InicioCulturaVan Gogh & Impressionistas: un inmersivo viaje artístico

Van Gogh & Impressionistas: un inmersivo viaje artístico

La exposición inmersiva “Van Gogh & Impressionistas”, ubicada en el Piso L2 del Shopping Catuaí Palladium, se despide en los próximos días, y El Urbano fue testigo de esta maravillosa experiencia, y la recomienda encarecidamente a sus lectores. Este espectáculo no solo es una muestra de arte; es un viaje sensorial y emocional que invita a sumergirse en la obra de uno de los artistas más emblemáticos de la historia.

La exposición inmersiva “Van Gogh & Impressionistas” en el Shopping Catuaí Palladium de Foz do Iguaçu ofrece una experiencia única que combina arte y tecnología, permitiendo a los visitantes sumergirse en las obras de uno de los pintores más icónicos de la historia. 

Con proyecciones en 360 grados, efectos de movimiento y un ambiente que invita a la contemplación, este recorrido visual y sensorial ha cautivado a miles de personas en la zona de la Triple Frontera. 

A solo días de su cierre en la ciudad, la muestra continúa maravillando a quienes buscan una experiencia artística inolvidable.

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LA EXPERIENCIA

Al llegar al lugar, lo primero que se nota es la accesibilidad y rapidez del proceso de compra de entradas. Si bien es posible adquirirlas en línea, es recomendable hacerlo en el mismo lugar, especialmente para quienes no cuentan con CPF (indispensable para compras online en Brasil). 

En la experiencia de El Urbano no tuvimos que hacer fila, y en menos de dos minutos ya estaba listo el ticket. El costo varía dependiendo del día: entre semana, la entrada general es de 60 reales y la media entrada para adultos mayores es de 30 reales. Los fines de semana, los precios suben a 90 y 45 reales, respectivamente, pero, de verdad, la experiencia lo vale.

Una vez dentro, la primera sorpresa te recibe con una especie de ventana multicolor, un espacio ideal para fotos, donde los visitantes pueden elegir entre tonalidades icónicas de las obras de Van Gogh: los azules profundos de “La noche estrellada” o los vibrantes amarillos de “Los girasoles”.

De inmediato, uno empieza a sumergirse en la atmósfera artística. Los pasillos adornados con gigantografías de primerísimos planos de las obras y retratos del artista conforman lo que podría llamarse “El Pasillo Instagrameable”, un espacio impactante y diseñado claramente para el disfrute visual.

Pero lo que sigue es lo que realmente hace que esta exposición trascienda. Luego de un recorrido por los monolitos informativos, que ilustran la vida y obra de Van Gogh a través de una línea de tiempo animada, llegamos al plato fuerte: el salón inmersivo.

No hay palabras que puedan hacerle justicia a lo que sucede en este lugar. A pesar de la cantidad de gente, la inmensidad del salón y las proyecciones en 360 grados envuelven al espectador de tal manera que parece que el tiempo y el espacio se disuelven. 

Las obras cobran vida por su proyección en todas las paredes, y por los efectos de movimiento que hacen que los personajes y elementos dentro de los cuadros se desplacen y tomen protagonismo. 

La música acompaña cada pincelada, y de repente el espectador se encuentra rodeado de parejas, familias, niños bailando… Todas embelesadas por la magia del momento. La sensación de estar dentro de una obra de Van Gogh es simplemente indescriptible.

En el caso de El Urbano, fueron cerca de 40 minutos en ese espacio, pero la sensación fue como si el tiempo se hubiera detenido. Las fotografías y videos no capturan ni una fracción de la maravilla que es estar dentro de este espacio.

A la salida, una estatua gigante de Van Gogh espera para más fotos, junto a un banco decorado con flores. Justo al lado, la tienda de souvenirs ofrece postales para quienes quieran llevarse un pedacito de esta experiencia a casa.

Con más de 1.200 metros cuadrados, esta exposición ha sido un éxito rotundo en Brasil, y no es difícil entender por qué. La tecnología de vanguardia utilizada para proyectar las obras de Van Gogh en 360 grados es impresionante, y no es de extrañar que más de 700.000 personas ya hayan disfrutado de este espectáculo en varias ciudades brasileñas. 

A modo de conclusión, vale decir que “Van Gogh & Impresionistas” es un lujo visual, emocional y sensorial que ningún amante del arte debería perderse.

Si están en la Triple Frontera, aún tienen la oportunidad de maravillarse con este espectáculo único, que continuará unos días más antes de partir a su próximo destino. Sin dudas esta exposición deja una huella profunda en quienes han tenido la suerte de visitarla. Desde El Urbano deseamos que este tipo de eventos sigan llegando a nuestra región.

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