La Sputnik V fue la primera vacuna registrada del mundo en la lucha contra el coronavirus. Basada en una plataforma bien estudiada de vectores adenovirales humanos, ha sido aprobada en 69 países, con una población total de más de 3.700 millones de personas, o aproximadamente la mitad de la población mundial. Así lo afirma el sitio web oficial de la vacuna.
Vale destacar que la eficacia de la vacuna es del 97,6%, según el resultado del análisis de datos sobre la incidencia del coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes del fármaco en el período comprendido entre el 5 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021. A su vez, informes recientes mencionan que la Sputnik V es eficaz contra todas las mutaciones del coronavirus, incluidas las variantes sudafricanas.
Hasta aquí, todo bien. En Paraguay, más de 380.000 personas recibieron el biológico ruso en el marco del Plan Nacional de Vacunación. Pero la problemática del dichoso componente 2 de la Sputnik V, o mejor dicho de su falta a nivel global, ha empezado a agitar las aguas de los países que reclaman el cumplimiento de los contratos con Rusia.
Un ejemplo regional, Argentina. Hasta hace una semana, 2,5 millones de personas mayores de 60 años aún no habían recibido su segunda dosis. Recordemos que los que pertenecen a este rango etario son los más vulnerables en el marco de la crisis sanitaria.
Una bocanada de aire, al menos, simboliza la llegada de un cargamento con el principio activo del componente 2 de la vacuna, que se destinará a producir unas 760.000 dosis en el laboratorio argentino Richmond. Habrá que ver si el laborioso trabajo de nuestros vecinos puede llegar al país para solventar nuestra falta de la segunda dosis.
Pero volvamos a territorio nacional. ¿Con qué planes cuenta el Ministerio de Salud ante la ausencia del componente 2 de la Sputnik V?
El doctor Héctor Castro, director del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), señaló que se están evaluando las estrategias a ser aplicadas para la segunda dosis a las personas que recibieron la vacuna rusa.
“No tenemos confirmación de llegada, vamos a hacer una nota de reclamo. Si no llega para finales de julio, vamos a comunicar cuál va a ser la estrategia para aplicar la segunda dosis a estas personas. Somos conscientes de los problemas, estamos trabajando en estrategias para llegar a una solución”, dijo el director.
Una reunión clave se dará mañana viernes al respecto, según adelantó el ministro de Salud Julio Borba.
Ante la consulta de qué se está barajando ante esta problemática, el jefe de la cartera sanitaria dijo que hay tres opciones: La de urgir al Fondo Ruso de Inversión en que acerquen 40.000 dosis que serán necesarias para mediados de agosto, la intercambiabilidad de vacunas y, finalmente, la de reiniciar el proceso de inmunización con otras plataformas.
“Hay tres opciones. La opción A es el urgimiento que firmé a través de cancillería para el Fondo Ruso de Inversión, para ver algún tipo de respuesta. Creo que tendremos una respuesta positiva, si bien ya tengo el adelanto, quisiera esperar la reunión del viernes. 40.000 dosis necesitamos para el 18 de agosto, estoy casi seguro que vamos a llegar a esa fecha” comunicó Borba en Telefuturo.
Continuó con la opción B, que es la intercambiabilidad de vacunas. “Tenemos la ventaja de “leer el diario del lunes”, en el sentido de que vemos como en otros países están utilizando esta opción con la AstraZeneca o la Sinopharm”. Finalmente, la opción C, “que también es válida, es directamente reiniciar el proceso de vacunación con otro tipo de plataformas” contó el ministro.
El Gobierno recibió hasta el momento 400.000 dosis del millón comprado al Fondo Ruso, en su mayoría con el componente 1. De esa cifra, solo 12.000 fueron del segundo componente.