En esta entrevista con la abogada Mirta “Michi” Moragas, del Consultorio Jurídico Feminista, preguntamos sobre qué hacer ante una situación de acoso, dónde denunciar, a qué se expone quien acosa, pero también como erradicar esta problemática de raíz.
¿Qué debe hacer una mujer que está sufriendo acoso (ya sea en el espacio laboral, familiar o de voluntariado)?
En primer lugar, me parece que es importante hablar con alguien porque muchas veces hay un tema con la identificación del acoso como tal, porque hay mujeres que muchas veces tardan en identificar que lo que están sufriendo es un caso de acoso. También depende mucho el contexto, porque hay organizaciones que han trabajado el tema. Entonces es importante recurrir a espacios que hayan hablado del tema, hablar con alguien de confianza, compartir la información, como se siente ella y a partir de ahí tomar varias decisiones porque hay varios caminos que se pueden tomar.
¿Cómo o dónde formular una denuncia?
Hay varias vías disponibles de acuerdo al contexto en que esté una mujer. La primera es una denuncia penal, de acuerdo al artículo 133 que penaliza el acoso y se tiene que hacer en la Fiscalía y lo tiene que hacer la mujer que sufrió el acoso, porque el tipo penal requiere una instancia de víctima. Lo cual significa que lo tiene que hacer la mujer, o en todo caso si lo hace un tercero, la mujer debe refrendar la denuncia. Eso es indispensable para que el mecanismo procesal se habilite. La otra cuestión es que existe un plazo de 6 meses desde el último hecho, si fue un proceso sistemático, desde el último hecho y si fue un solo acto, desde esa situación. Si estuviéramos hablando de un caso laboral, hay una resolución del Ministerio del Trabajo, que establece que las empresas con más de 30 personas trabajando tienen que tener un mecanismo interno (hablamos del ámbito interno) que establezca un protocolo para casos de acoso. Otra posibilidad es que el acoso en el Código Laboral es causal de retiro justificado, esto significa que la mujer se va a retirar de la empresa por el acoso pero van a pagarle una indemnización como si estuviéramos hablando de un despido injustificado. Cuando se trata de otros ámbitos institucionales u organizacionales, hay que ver qué posibilidades hay, Tribunales de ética o Reglas de convivencia.
¿Cuál es la expectativa de pena para el acosador según nuestro Código Penal?
La expectativa de pena para un acosador es hasta dos años de cárcel o multa. Eso procesalmente significa que aunque la persona sea condenada a la pena máxima, no va a ir presa propiamente, porque el Código Penal establece que cuando se tienen hasta dos años de pena privativa de libertad se puede reemplazar esa pena por otras medidas. En la práctica en todos los casos se ha dado eso. Si estuviéramos hablando de una multa, no es un dinero que va a parar a la víctima o persona afectada.
¿Cuáles son los obstáculos que enfrenta una mujer que denuncia acoso? Ya sea ante el sistema judicial y a nivel social.
Los obstáculos principales en los casos de acoso tienen que ver con que en la gran mayoría de los casos, para no decir que en todos los casos de acoso, ocurren en ausencia de otras personas. Por lo general, el acosador tiene una metodología que no deja huellas materiales, normalmente se evita que haya mensajes, no acosa frente a testigos, etc. Entonces hay como una traba muy importante en la cuestión probatoria. Ese suele ser un obstáculo muy importante porque termina siendo la palabra de ella contra la de él, aunque en realidad hay maneras por ejemplo, pericias psicológicas que pueden demostrar que una mujer está en una situación de estrés postraumático vinculado al acoso, hay varias maneras indirectas de probar pero los obstáculos principales, es que les suelen decir a la mujer que “es tu palabra contra la de él” y que no va a poder porbar y que suele desalentar mucho la denuncia. Y por otro lado, hay cuestiones que tienen que ver con contextos que legitiman el acoso como por ejemplo espacios laborales que son altamente calificados o con sobreoferta de mano de obra, lo que suele pasar es que les dicen, si te querés ir o si no pagás el derecho de piso te podés ir. Me tocó acompañar un caso de acoso a dos pasantes de Itaipu donde la metodología era el acoso permanente a las pasantes que querían lograr quedarse en Itaipú y les decían que el derecho a piso era tener alguna salida o relación sexual con dirigentes o superiores. Es una cuestión con el ambiente donde ocurren los acosos. Otra situación es cuando no hay reglamentos o protocolos que trabajen el acoso.
¿Cuál podría ser una manera de combatir el acoso en Paraguay, fuera del ámbito penal/judicial?
Creo que es importante trabajar en los espacios laborales, sean privados o del Estado, con esta idea de que no habrá tolerancia con el acoso sexual y eso se puede hacer de varias maneras, como por ejemplo, mediante protocolos contra el acoso, que sean protocolos que no partan de la base que la mujer miente. A veces el estándar de comprobación es imposible en ciertas cuestiones y eso hace que si no hay prueba material directa sea casi imposible probar el hecho, entonces como que obstaculiza que las mujeres puedan hacer denuncias. Otra cuestión es dar mensajes institucionales claves contra el acoso y también como una reingeniería para que los espacios sean libres de machismo, sexismo y cosificación de las mujeres.
¿Cómo lograr que el acoso ya no sea considerado “algo normal para los hombres” e “inevitable para las mujeres”?
El primer paso tiene que ver con cambiar la cultura y sé que estoy diciendo algo como muy amplio y muy de largo plazo. Creo que tiene que ver con cambiar ese chip de que los cuerpos de las mujeres son cuerpos disponibles para quien tiene poder y por otro lado, que tener un cargo o estar en cierta posición de poder, otorga también el poder de disponer del cuerpo de las mujeres que están en una situación de menos poder en un determinado espacio. Ese es un cambio cultural muy grande que aún tenemos que hacer. Sí creo que se avanzó en los últimos años en visibilizar los casos de acoso, eso ha sido importante, positivo para esto pero todavía claramente insuficiente porque los casos siguen ocurriendo. Entonces es importante insistir en los cambios culturales y lo otro, es esa discusión de si las feministas debemos educar o no a los hombres, yo creo que se debe trabajar mucho en esto de las nuevas masculinidades. Entre hombres tienen que marcarse la cancha. No es lo mismo que yo feminista mujer diga que no hay que acosar, que haya un ambiente de intolerancia entre pares al acoso. Entonces el rol de los hombres en las nuevas masculinidades es importante también, cómo se trabaja y quién lo trabaja es un desafío todavía pero creo que se acosa en ambientes donde está tolerado socialmente y eso tiene que ver con el rol de los hombres en espacios mixtos, que mandan mensaje de fraternidad de acosadores si nadie hace nada a partir de las situaciones que existen. Tiene que haber un liderazgo que parta de los hombres también para cambiar la cultura del acoso y del silencio entre hombres para protegerse.