InicioTecnologíaPoly Station: la historia de la consola clon más famosa

Poly Station: la historia de la consola clon más famosa

Ya sea por algún cumpleaños, un premio especial por buenas calificaciones, o cualquier motivo válido que fuese, uno de los mejores regalos para un niño en la última década del siglo XX (y, también, en años posteriores) era la tan deseada consola de videojuegos. 

Es justamente en esa época en donde el auge de estas consolas empezaba a explotar. Existía una gran competencia: La Sega Saturno, la Nintendo 64 (sucesora de la mítica Super Nintendo Entertainment System)… pero la más deseada era, sin dudas, la Playstation original. 

Presentada al mundo a fines de 1994, la PS1 recién fue retirada oficialmente del mercado en marzo de 2006. Se la considera la videoconsola más exitosa de su generación, tanto en ventas como en popularidad. Pero así como era famosa, también era cara. Su precio la hacía prohibitiva para muchas familias, sobre todo en Latinoamérica.

No obstante, la PS1 marcó un antes y un después en el mundo de los videojuegos. Asimismo, lo hizo al crear “escuela” en el incipiente mundo de las videoconsolas pirata. Y es que no se puede negar el original diseño de la consola de Sony. La hace bien identificable.. ¿verdad?

Arriba, la Playstation 1 original. Abajo, la mítica y poderosa Polystation.

Muchos niños hoy adultos seguro recuerdan bastante bien haber recibido una consola de videojuegos idéntica a la PS1 por fuera, solo que al abrir el “porta CD” para los juegos descubrieron que allí no iban los discos, sino que iban los cartuchos.

Probablemente la generación Z y posteriores no sepan qué demonios es un cartucho, pero antes los juegos venían en dicho formato: una carcasa extraíble que contiene dispositivos de memoria de sólo lectura destinados a ser conectados a un dispositivo de electrónica de consumo, tales como un ordenador personal o una consola de videojuegos. Sería el abuelo de las memorias microSD de la actualidad, dicho a muy “grosso modo”.

Entonces, ¿frente a qué se encontraban los niños? Fácil, al mejor emulador de la Nintendo Entertainment System (más conocida como la NES). Aquella otra gran consola nipona presentada a mediados de los 80 y con grandes títulos detrás era emulada en esta consola.

Aquello era posible por el nacimiento de la tecnología NOAC (NES on a Chip). Aparecida a principios de los noventa, permitía reducir la placa base de la NES a un chip diminuto y bastante asequible. Ergo, se podía copiar a la consola de la NES en cualquier formato, ¿y qué mejor que la consola de moda de los 90?

“Tan bien” salió esta tecnología que permitía jugar a los cartuchos originales de la NES. Con un nivel gráfico algo más limitado que la consola original, pero funcionaban.

La PolyStation tenía hasta publicidad en Ciudad del Este.

Ahora los niños podían jugar a míticos juegos como Super Mario Bros, Donkey Kong, Duck Hunt, el Legend of Zelda original, Metroid, Mega Man, Castlevania, Contra, entre otra interminable lista de clásicos de la consola de ocho bits. O más que interminable, mejor sería decir “extensa”, debido a que muchas de estas copias venían con los recordados 9999 juegos en 1. 

El problema para algunos era que esperaban poder jugar a juegos más actuales. No de ocho bits, sino de 32 bits. No los clásicos juegos pixelados en 2D, sino a lo que estaba de moda: el Final Fantasy VII, Crash Bandicoot, Metal Gear Solid, Gran Turismo 2, Tekken 3, Resident Evil, Winning Eleven, etcétera. Sutil diferencia.

Pese a ello, esta consola significó horas y horas de entretenimiento familiar. Niños y padres reunidos frente al televisor gigante de tubo. Y eso era impagable.

No se sabe exactamente quién creó y fabricó la PolyStation. Lo cierto y concreto es que el clon fue producido en China y violó las patentes de Sony y Nintendo. La consola pirata llegó de forma ilegal a los países de Sudamérica, Latinoamérica, Sudeste Asiático, Europa y Oceanía. La consola fue un grandioso éxito en Brasil, y llegó ahí vía Ciudad del Este, en los mejores años del microcentro esteño.

Al respecto, el portal especializado Tecmundo recoge el dato de que el comerciante Ali Ahmad Zaioum, libanés naturalizado paraguayo, incluso patentó la marca y el diseño de la consola para extorsionar a otros vendedores de la consola. Sin embargo, fue acusado por la justicia paraguaya de falsificar documentos e información para obtener el registro ante el Ministerio de Industria y Comercio. En 2009 fue víctima de un intento de asesinato en la capital departamental, pero nunca fue aclarado.

Problemas legales aparte, la PolyStation vio llegar su época de gloria a su fin a finales de la primera década del 2000. Rápidamente los emuladores de aquellos juegos clásicos se adaptaron a los cada vez más populares teléfonos inteligentes, lo que hacía que las consolas piratas perdieran su razón de ser frente a las ventajas de los smartphones.

Incluso Sony, empresa detrás de la mítica PS1, presentó en 2018 a la PlayStation Classic, que emula los videojuegos lanzados originalmente en su consola original. La consola es aproximadamente 45% más pequeña que la original, usa salida HDMI y está alimentada por un micro puerto USB. Incluye 20 juegos incorporados y dos mandos de PlayStation, del modelo original sin sticks analógicos. Además, cuenta con los mismos botones y conectores para dos mandos. 

PSClassic vs PS1 original.

Quizás, solo quizás, la idea detrás de la mítica PolyStation fue entendida por la empresa creadora original, y con el avance de la tecnología pudo relanzar al producto años después.

Y vos, estimado lector, ¿tuviste una PolyStation?

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