El senador Javier Zacarías Irún descartó las especulaciones en torno a una posible candidatura de su esposa, Sandra McLeod, para la intendencia de Ciudad del Este. En una entrevista con radio Ñandutí, el legislador aseguró que la cuestionada exintendenta ha decidido no postularse nuevamente para el cargo municipal.
Según el cuestionado congresista, una figura influyente dentro del Partido Colorado consultó a Sandra sobre su posible candidatura, a lo que ella respondió que, aunque se siente halagada por el apoyo, no tiene intenciones de regresar a la administración municipal.
“Ayer le escribió una persona muy importante y le pidió que le diga la verdad. Ella le dijo que no le podía mentir y que le halagaba mucho que la gente pensara en ella como candidata, pero que esa persona, la más importante políticamente dentro del partido, debía saber que no será candidata a la intendencia de CDE”, relató Zacarías.
El senador agregó que, a pesar de los supuestos pedidos de la ciudadanía para que McLeod vuelva, la decisión ya está tomada. “Ella se ríe, a otros les dice que no. La decisión está tomada, ella dio vuelta la página, está en otra cosa”, insistió, en un discurso que busca lavar la imagen de un clan cuya influencia sigue siendo palpable en la región.
Los antecedentes de Sandra McLeod y Javier Zacarías Irún son oscuros y contundentes. La Contraloría General de la República detectó 90 irregularidades durante la gestión de McLeod en la Municipalidad de Ciudad del Este, que incluyeron pagos por más de G. 3.500 millones para obras que no cumplían con ningún tipo de exigencia técnica. No es sorpresa para los esteños, quienes han sido testigos de cómo el clan ZI utilizó el municipio como un botín político, beneficiando a aliados del Partido Colorado y persiguiendo a quienes no se alineaban con sus intereses.
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Las investigaciones que siguieron a la intervención del municipio destaparon un esquema de corrupción y planillerismo que desangró las finanzas públicas durante años. En un solo caso, se evidenció que se realizaron pagos por cinco años a un supuesto funcionario sin que este prestara servicios, acumulando una suma de G. 174.000.000.
Pero, a pesar de las denuncias y pruebas presentadas por la Fiscalía, en enero de 2023, tanto Sandra McLeod como Javier Zacarías Irún lograron el sobreseimiento definitivo, evidenciando una vez más la impunidad con la que operan en el país aquellos que cuentan con poder y conexiones políticas.
A través de sus cargos, los Zacarías han logrado evadir la justicia mientras se beneficiaban económicamente a expensas del pueblo esteño. Pese a que ahora Zacarías Irún afirma que McLeod no volverá a postularse, queda claro que el clan no se retira por voluntad propia, sino porque el desgaste político y las investigaciones han mermado su influencia. La pregunta que queda en el aire es si Ciudad del Este podrá finalmente liberarse de su legado o si, una vez más, encontrarán la forma de seguir extendiendo sus tentáculos en la administración pública.