El clima se portó. Tras un par de eventos arruinados por la lluvia, finalmente tuvimos un sol glorioso para la primera jornada del festival Asuncionico 2023. Talvez se pasó un poco y todo. Las primeras bandas y los fieles fans que llegaron desde temprano tuvieron que luchar contra el sol escaldante a puro protector solar y repelente ante la escalada de casos de chikungunya.
A pesar del sol en la cara, los muchachos de Square Pants dieron un gran show, luciendo rigurosas camisas negras con corbatas que desafiaban la sensación térmica de casi 40 grados. Tocaron canciones de su último disco “Square Pants Show”, un par de viejitas y el infaltable cover de Ska-P. Su ska punk sonó impecable en el escenario Bud 66 del Parque Olímpico ante una cantidad interesante de gente a pesar del horario tempranero y que era día de semana.
Un poco después, del otro lado del recinto hizo lo suyo EEEKS, ante una cantidad incluso mayor de público. En su retorno a la fauna festivalera tras varios años, el quinteto (en este caso, cuarteto ya que no estuvo el guitarrista Luca Milessi) metió toda la variedad posible dentro de un set corto de 40 minutos. Intercambiaron instrumentos (Ana la baterista pasó al frente con la guitarra para un par de temas), tocaron versiones en español de sus canciones y agarraron el micrófono los 4 en “Ye Olde”. Se merecían un poco más de tiempo y el escenario más grande.
Pop punk is not dead
Caía la noche, el calor empezaba a aflojar un poco y ya se puso mas agradable a la altura a la que subió Kita Pena, quien se metió al publico en el bolsillo haciéndolos corear sus numerosos hits. Pero asi como era bien sabido que Kita Pena mueve al público, lo de Yungblud en el escenario Mc Donald’s fue una de las sorpresas de la noche.
El británico de sólo 25 años demostró sus dotes de frontman y brindó una performance llena de polenta con su voz rasposa. Se puso un crop top de la Albirroja y arengaba constantemente al público quien respondía de buena manera. Aquí en El Urbano somos mayoritariamente milennials y no estábamos enterados de que el pop punk seguía tan vigente, pero lo apoyamos fuertemente.
Hablando de artistas nuevos, otro que la está pegando es el rapero Lil Nas X, quien fue uno de los números más esperados de la jornada. El estadounidense llegó con 8 bailarines (quienes incluso tuvieron momentos solistas a mitad del show) y una escenografía que incluía una serpiente gigante, un caballo blanco y otras criaturas. Sus hits como “MONTERO (Call Me By Your Name)” y “INDUSTRY BABY” recibieron grandes ovaciones.
Tame Impala, indestructible
A eso de las 22 saltó a escena una de la grandes atracciones de la noche, Tame Impala. El australiano entró al escenario en muletas, producto de una reciente cirugía tras una fractura de cadera, lo cual no le impidió cantar durante una hora y media, tocar la guitarra, hacer zapadas psicodélicas e interactuar con el público como si nada hubiese pasado. Teléfono para Travis Barker. La gente se emocionó con “Elephant”, “Feels Like We Only Go Backwards” y “The Less I Know The Better”.
Hablando de Travis Barker, sus reemplazantes los Twenty One Pilots la rompieron. Conectaron inmediatamente con el publico y por supuesto, no faltó el clásico momento en que se meten a tocar y cantar entre la multitud. Surgen muchas preguntas. ¿Cómo hace la gente para aguantar el peso del baterista Josh Dun tocando a toda furia su kit en esa plataformita? ¿Y cómo hace el vocalista Tyler Joseph para aparecer de un momento a otro en lo más alto de la torre de sonido? Momentos que parecen más bien sacados de un espectáculo de ilusionismo, eso es Twenty One Pilots. Que el clima y la gente siga acompañando esta clase de eventos, y que se venga el día 2.
