Esta nueva campaña de campo es parte del trabajo conjunto entre el Proyecto Yaguareté, Proyecto Jaguar con el equipo de Projeto Onças do Iguaçu de Brasil (ICMBio-PNI), la Administración de Parques Nacionales de Argentina y la Fundación Vida Silvestre. Cuenta además con el apoyo de Arauco S.A. El último monitoreo del período 2020/2021 indicó que hay entre 76 y 106 individuos en el Corredor Verde.
Desde el año 2005 al 2018 los resultados indicaron que la población se incrementó, siendo este último monitoreo del 2020 la primera vez que no se registró un incremento.
“En los próximos 3 meses estaremos instalando más de 250 estaciones con cámaras trampa en la selva, cubriendo más de 500 mil hectáreas de hábitat del yaguareté de ambos países, y recorriendo miles de kilómetros con la esperanza de que esta nueva información científica nos ayude a comprender en qué situación se encuentra hoy la especie”, explican desde Proyecto Yaguareté.
Los especialistas guardan una gran expectativa y orgullo de este trabajo conjunto entre dos países hermanos. “Nos unimos para conservar una misma población de yaguaretés, redoblando juntos los esfuerzos para proteger a la especie en uno de sus límites de distribución mundial”, afirman.
Sobre el Yaguareté
Es el felino más grande del continente y es considerado uno de los animales silvestres más emblemáticos del territorio. Fue declarado Monumento Natural de la Argentina hace ya más de dos décadas, pero continúa en una situación crítica de peligro de extinción. Hoy en día los jaguares ocupan menos del 50% de su distribución mundial original, y en el país vecino Argentina tan solo el 5%.
Un relevamiento de yaguaretés en 560.000 hectáreas del Bosque Atlántico del Alto Paraná mostró una disminución poblacional de la especie que no se registraba desde el 2005. Así lo informó la Subcomisión Selva Paranaense para la Conservación del Yaguareté.
Es también, una especie “indicadora” de la salud del ambiente, porque juega un papel importante en el mantenimiento de sistemas naturales que proveen de servicios ecosistémicos vitales para el bienestar de la naturaleza y las personas.
“Como predador, se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia y requiere grandes extensiones de territorio para vivir. Es una especie muy sensible a las alteraciones del ecosistema, e incluso llega a ser la primera en desaparecer cuando el hábitat se deteriora. A su vez, el yaguareté cumple un rol esencial controlando las poblaciones de las demás especies de animales y plantas, manteniendo el equilibrio en el ecosistema. Por ello, si el yaguareté se encuentra en peligro de desaparecer, representa un indicador de que todo su entorno está en riesgo”, señala la Fundación Vida Silvestre Argentina.
Desde el año 2002, Proyecto Yaguareté contribuye brindando información basada en diversas investigaciones que coordina junto a colaboradores de orden público, privado y ONGs. A base de hallazgos científicos, exploran posibles respuestas a variados interrogantes que resultan de gran importancia para trabajar en conservación de forma efectiva y profesional.