Con 147 minutos, el film ofrece mucha acción bélica acompañada de drama con una sinopsis ubicada históricamente entre los años 1910 y 1919, donde nos centramos en el relato de las terribles experiencias y las angustias de un joven soldado alemán en el frente occidental durante la Primera Guerra Mundial.
Cabe recordar que además de película internacional, el film compite por otras 8 nominaciones, incluyendo mejor película y guion adaptado entre otros. Su reparto está integrado por los desconocidos Felix Kammerer, Albrecht Schuch, Aaron Hilmer, Moritz Klaus, Edin Hasanovic, Daniel Brühl, Sebastian Hülk, Adrian Grünewald, Devid Striesow y Thibault de Montalembert, quienes retratan con lujo de detalles, ambos lados del conflicto desde la primera línea hasta las oficinas de los alto mandos.
La música de Volker Bertelmann y la fotografía de James Friend en trabajo conjunto son formidables, elegantes, expresivos y con nada gratuito en la violenta belleza de sus planos y sonidos, no exenta de un realismo atroz de barro y hachazos.
El guion de Lesley Paterson, Ian Stokel y Edward Berger entregan una narración desgarradora y visceral con un realismo apabullante. Toma una historia oscura y la hace aún más oscura. Como las películas bélicas más formidables, es dura de ver y difícil de olvidar. En esta oportunidad la Primera Guerra Mundial se representa como una sinfonía de barro, angustia adolescente y terrible belleza.
La dirección del mismo Edward Berger presenta una obra antibélica épica y terrorífica en partes iguales. La guerra nunca ha sido tan miserable y desesperadamente inútil. Un trabajo hecho con alta habilidad desde el primer hasta el ultimo segundo.
“Sin novedad en el frente”, capta de forma conmovedora la humanidad en las trincheras y los aficionados a la historia notarán los esfuerzos por captar la realidad del conflicto, pero los toques cinematográficos son también un verdadero punto fuerte en su resultado final como experiencia audiovisual.