InicioCulturaPops de Vanguardia, la historia no contada del rock paraguayo

Pops de Vanguardia, la historia no contada del rock paraguayo

La historia “oficial” dice que el álbum fundacional del rock paraguayo fue “Música Para Los Perros” de Pro Rock Ensamble, de 1983. Y no se puede negar la importancia que tuvo ese disco para el rock nacional como movimiento. Pero toda historia tiene una nota al pie, una aclaración. O tal vez, lo hecho por los Jodi merezca mucho más que una simple nota al pie.

Jodi fue un proyecto conformado en Asunción por dos hermanos, Jörn y Dirk Wenger, ambos descendientes de inmigrantes alemanes, en el año 1969. Dirk tocaba la batería y Jörn hacia voces, guitarras, teclados y lo demás que fuera necesario. El dúo demostró que no solo estaban en sintonía con los sonidos de su época (garage rock, psicodelia, funk), sino que en otros aspectos estaban incluso muy adelantados: la banda se grababa a sí misma en un estudio casero montado y operado por Jörn, algo absolutamente impensado para la época.

Jörn y Dirk Wenger

Autoproducción musical

“No era un estudio profesional, no había diseño acústico. Eran 2 piezas de 4×4, y en una de ellas yo tenía un grabador de 1 pista y otros equipos en una mesita pequeña”, recuerda Jörn Wenger en conversación exclusiva con el Urbano. En los 60, cuando la única manera conocida de grabar un disco y lanzarlo al público era firmando un contrato con un sello, de preferencia una multinacional, esto era algo de por sí extraordinario. Y los Jodi no solo se autoproducían musicalmente, sino que prensaron de forma independiente las copias de su álbum debut, “Pops de Vanguardia”.

Recuerdos de un amigo ruso

Pero. Siempre hay un pero. Tanto adelantamiento y tanta vanguardia no iban a abrirse el camino tan fácil. El LP contenía una canción llamada “Recuerdos de un amigo ruso”. ¿Ruso? ¿Rusia, o sea la Unión Soviética? ¿De qué habla tu música? ¿Y por qué está en inglés? ¿Qué mensajes ocultos contiene? Este detalle en apariencia intrascendente hizo que las tiendas de discos de Asunción simplemente se negaran a recibir el disco, por miedo a represalias.

Era 1971, y la dictadura de Stroessner aún estaba en su apogeo. Años atrás, en la colonia ucraniana Fram había ocurrido una brutal represión ordenada por el dictador, iniciada porque los colonos habían cantado el himno de la Unión Soviética durante un acto cívico. Básicamente, cientos de soviéticos habían sido detenidos y torturados por atreverse a cantar el himno de su propio país, ¿qué sería entonces si un simple ciudadano X se atreviera a evocar a Rusia?

Jorn recuerda que su padre, quien apoyaba a la banda, le había intentado convencer de cambiar el nombre de la canción, y le advirtió que podría traerle problemas. “Me dijo ‘¿por qué no ponés amigo francés, amigo español, qué diferencia hace?’. Y yo como era joven y tenía esa rebeldía que todos tienen, me negué a cambiarlo. Hasta que se cumplió lo que dijo, y eso fue lo que hundió al disco. La letra no tiene nada que ver con política” afirma el compositor y cantante.

Jodi, 1969

Incomprendidos para la época

El golpe de gracia a las esperanzas que pudieron haber depositado los hermanos en el LP llegó probablemente con las críticas de la prensa paraguaya: “Pops de vanguardia” fue muy incomprendido por las publicaciones de la época, que lo definieron como una “ensalada” de estilos sin cohesión.

Indiferentes al mundo exterior y sus tendencias

Pero entonces. ¿a qué suena el debut de Jodi? “Pops..” suena inevitablemente atado a las condiciones en la que fue grabado: es una isla musical, en donde dos hermanos y compañeros de banda simplemente van adonde sus gustos e instintos los lleven, indiferentes al mundo exterior y sus tendencias. El primer tema, “Experimento”, remite fuertemente a The Kinks y a las bandas del compilado garaje Nuggets. Ya el segundo contrasta fuertemente con el primero (el famoso “Recuerdos…”) y es mucho más similar a lo que haría la banda más adelante en su etapa más ‘pop melancólico de radio sudamericana’. Hay funk, hay instrumentales, hay experimentos con ruido y efectos.

“Yo no hago música para que la gente se siente, escuche y diga ‘wow, te felicito’. Yo hago música para chocar, chocar es lo que busco siempre. Que alguien escuche y diga ‘¿qué es esto? Esto no encaja’” afirma Jorn, como una declaración de principios. “El sonido de Jodi es y siempre fue un sonido de prueba, un sonido experimental. Y ese sonido puede interesar a un cierto tipo de gente, o talvez no, pero si no, de igual manera yo la pasé bien en el estudio haciéndolo”.

Jodi 1969. Sesión de fotos para Pops de Vanguardia.

Más allá de su estilo variado, experimental y visionario, también hubo otros factores que pudieron sumar a que el álbum no pudiera ser digerido por el público local contemporáneo: la calidad lo-fi de la grabación (extraordinariamente lograda para ser un registro de estudio casero de la época, pero muy ‘sucio’ comparado con lo que sonaba en radio en esos tiempos), las letras en inglés (“Inglés nigeriano”, bromea Jörn) y el estilo rockero de la voz de Jörn Wenger, bastante agresivo para los estándares paraguayos de 1971. Jodi estaba sin duda mucho más emparejado al proto-hard rock de The Who que a Roberto Carlos.

De Jodi a Iodi

Tras esta frustración, afortunadamente los hermanos Wenger no se rindieron. No editaron más nada en el plano local (seguramente por la falta de perspectivas), pero siguieron grabando, hasta que lograron firmar contrato con la filial argentina de EMI-Odeon, iniciando una carrera muy exitosa en el vecino país. Lanzaron 3 albumes por el sello y lograron meter varios hits en las radios argentinas, como “Solo Pienso en Ti”.

Sin embargo, hay mucho más que un país de diferencia entre el debut “Pops de Vanguardia” y los discos de la etapa ‘argentina’ de Jodi. La banda fue rebautizada como Iodi a pedido de la disquera, quienes también presionaron a los hermanos a producir temas más comerciales, imponiéndoles escribir en español, con letras casi todas románticas y un estilo mucho más suave y radiofónico. Es tanta la diferencia entre una banda y otra, que el propio Jörn afirma que le gusta mucho más su producción de la etapa Lo-fi que lo que hizo en EMI: “Yo siempre voy a volver a las raíces, que es el Jodi original, el Jodi con ‘J’. Esa fue la etapa más productiva que tuvimos”.

Jörn Wenger en la actualidad. En su estudio Iodimedia.

Pops de Vanguardia, la redención

Eso sí, la historia se encargó de ‘absolver’ a Jörn, Dirk y su affaire ruso: su álbum debut fue rescatado y relanzado por el sello español Out-sider en el 2016. Recibió excelentes críticas alrededor del mundo, siendo considerado un buen ejemplo del garage rock sudamericano. Tanto fue el éxito del primer LP que le siguió otro sacado de la misma etapa pre-EMI (1969-1975), “Pop Espontáneo” en 2018, que fue igualmente bien recibido. Actualmente Jörn sigue rescatando grabaciones viejas guardadas en cinta, con vistas a futuros lanzamientos. La isla musical sigue viva y activa.

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