Vicente Antonio Matiauda nació en la ciudad de Yuty, el 17 de noviembre de 1882. Hijo de Gregorio Matiauda y Viviana Aquino, tuvo 4 hermanos: Jacinto, Eladio, Antidia y Heriberta, ésta última madre de Alfredo Stroessner, lo cual convierte a Vicente Matiauda en tío del dictador. Es solamente una de las varias personas en el linaje de Matiauda en tener protagonismo en la historia paraguaya: uno de los más importantes fue su homónimo el capitán Vicente Antonio Matiauda (nacido en 1780), uno de los próceres de la independencia nacional y Delegado de Gobierno en Candelaria.
En 1929, el obrajero Vicente Matiauda, en carácter de Habilitado y junto con 17 personales, toma posesión de un puerto natural, que más adelante fue denominado por el mismo Matiauda como Puerto Presidente Franco, en homenaje al presidente de la república Dr. Manuel Franco. Según otras fuentes (como el capitán Victor Irazusta) el hecho habría ocurrido 3 años antes, en 1926. No se rescata la fecha exacta del arribo, por lo cual se utiliza como día de festejo el día de Nuestra Señora de Fátima, 13 de octubre, unificando fiesta patronal y aniversario de fundación.
Matiauda llegó a estos parajes no con la intención de fundar un pueblo, sino “atraído por el bosque virgen, poblado de árboles aptos para la explotación”, según se menciona en el libro ‘Ciudad Puerto Presidente Dr. Manuel Franco, Su Origen y Evolución’, de Cándido Villalba. Así también, lo atrajo “la característica única del río Paraná en esa parte, con un remanso de aguas profundas en la desembocadura del arroyo Saltito, muy apropiado para el armado de rollos en gran número y así formar las jangadas y los catres”.
La personalidad del obrajero del infierno verde
Sobre los rasgos de la personalidad del obrajero, se rescatan varios testimonios. El mismo Cándido Villalba afirma: “Con el trabajo empecinado y por influjo de sus atributos de hombre emprendedor, constante, fuerte y perseverante, se logró una posición que le permitió formar una familia y elevarse a planos de respeto y consideración”.
En el mismo libro (‘Origen y Evolución’), también existe un apartado recopilado por José D. Paredes, en donde se atribuyen al propio Matiauda las siguientes palabras: “Me inicié como el más modesto trabajador, poniendo voluntad y tenacidad (…), siendo muy joven, al desaparecer el jefe de familia, tuve la responsabilidad de dar a mi madre y a mis hermanos estabilidad social y económica, y con una bolsa al hombro me sumé a muchos otros pioneros en la marcha hacia los trabajados del Alto Paraná”.
Por otra parte, en el libro ‘Antecedentes Remotos, Mediatos e Inmediatos de Puerto Presidente Franco’, de Barcilicio Leguizamón, se aporta un relato mucho más crudo de Matiauda y los pormenores en la actividad obrajera y yerbatera. Registrando la actividad en el puerto post Guerra del Chaco, Barcilicio cuenta: “La explotación obrajera progresó y se acrecentó, y en los vaivenes de los trabajos y negocios, se unieron Vicente A. Matiauda y Don Martín Venialgo. Pero esta sociedad no duró mucho, a causa de las diferencias de actitudes y temperamentos de ambos personajes”.
“Como se sabe, Don Vicente Matiauda se caracterizaba por su intolerancia en el trabajo. Cuando un personal caía desmayado, lo hacía retirar a la sombra, y cuando se recobraba le decía que estaba despedido y que no era peón para su trabajado. Don Martín Venialgo era más condescendiente y más humanizante con los peones. Hacia 1940/41, rompieron relaciones de trabajo a raíz de los maltratos excesivos que se propinaban a los ‘mensú’ o peones, hicieron sus arreglos y pusieron punto final a la sociedad”.
Este relato se suma a los varios ya conocidos acerca de los hechos que se vivían en los yerbales y obrajes a comienzos del siglo XX, célebremente retratados por Rafael Barrett, entre varios otros autores: las durísimas condiciones de vida de los mensúes y sus familias, quienes vivían en un régimen de esclavitud moderna.
De los restos del obraje a la Madre de Ciudades
De los restos obrajeros de Matiauda se formaría la primera comunidad estable en el puerto, convirtiéndolo de esta manera en fundador de hecho de Presidente Franco. El puerto terminó dando origen a otras ciudades, como Cedrales y Ciudad del Este: de hecho, los primeros ciudadanos de Puerto Presidente Stroessner (hoy Ciudad del Este) pertenecían a Presidente Franco, antes de la fundación de CDE en 1957, y fueron partícipes de los primeros movimientos comerciales en dicha ciudad.
Sin duda, el arriba de Vicente Matiauda en 1929 afectó profundamente la historia local, tanto en el impacto que fue teniendo el obraje en el ecosistema de la región como en la fundación de lo que vendría a ser la Madre de Ciudades del Alto Paraná.