos.
En esta tabla de la Asthma and Allergy Fundation of America se muestran algunas características diferenciales de la COVID-19 respecto otras enfermedades respiratorias que pueden ayudar a la orientación de los síntomas: