La conducción distraída se define como cualquier actividad que desvía la atención del conductor de la tarea principal de conducir. Esto incluye hablar o enviar mensajes por el celular, comer, beber, maquillarse, ajustar la radio o el GPS, o interactuar con los pasajeros.
La conducción distraída es una de las principales causas de los accidentes de tráfico en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren más de 1,3 millones de personas y 50 millones resultan heridas en las carreteras. La OMS estima que el 25% de los accidentes se deben a la distracción del conductor.
Mencionan además en su informe sobre seguridad vial que el uso del celular al volante aumenta el riesgo de fallecer en un siniestro entre 2 y 3 veces en comparación con alguien que no utiliza su teléfono mientras maneja.
En Paraguay, de acuerdo con los datos de la Policía Nacional, en el año 2019 se registraron cerca de 34.000 siniestros viales y se reportaron 387 fallecidos a causa de estas situaciones. Además, según la misma fuente, la principal causa de los accidentes viales en el país fue la falta de atención del conductor, lo que incluye el uso del celular mientras se conduce.
El uso del celular mientras se conduce puede tener consecuencias fatales. Según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en promedio, el uso del celular al volante aumenta el tiempo de reacción en un 30%, lo que equivale a recorrer una distancia de 14 metros a una velocidad de 100 km/h sin tomar atención al tráfico. Esto puede causar graves accidentes, como choques de vehículos, atropellamientos y otros incidentes.
¿Por qué el celular es tan peligroso al volante?
El uso del celular al volante es una forma de conducción distraída que implica los tres tipos de distracción: visual, manual y cognitiva. Es decir, el conductor deja de mirar la carretera, suelta el volante y pierde la concentración en la conducción.
Esto reduce significativamente la capacidad del conductor para reaccionar ante situaciones imprevistas, como un cambio de carril, una frenada brusca o un peatón cruzando.
Un caso reciente que se hizo viral por redes sociales es el metraje de unos jóvenes colombianos que se encontraban grabando un TikTok, distrayendo así a la conductora que perdió el control del rodado posteriormente. En este caso, por suerte, ninguno terminó con lesiones graves, solamente hubo daños materiales.
Según un estudio realizado por la Universidad de Utah (EE.UU.), hablar por el celular al volante equivale a conducir con una tasa de alcohol en sangre de 0,08%, el límite legal en muchos países. Enviar o leer mensajes es aún más peligroso, ya que implica apartar la vista de la carretera durante unos cinco segundos, tiempo suficiente para recorrer una distancia equivalente a un campo de fútbol a 90 km/h.
¿Cómo evitar el uso del celular al volante?
La mejor forma de evitar el uso del celular al volante es apagarlo o ponerlo en modo silencio antes de iniciar el viaje. Así se evita la tentación de contestar llamadas o mensajes.
Si se espera una comunicación importante, se puede avisar a los contactos que se está conduciendo y que se les devolverá la llamada más tarde. También se puede usar un sistema manos libres o de voz para atender las llamadas sin soltar el volante ni apartar la vista de la carretera. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos sistemas también pueden distraer la atención del conductor y reducir su rendimiento.
Otra medida preventiva es planificar el viaje con anticipación y programar el GPS o la música antes de salir. Si se necesita hacer alguna modificación durante el trayecto, se debe buscar un lugar seguro para detenerse y hacerlo. Lo mismo se aplica si se quiere comer, beber o maquillarse.
Además, se debe respetar las normas de tráfico y las señales de advertencia que prohíben o limitan el uso del celular al volante. En muchos países, esta conducta está sancionada con multas e incluso con la pérdida de puntos o del permiso de conducir.
Es importante mencionar que las redes sociales, la mensajería instantánea y otras aplicaciones hacen posible que se esté constantemente conectado con otras personas, y esto puede generar distracciones y poner en riesgo la vida propia y la de terceros. Por lo mismo, cabe hacer un llamado a la prudencia, el sentido común y la responsabilidad para evitar el uso del celular mientras se conduce y fomentar una cultura de seguridad vial.
Finalmente, se debe ser consciente de los riesgos que implica el uso del celular al volante y asumir la responsabilidad de proteger la propia vida y la de los demás. Ningún mensaje o llamada vale más que una vida humana.
Por lo mismo, es fundamental darle la importancia que se merece a este riesgo y no utilizar el celular mientras se maneja, para así evitar consecuencias graves para nosotros mismos y para otros conductores.