InicioCulturaPresentarán libro de la historia de Paraguay adaptado a la realidad nacional

Presentarán libro de la historia de Paraguay adaptado a la realidad nacional

“Es un manual escolar. La idea es un resumen de historia desde la época pre-colonial, colonial, la parte independiente y prácticamente hasta nuestros días. (El libro) Trata de hacer una síntesis, pinceladas generales basándose en investigaciones más recientes.”, explica la historiadora Anahi Soto Vera.

“Los más jóvenes pasaron por la reforma educativa, vivieron un cambio en los programas de estudios. A partir de la caída de Stroessner comienzan a haber muchas investigaciones históricas académicas muy buenas, pero que no le llegaban a la gente. Recién ahora están llegando con las colecciones que llegan a los periódicos y tal, pero hay muchos que no llegan a los textos escolares ni a programas de estudios”, contextualiza la autora. “Pensando en esto es que la dueña de la editorial Servilibro, Vidalia Sanchez, convocó a nuestro equipo. Ese libro lo hicimos a dos manos con Erasmo González, que hizo la parte desde precolonial hasta la Triple Alianza. En la parte editorial, pensar y conseguir la obra, lo hicimos con Carlos Gomez Florentin y Herib Caballero”, comparte.

Proceso de creación

“Fue una experiencia interesante porque lo que tratábamos era incluir otras perspectivas: un poco de historia social del Paraguay, un poco de historia de la mujer. Queríamos diversificar nuestro material, porque siempre que se habla de historia del Paraguay, tanto en el colegio como en la universidad, se habla de política, política, política. Lo que hicimos fue tratar de hacer ese recuento cronológico, ordenado y sintético, pero que aporte otras fuentes y otras miradas a la historia del Paraguay, sin llegar a ser inaccesible. Nuestra intención era cualquier estudiante de historia del Paraguay pudiera leer y comprender lo que está allí escrito”.

“Y se escribió rápido”, destaca, “pero pasó muchos procesos de edición, de revisión y terminó lanzándose entre febrero y marzo de este año. Nos agarró la pandemia y el libro quedó ahí, en el limbo. El que se enteraba del libro, el que de repente encontraba en una librería, esos eran los que conocían de su existencia, pero no llegamos a tener un lanzamiento propiamente. Cuando se organizó la feria de la Dirección de Cultura, quisimos presentar la obra a la comunidad porque ese libro se escribió cuando yo ya vivía acá”, detalló.

“Para mí fue muy loco, porque eran muchos temas. Una cosa es escribir de un tema, investigar, empezar, terminar y cerrar lo mejor posible, pero otra es tratar de cubrir todo”, medita. “Siempre uno siente como que “seguro se me olvidó algo, seguro se me pasó alguna cosa”. En esos momentos fueron muy útiles las otras personas del equipo, para mostrarnos los huecos que quedaban e incluso algunas incoherencias o cosas que no tenían concordancia. Fue muy lindo el proceso antes y especialmente después de ir puliendo”.

Portada de “Historia del Paraguay”, de Erasmo González y Anahi Soto Vera.

Los cambios que introdujo a su vida también influyeron en la creación y aportaron nuevas formas de obtener información: “Entre el contrato de hacer el libro, terminar y entregar son muchos meses. En medio de ese tiempo, yo tomé la decisión de mudarme definitivamente a Ciudad del Este”, señala. “Para mí fue un cambio muy fuerte. En Asunción, cuando me trababa en algo, yo tenía la costumbre de ir a una de las grandes bibliotecas, buscar los materiales que necesitaba, recolectar la información y eso me ayudaba a continuar el proceso. Acá no tenía esa alternativa, así que buscaba otras opciones para poder destrabar y eso era muchas veces echar mano de pedir auxilio a los colegas. Me ayudó mucho en la parte precolonial el equipo que está en el Museo de la Tierra Guaraní, en especial la arqueóloga Mirtha Alfonso”, revela Anahi.

Como se trataba de un trabajo en equipo y dependían de otros profesionales en tareas ajenas a la investigación, a veces también tenían algunas desavenencias creativas: “La primera edición de ese texto tuvo que salir con mucho apuro. Entonces, salió con una tapa que no reflejaba el trabajo que nosotros pretendíamos presentar, con rostros de figuras como el Dr. Francia, el Mariscal López… rostros de tópicos frecuentes que nosotros evitábamos priorizar en nuestro material, como la historia política, militar, las hazañas, y no nos pareció que fuera la tapa adecuada para el libro, pero teníamos que cumplir con los precios y entregar cierta cantidad de ejemplares para un proyecto del Ministerio de Educación. Nosotros nos dimos por vencidos allí, que hicieran lo que ellos quisieran”, comparte entre risas. “Cuando en febrero el libro se lanzó al público, Vidalia nos envía a cada uno un ejemplar con una tapa muy linda: un antiguo mapa del Paraguay con el título de la obra y los datos correspondientes. Finísimo, otra cosa totalmente” explica. “Mucho tiempo después me enteré de que el libro con la tapa original estaba en la librería en Servilibro y llegó la historiadora Milda Rivarola, que al ver la tapa le dijo a Vidalia: “Es horrible. No podés vender un libro con esa tapa”. Así que ella prestó de su acervo personal, que probablemente es uno de los acervos privados más importantes del Paraguay, de mapas, fotografías, grabados e imágenes, prestó su mapa para hacer la tapa. No intervinimos nosotros, fue un proceso totalmente aparte”, comenta.

Trabajo en equipo

Destaca también las dificultades de la investigación académica y la importancia del trabajo mancomunado para la concreción de los proyectos: “Quiero hacer entender que hoy en día, la investigación en todas las áreas, y más en las ciencias sociales, se construye en equipo. No escribí el libro yo sola, el proceso de edición también fue en equipo, el proceso de distribución e incluso en ese punto, que parece una tontería pero que es muy importante en el producto final, en darle rostro al libro, siguieron participando muchos colegas. Muchos de ellos donaron inclusive su trabajo por construir este proyecto, un material sencillo que le llegue a la gente en un lenguaje sencillo”, dice orgullosa.

“El libro no va a responder todas las preguntas que uno tenga, no pretende luego eso, al contrario: la idea es que la gente tenga más dudas, que discuta con el libro, que diga “A mí no me enseñaron así” y que comience a buscar otras fuentes. Me siento muy feliz con este proyecto, que no es mío nomás, sino de todo un equipo”, concluye.

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